La Jornada 16 de mayo de 1996

CANDIDATO DE TIEMPO COMPLETO

Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 15 de mayo Después de una carrera de 35 años en el Congreso, el senador Bob Dole renunció hoy a su escaño en un gesto que tiene la intención de revigorizar su estancada campaña presidencial y para asumir una posición política en donde pueda promover un reto directo contra el presidente Bill Clinton. Dole, líder de la mayoría republicana en el Senado, oficialmente abandonará el Capitolio el 11 de junio.

"Buscaré la presidencia sin ningún otro respaldo que el juicio del pueblo y sin ningún otro lugar a donde ir más que a la Casa Blanca o a mi hogar", declaró Dole en un emotivo discurso ante el Senado esta tarde. "Nuestra campaña dejará a Washington atrás y escuchará a Estados Unidos", agregó ante 600 partidarios y colaboradores reunidos en una sala en la sede de los despachos senatoriales.

"Ahora que la campaña presidencial empieza a calentarse, tengo la obligación, ante el Senado y el pueblo de Estados Unidos, de hacer a un lado los adornos del poder, todas las comodidades, toda la seguridad", afirmó Dole, quien ahora está en su tercera campaña por la presidencia luego de haber sido derrotado en las primarias republicanas por Ronald Reagan en 1980 y por George Bush en 1988.

El senador, de 72 años de edad, quien ha pasado gran parte de su vida profesional en esta capital --primero en la Cámara de Representantes desde 1961 y desde 1968 en El Senado-- abandonará Washington este jueves para iniciar una serie de giras de campaña que comenzará en Chicago, informaron sus asesores.

La campaña de Dole ha estado algo estancada, en parte por la estrategia de realizarla desde las trincheras del Congreso, aunque durante semanas varios estrategas habían insistido que no estaba funcionando. Las batallas sobre temas como el salario mínimo y el presupuesto federal sólo empantanaron aún más a Dole y encuestas recientes como una del diario The Wall Street Journal y la cadena televisiva NBC, revelan el costo de esta estrategia hasta ahora: 17 puntos atrás de Clinton a nivel nacional.

Un asesor de alto nivel de Dole dijo esta semana que el senador se enfocará sobre lo que se quiere caracterizar como los ``fracasos'' de Clinton en política exterior. Esta fuente desmintió en lo particular un reportaje del diario conservador The Washington Times, que informó que el virtual candidato republicano habría decidido no tocar el tema general de México.

Según fuentes legislativas, la campaña de Dole todavía está considerando utilizar temas vinculados con México, como ejemplo de los fracasos a nivel internacional de las políticas del presidente Clinton, pero no se ofrecieron más detalles sobre estas cuestiones.

El enfoque principal de un Bob Dole reinventado surgirá, esperan sus asesores, de su esfuerzo para proyectar una imagen más ``humana'', alguien que habla sobre su carácter, su personalidad. En su discurso de hoy, los ojos de Dole se nublaron con lágrimas y su voz tembló al hablar sobre su retiro del Senado, y reconoció que por el momento estaba perdiendo ante Clinton en esta carrera electoral. Pero en una referencia a las heridas que sufrió durante la Segunda Guerra Mundial y sus dos años de recuperación en un hospital, Dole aseveró: "Yo he estado atrás antes, he logrado las cosas de la forma más difícil antes y lo haré una vez más".

Quedó sin decisión quién ocupará el puesto de Dole como líder de la mayoría en el Senado, pero esta noche fuentes congresionales señalaron que el senador Trent Lott, de Mississippi, probablemente se quedará con ese título, por lo menos durante el resto de este año.

Clinton se declaró sorprendido por la decisión del senador republicano; la presidencia respondió con alabos medidos a la carrera congresional de Dole y ofreció reconocimiento a su liderazgo. Al ser consultado sobre si la decisión de Dole provocaría un cambio en las tácticas políticas de Clinton, el secretario de prensa, Mike McCurry, respondió: ``No anticipamos cambios importantes''.

Sin embargo, en privado, asesores de la Casa Blanca admitían que Clinton podría tener que dedicarse más a su campaña en las próximas semanas si Dole intensifica sus giras alrededor del país.

La Casa Blanca también advirtió que Bob Dole, quien ha gastado 35 millones de los 37 millones de dólares que se le permite invertir en su elección antes de las convenciones partidarias de agosto, tendrá que ser cuidadoso en no violar las leyes electorales federales al gastar más que el límite establecido durante este periodo.

Los republicanos saludaron la decisión de Dole y la calificaron como una oportunidad para que su partido renueve su campaña para la presidencia. "Yo creo que él (Dole) será mucho más presidencial, mucho más centrado y una personalidad diferente", estimó el ex jefe de gabinete republicano Howard Baker. Haley Barbour, presidente del Comité Nacional Republicano, añadió que el anuncio de Dole permitirá que su partido alcance a muchos más votantes de una forma más directa.

El presidente del Comité Nacional Demócrata, el senador Christopher Dodd, ofreció otra evaluación: "Es equivalente a una admisión de fracaso, un intento para escaparse de este pueblo (Washington) y tomar distancia de este Congreso republicano que ha sido firmemente rechazado por el pueblo". Pero en varias entrevistas, otros demócratas reconocen en privado que faltando cinco meses para la elección general, esta contienda está lejos de estar decidida. "Nunca subestimen la habilidad de la administración Clinton de meter la pata", dijo una fuente congresional demócrata.

En todo caso, la lucha entre la Casa Blanca demócrata y el Congreso republicano prosiguió este día. La Cámara de Representantes aprobó un presupuesto de defensa de 267 mil millones de dólares, que supera en casi 13 mil millones de dólares la propuesta presentada por Clinton para el año fiscal 1997.

Pero el punto de diferencia más espinoso es que el proyecto vuelve a prohibir a los homosexuales alistarse en las fuerzas armadas. Clinton logró imponer a principios de su mandato una medida para que los reclutas no sean interrogados sobre sus preferencias sexuales, aunque pueden ser separados de las fuerzas armadas si el recluta admite en público su homosexualidad.

Clinton a su vez reiteró su decisión de luchar contra el crimen y anunció nuevos gastos federales que permitirán a los estados y gobiernos locales contratar unos 9 mil nuevos policías.