Mi solidaridad para Rodolfo Peña: quienes escribimos aquí también estamos amenazados
Quienes leímos La Jornada de ayer podemos tener un panorama bastante completo y nítido del México de estos días. Esto es algo de lo que notamos en las 36 páginas dedicadas a información nacional y comentarios editoriales (las otras 27 son: cinco de información internacional, tres de deportiva y el resto de publicidad, gacetillas y cartelera): La noticia principal se refiere al plan de presunto apoyo a deudores cuya característica principal es la canalización a la banca privatizada de casi 136 mil millones de los que se llamaron durante unos años nuevos pesos, además de todo lo que ya se le ha inyectado para asegurar que siga lucrando con el dinero de sus usuarios y de la ciudadanía en general. Todo, con cargo a ``las posibilidades'' (o a la imposibilidad) ``futuras de inversión social o productiva''. Esto debe significar, como lo comenta El Fisgón en su caricatura, que hay quien sabe cómo hacerlo para bienestar de las familias de agiotistas y especuladores. Pero también, como lo asegura El Barzón en sus declaraciones, que así el gobierno le está asegurando votos al PRI para 1997, como lo hizo desde 1988 para 1994 (así lo mostramos E. Calderón y yo en Las elecciones presidenciales de 1994, UNAM-La Jornada, 1995): el presidente de la Asociación de Banqueros asegura que el plan ``no juega con la esperanza'' de los deudores a quienes el discurso oficial aparenta apoyar.
Pero tan impresionante como esa cabeza es la nota sobre la valerosa acción de trece inspectores que asaltaron a tres vendedoras en la calle de Tacuba. Debe ser excepcional la persona que en este país ignore (o declare ignorar) lo que un viandante comentó con el reportero: ``Eso pasa todos los días...'' Hay quienes saben que es objetivo gubernamental que todos asumamos la moraleja del ciudadano resignado: ``Qué le vamos a hacer...".
El especialista de la caída del sistema en 1988, molesto, acepta, como lo establecieron el gobierno y la directiva de su partido, que en Huejotzingo se aceptó el chantaje del PAN para que éste avale, como lo ha hecho hasta ahora, lo que el PRI decida sobre la reforma electoral (en realidad, los apoyos del PRD y el PT, además de ridiculizables, son en verdad innecesarios). La concertacesión dio a la oposición panista la oportunidad de adquirir otro puesto de elección mediante dedazo oficial.
Mientras tanto, a sus compras masivas de armamento, el gobierno agregó el año pasado 500 transportes blindados para aumentar la movilidad de 84 batallones. Destinados a garantizar la ``seguridad interior'', en 1993 ya había con 3 mil 297 de esos automotores.
En Bachajón sigue la violencia caciquil sin que nadie pueda (o quiera) hacer nada. Alrededor de 15 mil millones de dólares envían a México unos 29 millones de mexicanos que viven en Estados Unidos permanentemente o de manera flotante, y el millón que intenta cruzar hacia allá.
La PJF sigue arrestando polleros e indocumentados centroamericanos. También decomisa drogas destinadas a una agencia aduanal en almacenes del aeropuerto, y la mayor cantidad de mota hallada hasta ahora en el DF.
La intolerancia religiosa se instala y se fortalece en ciertas regiones de Oaxaca, igual que ya lo consiguió en parte del Chiapas priísta.
Un contrato colectivo más, el de los ferrocarrileros, a punto de ser mutilado.
Los maestros inconformes con el 22 por ciento de incremento salarial y que exigen 100 por ciento, siguen movilizándose por todo el país.
Otro ex policía es ultimado en Tijuana, mientras en Ciudad Juárez un secuestrado es víctima de torturas antes de ser asesinado.
El movimiento pánico de los sesenta y el de los cómics iniciado en 1938, entre las principales preocupaciones de la crítica literaria en estos días.
Habrá más y mejores cárceles, y nadie debe asustarse de que haya más presos.
El caso de dos menores secuestrados por judiciales se discutirá en foros internacionales.
Aquí se inicia juicio contra dos médicos presuntamente responsables de la muerte de una niña, mientras un párroco de Chalco es acusado de propiciar violencia y vender niños.
Una mujer policía espera ser atendida por las autoridades del DF para enterarlas de que es hostigada por no pagar cuotas a sus tranquilísimos superiores.
Los criminales de Aguas Blancas siguen beneficiándose de chicanas y tortuguismo. Y de Entzin, Elorriaga y los otros 16 presuntos zapatistas presos sólo sabemos que, pese a las flagrantes violaciones de derechos humanos de que son víctimas, la CNDH no tiene facultades para intervenir en sus casos. Incontables ciudadanos de México y otros países siguen protestando. Como si sus voces no existieran...