La Jornada Semanal, 19 de mayo de 1996


Entrevista con Emilio Butragueño

Los libros y otras
emociones del área chica

Mauricio Mejía

Emilio Butragueño no sólo es un estilista capaz de amagar en el espacio de un adoquín a una serie progresiva e infinita de adversarios, sino también uno de los pocos futbolistas profesionales que no está reñido con la lectura. Mauricio Mejía (México, 1972), colaborador de Ramón Márquez en las páginas deportivas de El Universal, conversó con Butragueño acerca de los autores que lo han marcado, en una de las pocas entrevistas que concedió después de que el Celaya, su equipo, perdiera la final contra el Necaxa (equipo que traicionando su idiosincrasia empieza a acostumbrarse a la vulgaridad de ser campeón).



"Por conducta, fue el menos futbolista de todos los futbolistas que he conocido. Parecía un estudiante que jugaba, un hombre de negocios que jugaba o un aficionado que jugaba. Pero se trataba del futbolista más popular de España, que se expresaba con una educación que rompía el tópico, una corrección casi solemne y un respeto que no discriminaba entre amigos y enemigos." Éste fue, a decir de Jorge Valdano, el perfil de Emilio Butragueño en su paso por las canchas profesionales vistiendo la camiseta del Real Madrid. Cuando Valdano era todavía director técnico del equipo merengue, el 15 de junio de 1995, Butragueño se despidió del futbol. Valdano dijo ese día:

"Los bien pensantes encontraron un ídolo rubio y céntrico del que se podía presumir sin pudor en la Europa a la que se pretendía acceder."

El Buitre habría dicho, después de algunas incómodas batallas entre la autodefinición como leyenda o como mito: "No he sido voluntariamente un mito; la gente me eligió, y esto a veces me ha perjudicado y otras beneficiado. No me considero un mito del futbol mundial; sólo hay tres: Pelé, Maradona y Johan Cruyff." No hay que olvidar que, como ha advertido José Ortega y Gasset, el mito es el representante de un mundo distinto al nuestro: la mecánica que rige nuestro sistema planetario no rige en el sistema mítico.

De él, de El Buitre, Cruyff ha dicho: "Es del estilo del brasileño Romario, tipos que con un pedacito de campo resuelven; la mayoría de los jugadores necesitan sesenta metros para aportar la mitad de lo que ellos hacen en 20 metros."

Emilio Butragueño Santos nació el 22 de julio de 1963, en la misma Madrid en la que naciera diez años antes José María Aznar, presidente del gobierno español desde el pasado 4 de mayo.

"Siempre que hay un cambio, de gobierno, de trabajo dice Emilio, cualquier cambio que hay en la vida del ser humano, va acompañado de una acción. Siempre crees que te va a ir bien. Creo que en este caso va a ser así. No me ha gustado hacer declaraciones 'antes de', soy de las personas que dejan trabajar a la gente, que desarrollen su capacidad y dentro de equis años realizar un análisis justo y profundo. Sé que Aznar es una persona honesta, algo esencial en un político, pero hay que dejarlo trabajar."

Cuando Francisco Franco se enfiló en la interminable y unánime lista de mortales, el 20 de noviembre de 1975, El Buitre tenía tan sólo doce años, pero Aznar, con veintidós a cuestas, recién había obtenido su título de abogado, al igual que su esposa Ana Botello

Ha contado su madre, doña Pilar Santos de Álvarez, también natural de Madrid, que "Emilín siempre fue muy sensible y calladito. Tenía una mirada llena de ternura. Cuando apenas levantaba un par de palmos del suelo, en el pasillo de la casa jugaba al futbol con su padre. En ese juego también participaba la inquieta y revoltosa Mery, la perra de la que se encariñaron mis hijos".

Así, medio calladito y con la ternura pegada al rostro, se enfrentó al paso por la escuela: "Me acuerdo mucho diría al periódico AS en 1992 de cuando ingresé al Colegio Calasancio. Ya no era tan aplicado. Estudiaba para aprobar. Me atraía más el deporte que los libros de texto." Fueron los tres años que separan a los diez de los trece.

César Luis Menotti ha dicho que el futbol sin nombres propios es una mera divagación. Esos jugadores de nombres escritos con mayúscula inicial, "son jugadores talentosos que no tienen fronteras, que crearían posibilidades con sólo emularlos, posibilidades de aprender".

Cuáles nombres de mayúscula inicial en la literatura son tus favoritos?

Me gusta mucho leer. Creo que, a pesar de que es un instrumento exterior, el libro es una buena forma de comunicarse con los demás. En una vida tan ajetreada, sobre todo en las ciudades, te ayuda a parar las tensiones del trabajo y todos los posibles problemas que puedas tener en un día normal. Me gusta Gabriel García Márquez, creo que de él cualquier página merece la pena, hasta la peor te ofrece algo distinto; me gusta Camilo [José Cela]. Si tuviera que elegir un libro en especial me quedaría con Cien años de soledad.

Lees poesía?

Debería leer más, es la verdad, pero me he ocupado más en la narrativa. Hay un poeta aquí, un poeta mexicano, Salvador Díaz Mirón, muy bueno. Me gusta Machado bastante. En cualquier caso estás hablando con un tipo aficionadillo, que no ha escrito nada, que ni es erudito, ni nada.

"El jugador está para pensar y mi equipo está formado por once jugadores que piensan." Valdano sabía lo que decía; para quién y contra quién iban dirigidas las sentencias, era cosa de poner el saco o, como lo hizo en muchas ocasiones, de poner ejemplos. Sobre Butragueño siempre dirá: "Acuñó el amague neutro. Pisaba el área y se dormía de pie; cuando el enemigo sentía el alivio de la paz, el talento aparentemente dormido arrancaba en quinta velocidad. No es que su cuerpo diera pistas equivocadas, es que no daba ninguna. Su arma era la confianza; si bajaba los brazos con el balón dócil entre los pies, el marcador titubeaba; si él dudaba, el marcador no."

Hablemos de la sociedad actual.

Uno puede ser el mejor o el peor amigo del otro. Todo está en la mente, creo mucho en la mente. Creo, por supuesto, en la competitividad, pero no creo en que el otro sea peor que yo para que yo pueda sobresalir. Creo que hay gente más guapa que tú, más rica que tú, y también, lógico, peores que tú, pero uno deber mirar siempre con actitudes nobles. Me gusta la gente de buen corazón; el tipo inteligente también es esencial pero puede ser malvado, en tanto que el noble no, ése es importantísimo en una sociedad.

En 1980, con 17 años en los botines, Emilio fue a probarse por primera vez con el Madrid, pero no logró quedarsecon el equipo. Su debut en la primera división se produjo el 5 de febrero de 1984: le anotó dos goles al Cádiz en menos de 90 minutos. Seis títulos de liga, dos copas del Rey, dos copas UEFA y cuatro Supercopas han dignificado su vida: "La verdad es que no me gusta definirme, creo que siempre se tiene una visión parcial sobre lo que uno es."

Miguel Pardeza Pichardo, compañero de El Buitre en el Madrid, en 1986, y posteriormente jugador del Zaragoza, es otro de esos raros personajes del futbol que les ha dado por la lectura constante. Pardeza nació el 8 de febrero de 1965 (exactamente un año antes que Hristo Stoichkov, el aguerrido jugador búlgaro que hiciera posible la redignificación de los colores azul y grana del Barcelona), en Huelva. Su libro favorito: El erotismo, de George Bataille.

Con Pardeza tengo una relación extraordinaria. El tipo tiene vocación de escritor, de poeta, ésa es la verdad. Los libros son su gran pasión, muchas horas de su vida las dedica a leer. Es un hombre bastante maduro, es realista. Sabe bien lo que quiere, se comporta tal como es. Cada vez que pasa por Madrid nos vemos y platicamos.

Y qué hay del cine?

Me da igual que los libros, siempre y cuando sea una buena película, no me importa el tema. La violencia en general no me gusta. Fuego contra fuego fue una de las últimas que he visto; actuaban Robert de Niro y Al Pacino, y la interpretación de ambos me ha parecido buenísima, me parece una gran película. No me importa el tema, me interesa el cine como cultura.

Te consideras culto?

Vamos a ver, a mí me interesa más la actitud de los seres humanos que la cultura. No nos confundamos. No por leer muchos libros la gente va a ser mejor. Cuidado. Yo conozco gente que aparentemente no es culta (culto es un término ambiguo: quién es culto, aquel que lee poesía?, desde luego que no), que tiene grandes disposiciones para con los demás, y otras personas que se dicen cultas y no tienen corazón. Lo importante es lo que hay detrás de una persona. Lo primero es procurar valores morales y filosóficos entre las personas, y después lo otro. Insisto: no necesariamente el leer te va a hacer mejor...

El futbol puede hacer mejores a las personas?

Aquí hay algo que me ha gustado. En México las aficiones pueden estar compartidas. Ha llegado el momento en que en muchas sociedades es común ver que haya peleas, en cambio aquí no, me gustó eso. Me gusta que la gente vaya al futbol a divertirse, ya que es un juego. Todos los que conviven quieren divertirse. Obviamente, también ganar, pero no porque uno sea rojo y yo azul estoy en contra de él y le voy a pegar... No, no. Es cuestión de educación y de respeto a los demás. La intolerancia es peor que cualquier otra cosa: debemos entender que los demás pueden coexistir con nosotros. Ningún otro acontecimiento como el futbol quizá sólo una estrella musical es capaz de reunir a tantas personas en el mismo lugar...

Y la música?

No escucho demasiada, pero cuando tengo la oportunidad me la paso muy bien. Depende el momento. No me gusta, por ejemplo, el heavy metal, pero sí una buena balada. Aunque no compro un disco desde hace años, me gusta de mi época Supertramp, Joan Manuel Serrat (excepcional, lo considero más un poeta que un cantante), Mozart, los Beatles, por supuesto... principalmente los Beatles.

Eres feliz?

Sí, hoy día sí. La felicidad es un estado mental. El ser humano tiende a quejarse de lo que no tiene en lugar de valorar lo que tiene. Es necesario que uno valore más lo que posee para de una manera sana pueda aspirar a más... siempre hay que aspirar a más.