La Jornada Semanal, 19 de mayo de 1996


Entrevista con Javier Elorriaga

Un Espejo que refleje la esperanza

Humberto Isidro Bruno

Si un reclamo de nuestra sociedad es el castigo a los culpables ("La idea de Almoloya"), la sentencia a trece años de prisión dictada contra el periodista Javier Elorriaga por un autónomo juez de Tuxtla Gutiérrez, representa el otro extremo del problema: la vejación de los derechos individuales en acomodo a una agenda política aún por descifrarse. Antes de conocer el fallo que hace pender de un hilo el proceso de paz en Chiapas, entrevistamos a Elorriaga sobre Espejo, el periódico que dirige desde la prisión y que concibe como el primer paso en un ambicioso proyecto de comunicación independiente.



La intención es hacer un periódico que refleje la voz de los de abajo. Partimos de la idea de que los medios de información en México, medios masivos, principalmente la prensa escrita, a últimas fechas han registrado una apertura que refleja los intereses de la sociedad y no sólo intereses de los grupos en el poder, específicamente del gobierno, pero esta apertura todavía no es generalizada.

Para el gusto de los que participamos en Espejo, y por lo menos en mi opinión, hace falta mucho por hacer para alcanzar un periodismo más social, que salga de la propia gente, de las organizaciones que no tienen el estatus de los partidos políticos pero que son las que más se están movilizando, sobre todo a partir de enero de 1994. Son las que han agarrado como eje la idea de la transformación democrática de este país, y existen infinitas manifestaciones de su lucha política, organizativa y cultural que los medios de información no recogen. Ellos siguen basados en las declaraciones del poder, o de los grandes grupos nacionales de oposición, o de los personajes de la oposición, pero la gente de abajo, las organizaciones en movimiento siguen sin tener un espacio y la idea es darle voz a todos.

Elorriaga opina que las acciones gubernamentales tienen demasiado espacio en los medios de información. También los análisis sobre dichas acciones o los análisis sobre el poder de prestigiosas publicaciones son muy buenos, pero no hay suficiente análisis ni espacio para informar sobre lo que hace la gente. En su opinión, hay un deseo de información no satisfecho y "eso a veces lleva a la desesperanza porque la gente voltea a los lados, no ve nada y considera que el enemigo a vencer es mucho más fuerte. En cambio, si tú le dejas ver a la gente que cada quien está luchando en su campo, el enemigo se ve pequeño. Dan más ganas de seguir adelante. Espejo debe reflejar esa esperanza."

Perfiles

El autor de Ecos de Cerro Hueco, libro que documenta las anomalías en su proceso judicial y recoge los testimonios de los otros presuntos zapatistas, reconoce que si bien no se ha discutido lo suficiente el perfil editorial de las secciones de cultura o internacionales de Espejo, en la marcha se están dando los contenidos:

Yo iría a buscar cuáles son las manifestaciones culturales del pueblo: el empuje de los movimientos culturales, sus formas de hacer política que vienen mezcladas con manifestaciones culturales. Ahí están las actrices, los movimientos de los rockeros a favor de la paz digna en Chiapas, movimientos de muralistas, de las radios piratas, de la literatura en los pueblos, en los barrios, las culturas y literaturas indígenas, la tradición oral indígena.

Formado como historiador, con tesis de licenciatura sobre geopolítica en Centroamérica y Nicaragua, Elorriaga Berdegué opinó que Espejo procurará registrar "lo que pasa en América Latina; más que un comité editorial, hacen falta más relaciones con grupos sociales, para que ellos escriban sobre su situación y saber lo que proponen para salir de esta crisis continental y mundial que implica el neoliberalismo". Elorriaga advierte:

Sobre economía no tratamos de dar buenos consejos al gobierno para decirle hacia dónde debe ir; lo que intentamos es buscar alternativas, porque de esto se mofan los señores del gobierno, de que no hay alternativa frente a sus programas económicos.

Elorriaga recibe cartas y visitantes de España, Francia, Irlanda, Reino Unido y Estados Unidos; gracias a esto también reflexiona con ironía:

La globalización ha globalizado la miseria, la represión, y ha querido echar atrás la historia. A algunos les ha pegado más fuerte que a otros, pero a todos les pega el sistema de unas cuantas compañías transnacionales sobre millones de humanos. Claro!, cuando algo se levanta en México con claridad y fuerza moral para decir "no estoy de acuerdo y tengo capacidad para proponer otra cosa", es lógico que en otras partes te escuchen y te digan: yo también tengo ideas de lo que se puede hacer, vamos a juntarnos, vamos a compartirlas. Son gente que ha sido marginada en su país y busca a la gente que puede pensar igual, personas a las que les parece importante que de los más pobres, marginados y reprimidos, como son los indígenas chiapanecos mexicanos, salgan tantas propuestas, salga una lucha tan digna.

Autosuficiencia de Espejo

Se han cerrado muchos proyectos, revistas, periódicos. Esto implica tanto la pérdida de espacios informativos como de empleos para los trabajadores de los medios de información, más cuando se trata de una perspectiva crítica y comprometida. Cómo haría Espejo para ser autosuficiente?

Se ha hablado demasiado de esto. Se han buscado varias formas de incorporar a mucha gente al periódico, semanario, mensuario o lo que se pueda. Planeamos constituirnos en una sociedad anónima, en la que tuvieran acciones los que quisieran, pero no hemos llegado a esto. Espejo está concentrado en imponer un estilo, y lo más importante ahora es hacer contactos con la gente que está trabajando para cambiar este país para que se de cuenta de que en Espejo tiene un espacio.

En la medida en que la gente entre y colabore, ella podrá decidir si será cooperativa, si será empresa, pero lo que es cierto es que tenemos que llegar a ser autosuficientes.Tú tienes que pensar siempre en grande, que puedes competir con los medios, que te vas a apoyar en un espacio, que competirás contra las revistas más vendidas, como las de Televisa, que no dicen nada pero que tienen una calidad gráfica. Claro, todo esto es todavía un sueño.

Muchas veces imprimimos un volante en papel Revolución porque te salía más barato, pero te manchaba los dedos cuando lo entregabas. Ésa es una vocación por ser marginal que hay que hacer a un lado. Hay que dar calidad, utilizando la mejor tecnología que tengas a la mano para dar una cosa atractiva. No se trata sólo de hacer una publicación que diga cosas muy importantes, sino de que a la gente le dé gusto tenerla en sus manos, que incluso quiera coleccionarla. Eso no lo puedes perder de vista. A veces tienes muy poco espacio y mucho texto, y batallas porque los diagramadores te dicen: "Vamos a jugar con los blancos." Aquí entra el criterio, pues debes pensar también en conseguir un diseño atractivo.

Espacio carcelario

En su primera etapa de encarcelamiento, Elorriaga estuvo confinado. Cuenta que entonces aprovechó el tiempo para leer a autores a los cuales les tenía muchas ganas y "más o menos ya está al corriente", sobre todo en cuanto a literatura latinoamericana. Conforme tuvo más "libertad" para moverse al interior de la cárcel, empezó a conocer a los presos campesinos, indígenas. Le interesó saber sobre ellos, sin descuidar la lectura de libros que analicen los problemas del México actual.

La cárcel se te ha impuesto como un espacio de reflexión?

La cárcel te quita mucha capacidad de trabajo responde con cierta exasperación, porque tú no puedes dirigir desde el teléfono, con visitas mensuales, y es lo que da mucho coraje, porque hay tanto trabajo en el que no puedo contribuir... Realmente soy un director honorario, porque el trabajo lo está haciendo la gente que está afuera de la cárcel. Yo les doy ideas, temas, ayudo con algunos artículos, con ideas gráficas.

Al compararlo con otros presos políticos de otros tiempos, como Ricardo Flores Magón, José Revueltas, los presos de 1968, o con el italiano Antonio Gramsci, Elorriaga ríe. Un "ojalá" elude y niega la comparación. Lo cierto es que Javier realiza una actividad política diferente: defiende los derechos de muchos indígenas presos en el penal de Cerro Hueco. Incluso, está escribiendo un libro al respecto para documentar que la reclusión de campesinos indígenas es un problema político y social que se intenta presentar como problema agrario y del fuero común. Elorriaga ha influido al PRD de Chiapas para que vele por sus militantes presos y ha logrado algunas liberaciones o, por lo menos, que los procesos jurídicos no caigan en la indiferencia o el abandono del sistema penitenciario.

Por último, agrega:

El proyecto Espejo también está vinculado a la producción de radio, pero también incursionaremos en Internet y donde podamos. Siento que vamos bastante lento, pero la intención es hacer un sistema de información; no nada más un periódico sino entrarle a todos los canales de información.

Todavía se puede ejercer el derecho a la información en México aunque después te lo cobran y ni modo, no hay que rendirse.


*El número 1 de Espejo ya está circulando. Es tamaño tabloide, de 24 páginas, producto del trabajo voluntario de varios trabajadores de la información y del diseño gráfico.