Elba Esther Gordillo
Renovación del Congreso del Trabajo

En los próximos días el Congreso del Trabajo renovará su presidencia. Con este motivo y teniendo presente la circunstancia actual del país, la importancia que ha tenido el CT en su historia reciente, misma que, sin embargo, ha tendido a debilitarse, así como los acontecimientos ocurridos en el mundo sindical en las últimas semanas, cobra particular relevancia lo que sucederá en el proceso de cambio de su dirigencia.

La crisis del modelo económico y las medidas adoptadas para superarla entre las cuales sobresalen la modernización de las relaciones laborales, la reestructuración productiva y la reorganización de los procesos de trabajo, con su cauda tanto de efectos positivos en la competitividad y productividad de la mano de obra y en la gestación de una nueva cultura laboral, como negativos en los costos sociales y en los impactos regresivos en la microeconomía de las unidades empresariales y del presupuesto doméstico; los cambios experimentados por la sociedad y el proceso de reforma del Estado en curso, han sido factores que han incidido en la recomposición del sindicalismo mexicano, la cual se procesa en torno a diversos polos de referencia, urgido como está de encontrar respuestas y alternativas a los retos que encaran los trabajadores.

En medio de esta amalgama de hechos, procesos y tendencias de sentido contradictorio se producirá un relevo más en el Congreso del Trabajo. El mismo debería alertar sobre la impostergable necesidad de encontrar otros procedimientos a los tradicionalmente empleados para fortalecer la vida interna y las acciones del máximo organismo de la clase trabajadora. Más allá de quién en esta ocasión resulte su nuevo presidente y de sus méritos como sindicalista, lo que es vital es la regeneración completa del CT, sin la cual éste correrá un severo riesgo de agotamiento.

En marzo de 1993, esto es hace más de tres años, en este mismo espacio, en relación con lo que acontecía en el Congreso del Trabajo, planteaba yo la necesidad de airear la atmósfera sindical ``que se encontraba enrarecida por una sensación de inmovilismo o, incluso, aturdimiento para dar lugar a un aire que propicie un estimulante ir y venir de ideas y argumentos... que genere una nueva cultura político-sindical... que imprima otro paso más rápido, firme y seguro al CT''. Estos planteamientos mantienen su vigencia.

El Congreso del Trabajo debería actuar como polo aglutinador y encabezar las demandas, luchas y propuestas de los sindicatos que pertenecen a él y también de otros que se encuentran fuera, para mejorar las condiciones de vida de los trabajadores y para fortalecer su protagonismo en los grandes procesos nacionales, en la elaboración, instrumentación y evaluación de las políticas públicas y en la modernización de las relaciones laborales.

En los meses por venir el Congreso del Trabajo requiere contar con un programa de acciones que debería incluir por lo menos tres cuestiones principales: 1) la revisión de su normatividad estatutaria para adecuarla a las necesidades y circunstancias actuales; 2) la convocatoria y realización de la Segunda Asamblea Nacional del Proletariado, de la cual deberían emerger los lineamientos básicos de la renovación del sindicalismo mexicano entre otros indispensables: su democratización profunda, la recuperación y fortalecimiento de su autonomía, el desarrollo de una cultura sindical abierta y propositiva, el establecimiento de relaciones respetuosas y corresponsables con el Estado, los empresarios los partidos políticos y la sociedad para atender los grandes problemas nacionales; la elaboración y puesta en práctica de una estrategia viable para recuperar el salario y el empleo, y la formulación de propuestas consensadas y de avanzada que le permitan participar de manera activa en los cambios en el proceso de trabajo y en el desarrollo de la nueva cultura laboral, y 3) la presentación oportuna de alternativas desde la perspectiva de los trabajadores a cuestiones cruciales como la reforma del Estado, la modificación de la normatividad jurídica en materia laboral, la definición de la política social, que demandan una atención inmediata por parte del sindicalismo y de su activa participación en el debate y en la formulación de políticas públicas.

El Congreso del Trabajo se encuentra ante una nueva oportunidad de aprovechar la renovada presencia de los sindicatos en la vida nacional, para transformarse y conducir constructivamente los ánimos reivindicativos y participativos de los trabajadores, contribuyendo a la superación de la crisis que vive México, a la democratización de la sociedad y del Estado, y a la generación de una recuperación y un crecimiento económicos que den origen a un efectivo desarrollo social.

Saber aprovechar el tiempo es una virtud que revela ampliamente su significado cuando se trata de procesos sociales. Demuestra la estatura del liderazgo y la viabilidad de los proyectos. Este es el nuevo tiempo de los trabajadores.