La Jornada 20 de mayo de 1996

Recorta trámites la Secofi: de 211 a 127

Patricia Muñoz La Secretaría de Comercio y Fomento Industrial (Secofi) entra a partir de hoy en un plan completo de restructuración administrativa, mediante el que reducirá en 40 por ciento el número de trámites que realiza; disminuye los requisitos y el papeleo en el 80 por ciento de las gestiones, y establece plazos cortos de respuesta a las solicitudes de los empresarios.

Paralelamente, la dependencia impulsó reformas a diversos procedimientos judiciales en materia mercantil y civil, para desaparecer los juicios largos y evitar y la ejecución de ``chicanas'', que son una serie de artimañas de las que se valen los abogados ante los jueces para alargar innecesariamente los conflictos legales.

La dependencia dio a conocer el Programa de Desregulación, que comprende:

1. Reducir el número de trámites vigentes de 211 a 127, lo que representa una disminución del 40 por ciento, y aligera sustancialmente las actuales obligaciones de las empresas.

De los trámites que permanecerán --explicó la Secofi--, 103 no se pueden eliminar porque se requieren para que las empresas tengan acceso a programas especiales como el de maquiladoras, el de importaciones temporales o el de empresas altamente exportadoras.

2. Establecer plazos precisos de resolución de la autoridad a los trámites que realizan las empresas para el 93 por ciento de las gestiones, y se introduce la figura de la afirmativa ``ficta'', que consiste en que cuando la Secofi no dé una respuesta a las empresas en los tiempos señalados, automáticamente se dará por autorizado el trámite.

3. Reducir los requisitos de información y documentación que deben anexar las empresas en el 80 por ciento de los trámites.

4. Descentralizar diversos trámites y ampliar las posibilidades de que las empresas puedan enviar sus solicitudes, y recibir las resoluciones correspondientes por correo y mensajería a fin de hacer menos oneroso y engorroso realizar trámites, que así se volverán más fáciles de cumplir. Además, ya no será necesario conseguir permisos u opiniones previas en otras oficinas públicas para realizar los trámites.

El objetivo del programa es ``dar certidumbre a las empresas, ya que se asegura la pronta respuesta de la Secofi a sus gestiones, facilitándoles la planeación y realización de las actividades''.

Indicó que la tarea de revisión de trámites se está realizando también en otras dependencias públicas, por lo que en los próximos cinco meses deberán llevar a cabo programas de desregulación las secretarías de Salud, Relaciones Exteriores, Educación Pública, Trabajo y Previsión Social, Energía, y del Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca.

Paralelamente a esta política de desregulación están las reformas a diversos procedimientos judiciales en materia mercantil y civil. Por ello, la Secretaría de Comercio propuso la simplificación y agilización de procedimientos judiciales, como por ejemplo acortar la duración de los juicios que muchas veces se vuelven innecesariamente largos debido a las ``chicanas'' que realizan los abogados, al valerse de argucias para alargar los juicios.

Dentro de estos cambios legales se restituirá la figura del perito, como una persona experta en alguna ciencia, técnica o industria, para que verifique y certifique en los juicios.

También se espera reducir el costo judicial de cumplir con contratos e impulsar mecanismos crediticios más accesibles para las pequeñas y medianas industrias, con las reformas aprobadas a la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, y el Código Civil para el Distrito Federal.

Particularmente, el uso del fideicomiso como instrumento alternativo de pago, que ahora podrán utilizar las micro, pequeñas y medianas empresas debido a que no tendrán que poner como garantía sus propios bienes sino constituir fideicomisos.

Todas estas acciones forman parte de la desregulación en materia comercial, que es uno de los pilares del Programa de Política Industrial y Comercio Exterior, y un elemento indispensable para que las empresas puedan competir exitosamente en la medida en que los trámites, requisitos y demás obligaciones que deben cumplir, tanto para establecerse como para desarrollar sus actividades, se han reducido, y los que permanecerán serán más claros y sencillos.

Junto a esto se eliminan factores que permiten la posibilidad de arbitrariedad y corrupción por parte de las autoridades, y que imponen altos costos para la operación de las empresas, particularmente las pequeñas. Ahora será necesario que las dependencias justifiquen los trámites y requisitos que deben cumplir las empresas, mediante un calendario prestablecido, apuntó la Secofi.