La Jornada 22 de mayo de 1996

Morelos: plagian a biznieto del magnate Jenkins

Francisco Guerrero Garro y Víctor Guerra, corresponsales El bisnieto del multimillonario Williams Jenkins, Roberto Jenkins Azunsolo, de ocho años, fue secuestrado por un comando armado hace tres semanas en Lomas de Cocoyoc, Morelos, pero no fue sino hasta ayer que trascendió la información, de manera extraoficial, en altas esferas policiacas.

Por otra parte, en Escuinapa, Sinaloa, un agricultor de esta localidad fue plagiado la mañana de ayer por cinco sujetos armados, quienes lo interceptaron en los momentos en que regresaba de su rancho a su casa en la comunidad de La Concha, al sur de ese municipio. Debido al hermetismo sobre el caso no se conoció el nombre de la víctima.

Roberto Jenkins, hijo de Jaqueline Azunsolo --quien fuera una de las modelos favoritas del muralista Diego Rivera--, fue plagiado cuando llegaba a su casa en Lomas de Cocoyoc al ser interceptado el vehículo en que viajaba, luego de que los secuestradores amagaran con armas de alto poder al chofer.

El menor podría ser el heredero de su extinto bisabuelo Williams Jenkins, quien logró acumular una multimillonaria cantidad de dinero, 50 salas de cine y un ingenio de azúcar en el estado de Puebla.

Williams Jenkins, quien creó la fundación que lleva su nombre en Puebla, fue forjador de empresarios como Gabriel Alarcón, director de El Heraldo de México, así como de Manuel Espinoza Yglesias, actual director del Banco de Comercio (Bancomer).

El secuestro ocurrió a sólo una semana de que fuera secuestrado Bernardo Salgado Leguizamo, tío del notario público número dos de Cuernavaca, Hugo Salgado Castañeda.

Respecto al secuestro en Escuinapa, Sinaloa, se supo que un grupo de cinco sujetos armados obligaron al agricultor a detener la marcha de su unidad, luego de bloquear el camino con pesados troncos de madera. Enseguida, lo bajaron de la camioneta y se lo llevaron con rumbo desconocido. Después, la policía conoció del hecho cuando el vehículo fue encontrado con las puertas abiertas y las llaves puestas en el encendido del motor.

Horas más tarde trascendió que los familiares recibieron la primera llamada telefónica de los plagiarios, quienes presuntamente exigen un millón de dólares por la libertad de la víctima.

Sin embargo, según se reveló, hubo la advertencia de que si se daba aviso a la policía o a la prensa, el secuestrado puede recibir represalias contra su vida.

El subprocurador de Justicia en la zona sur, Luis Zúñiga Vízcarra, informó que hasta el momento no han recibido denuncia alguna sobre el caso, aunque aceptó conocer del hecho.

Este es el segundo plagio ocurrido en esta región en menos de dos meses. En el primer caso, la víctima fue el presidente de la Asociación de Agricultores del Río Las Cañas, Ignacio Quevedo, por quien sus captores pedían un rescate de por lo menos un millón de dólares.