DUELO
Arturo García Hernández Fue inevitable. La sombra enorme de María Félix persiguió hasta la muerte a su hijo, Enrique Alvarez Félix. Durante todo el día de ayer, la suya fue la presencia más esperada en la funeraria donde fue velado el actor. Público y periodistas se arremolinaron en desordenado tumulto cuando La Doña llegó a la capilla 10 de Gayosso Sullivan, acompañada del actor Ernesto Alonso y el periodista Ricardo Rocha. ``El dolor por la muerte de mi hijo es grande, pero sólo el tiempo me ayudará a superarlo. Enrique fue un buen actor y un buen muchacho'', dijo María Félix en breve y atropellada entrevista con los medios de comunicación.
La actriz arribó a la ciudad de México a las 18:30 horas, procedente de París. A las 19:45 horas se presentó en la funeraria, en cuyo acceso la esperaban varias decenas de admiradores que gritaban: ``Estamos contigo María!''. Más tarde ella diría a la prensa: ``Estoy conmovida por el cariño que el pueblo de México le ha demostrado a mi hijo Enrique. Es en estos momentos cuando la emoción es grande y las palabras muy chicas''. Aunque visiblemente afectada por el deceso de Enrique Alvarez Félix, La Doña se mostró serena y cortés. Su voz era baja pero clara. Al respecto señaló: ``Siento mucha paz y les doy gracias a los que me han ayudado a superar este dolor (...) Estoy tranquila porque el amor que el pueblo de México me da, me llena de fortaleza''.
Al ver el recibimiento que la gente le dio a su llegada, María Félix pidió que se abrieran las puertas de la capilla al público en general para que pasaran a desfilar ante el féretro de su hijo. Aunque, a decir verdad, lo que la gente quería era estar con ella o por lo menos mirarla. Pero ella se apartó a un área de descanso, de la que sólo aceptó salir un momento para hacer guardia junto al féretro y satisfacer la petición de los fotógrafos a cambio despejar la capilla. Gafas oscuras, paso lento pero seguro, la actriz rechazó las manos del personal de vigilancia que se ofreció a ayudarla: ``No me dé la mano, yo puedo sola''. Poco después de María Félix, también llegó a la funeraria Emilio Azcárraga, presidente ejecutivo de Televisa, quien estuvo en la misa de ``cuerpo presente'' que se ofició en honor de Alvarez Félix. Fue precisamente el equipo de seguridad de Azcárraga el que se hizo cargo de la logística y vigilancia para facilitar el arribo de La Doña. Después de poco más de un par de horas, el accionista mayoritario de Televisa se retiró.
Entre los amigos de María Félix y de Enrique Alvarez que se hicieron presentes en el velatorio estuvieron Juan Gabriel, Verónica Castro, José Luis Ibáñez, Gabriel Figueroa, Ofelia Guillmáin, Norma Lazareno, Alicia Montoya y Enrique Patrón de Rueda. A propios y extraños llamó la atención la ausencia, por lo menos hasta las 22 horas de ayer, de Jacobo Zabludowsky, uno de los amigos más cercanos de La Doña.
El sepelio de Enrique Alvarez Félix está programado para este domingo a las 11 horas, en el panteón Francés.