La Jornada 26 de mayo de 1996

Más crímenes del grupo Paz y justicia, acusa el párroco de Tila

Juan Balboa, corresponsal, Tuxtla Gtz., Chis., 25 de mayo Heriberto Cruz Vera, párroco de Tila, denuncia que el grupo paramilitar priísta Paz y Justicia sigue cometiendo secuestros y asesinatos de opositores, y aseveró que la presencia del Ejército federal ha aumentado en los últimos ocho meses.

Cruz Vera aseguró que policías y militares han ocupado las iglesias en esa región, ``hasta el atrio han invadido'', lo mismo que casas ejidales y otros lugares. La presencia militar ha crecido en Sabanilla, Tumbalá, Tila, Yajalón y Salto de Agua, en tanto que el grupo Paz y Justicia mantiene ``tensa'' a la región por el apoyo que recibe de políticos, como el diputado local Samuel Sánchez.


Cadáver de uno de los campesinos asesinados ayer en una
emboscada realizada por el grupo
Paz y Justicia,
según los pobladores.
Foto: Omar Meneses

Mientras no exista verdadera sinceridad y buena voluntad en ``lograr que este grupo sea desarmado'', la paz verdadera está muy lejana, advirtió, pues ``creo que Paz y Justicia ha sido un grupo muy violento. El año pasado su actividad fue palpable también para muchos observadores nacionales e internacionales, pues este grupo tiene tristemente en su cuenta muertes, crímenes y secuestros que fueron denunciados en septiembre de 1997. Tan es así que los mismos observadores electorales fueron agredidos e intimidados.

``Las expulsiones siguen. Precisamente ahora, durante la visita del obispo coadjutor Raúl Vera, cuando recorríamos Shucjá, el 14 de enero, quemaban las casas de unos refugiados después de haber hecho un acuerdo de paz, de respeto. Los indígenas expulsados por Paz y Justicia el año pasado habían ido ya a construir su nueva casa, una casa bastante grande, y se la quemaron'', senaló.

El párroco de Tila, perteneciente a la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, señala que el grupo paramilitar del PRI quiere mantener, a como dé lugar, el control político y económico de la Región Norte, y se manifestó porque las autoridades realicen una verdadera campaña de desarme en la zona.

Explicó que la permanencia de grupos armados que violentan la vida social y política del estado contradice los acuerdos de San Andrés Larráinzar, ``siempre que se va a iniciar el diálogo hay una acción fuerte que desdice la buena voluntad de las autoridades de que haya una paz con justicia y dignidad''.

``Ahora, por ejemplo, la sentencia contra Elorriaga y Entzin, y sobre todo los cargos de terrorismo, la aparición violenta de los Chinchulines,; en Tila, la actividad del grupo Justicia y Paz, que también se ha denunciado desde hace muchos años, y las muertes, los secuestros, sin que se haga algo'', precisó.

Cruz Vera dijo que la situación para los agentes de pastoral es difícil y peligrosa en la zona norte de Chiapas, pues ``no hay seguridad para visitar las comunidades''. Recordó que desde septiembre pasado han estado recibiendo amenazas de muerte, y precisó que no sólo se les calumnia, sino inclusive han sido atacados con bombas molotov.Acusado de provocar invasiones y de simpatizar con el EZLN, Cruz dijo que cuando se promueve al hombre entero mediante el evangelio, ``el pobre toma conciencia de su dignidad y de que es sujeto transformador de su historia; por eso se nos acusa de subversivos''.