La Jornada 30 de mayo de 1996

Schulenburg: ni corrupción ni malos manejos en el Tepeyac

José Antonio Román y corresponsales El abad de la Basílica, Guillermo Schulenburg, rechazó enérgicamente que exista corrupción o malos manejos económicos en el templo del Tepeyac.

Aseguró que siempre ha presentado, junto con el cabildo de la Basílica, un informe anual a la Arquidiócesis Primada de México, el cual refleja la ``claridad'' de las finanzas. ``Nunca me he enriquecido ilícitamente. No he hecho fortuna a costa de la fe'', afirmó en breve entrevista, en la cual dijo creer en el milagro guadalupano.

Por otra parte, el Consejo de Presidencia del Episcopado Mexicano tiene ya un primer borrador donde fijará su posición respecto de la polémica que han generado las declaraciones del abad de la Basílica en torno de las apariciones de la virgen de Guadalupe, la existencia histórica del indio Juan Diego y su beatificación.

Trascendió que dicho documento, propuesto por el secretario general del Episcopado, Ramón Godínez Flores, será de apoyo al trabajo pastoral que ha desempeñado monseñor Schulenburg durante 33 años al frente de la Basílica. La posición formal del Episcopado podrá darse a conocer a la opinión pública el lunes próximo, esperando que las ``cosas se calmen'' y se asuma una posición más reflexiva en torno del abad.

El texto de dos cuartillas lo discutirán hoy en la ciudad de Tacámbaro los obispos que integran el Consejo de Presidencia, quienes asistirán a la toma de posesión del nuevo obispo de dicha diócesis.

Ciertamente, el pasado lunes, en reunión de cabildo, se presentó al arzobispo primado de México, Norberto Rivera Carrera, el último informe sobre las finanzas de la Basílica. Después de esta reunión Schulenburg dio a conocer su comunicado de seis líneas donde calificó de ``falsa'' la versión de la revista italiana 30 Giorni.

Durante la breve entrevista realizada al abad en las puertas de su residencia en Bosques de las Lomas, aseguró que prácticamente toda su vida ha trabajado por defender y promover la fe en la virgen de Guadalupe y que no tiene intención alguna de renunciar a la responsabilidad que le delegó el papa Juan XXIII en 1963.

Dijo que pese a la ``falsedad'' de las versiones de la revista italiana, que nunca lo entrevistó, no presentará denuncia penal en su contra.

Las declaraciones de Schulenburg, donde duda del milagro guadalupano, han generado un clima hostil en su contra en varias ciudades del país. En Ciudad Juárez grupos conservadores no identificados iniciaron una campaña en contra del abad, a quien catalogan de ``traidor a la Iglesia católica'' en volantes y pintas realizados en diversos puntos de la ciudad.

Jóvenes no identificados se dedicaron a entregar volantes fuera de las principales iglesias de esta ciudad fronteriza y a pintar en lugares públicos, incluyendo las paredes del obispado, y en calles de mayor circulación. ''!Viva Juan Diego!'', ''!Abad traidor'' y ''!Fuera el abad de la Basílica!'' son algunas frases que pueden leerse en calles de Ciudad Juárez.

El vicario de esta diócesis, René Blanco, dijo que las pintas son una muestra de indignación contra el abad, pero que este tipo de acciones no ayudan a restablecer la armonía entre católicos luego de las polémicas declaraciones.

La arquidiócesis de San Luis Potosí estimó, por su parte, que las apariciones de la Virgen son un ``hecho histórico consumado'' y no un dogma de fe, por lo que la controversia es resultado de un tratamiento indebido por parte de la ``prensa amarillista italiana''.

El vocero de la arquidiócesis, Joaquín Antonio Peñalosa, dijo que el escándalo surgido luego de las declaraciones del abad resultan ser un hecho ``sumamente lamentable y doloroso para todos los mexicanos católicos y no católicos''.

Estos comentarios, dijo, dañan la fe católica de los mexicanos y podrían causar mella en sus creencias y en su cultura religiosa, por lo cual se pronunció porque el caso sea investigado hasta sus últimas consecuencias y se conozca la verdad.

Peñalosa agregó que el caso de Schulenburg no es el primero de los llamados antiaparicionistas que se presentan en México, pero el problema radica en que lo sostiene quien se supone debe ser el custodio de la fe guadalupana. Dijo que este episodio tan desagradable puede ser atribuible a que el abad cumplirá 80 años el próximo 12 de junio, lo que puede propiciar declaraciones infundadas y no razonadas debidamente.

Eduardo Merlo Juárez, investigador y estudioso del tema guadalupano, señaló que tales declaraciones sólo pueden atribuirse a una ``decrepitud'' del prelado, pues históricamente está probado que el indio del Tepeyac existió.

Agregó que la gravedad de las aseveraciones del abad no sólo se debe a que contraría un culto ampliamente extendido, sino a que el sacerdote expresa ideas ilógicas que demuestran que sus conocimientos sobre teología fallan, quizá debido a su avanzada edad. Para el estudioso, el problema radica en que si Juan Diego no habría existido, se estaría engañando a la gente desde hace más de cuatro siglos.

El obispo de Mexicali y presidente de la Comisión Episcopal de Movilidad Humana, Ulises Macías, dijo que negar la existencia de la Virgen es ``bombardear y dinamitar'' la fe y creencias del pueblo de México, en especial de los más sencillos, aunque mostró reservas sobre la veracidad de las declaraciones atribuidas al abad.

Dijo que todo esto ``forma parte de un ataque para que Schulenburg renuncie a la Basílica por tener más de 75 años de edad, y ahora quieren opacar su imagen haciéndole decir lo que en verdad no dijo''. (Rubén Villalpando, Antonio González Vázquez, Antonio Heras y La Jornada de Oriente).