La Jornada 30 de mayo de 1996

DDF: desperdicia al día cada capitalino 100 litros de agua potable

Alberto Nájar El Distrito Federal vive días de intenso calor. Los niveles alcanzados en la temperatura ambiente de la capital del país han estado muy cerca del máximo histórico registrado, que fue de 33.5 grados centígrados en junio de 1989, según informó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).

Por otro lado, en la presente temporada de estiaje aumentó en mil litros por segundo el caudal de agua que se distribuye a la ciudad, de tal manera que corren por las tuberías aproximadamente 2 millones 600 mil litros por minuto, informó la Dirección General de Construcción y Operación Hidráulica (DGCOH), dependiente del DDF.

Esta cantidad de agua, empero, es insuficiente para satisfacer la demanda de la ciudad, pues según el director de Operación de la DGCOH, Rubén Bello, alrededor de 500 mil capitalinos carecen del servicio de agua potable por diversas razones, entre ellas, la falta de infraestructura hidráulica en las zonas donde habitan.

Asimismo, en decenas de colonias de las delegaciones Gustavo A. Madero, Tlalpan, Iztapalapa, Alvaro Obregón y Magdalena Contreras se utiliza el sistema de ``tandeo'' para dotarlas del líquido, es decir, reciben agua durante ocho horas al día, solamente.

En contraste, de acuerdo con estadísticas de la dependencia, en promedio cada uno de los capitalinos que sí cuenta con el servicio en su domicilio desperdicia al día cien litros de agua potable, cantidad que, en suma, alcanzaría para satisfacer por completo las deficiencias en el abasto de la zona metropolitana por varios años.

Mientras tanto, el SMN pide ``calma'' ante el calor sofocante que se ha registrado en el valle de México, porque ``se trata de un fenómeno completamente normal''. Alfonso Medina Ramírez, investigador de la institución, afirmó que en la presente temporada de estiaje los vientos procedentes del Pacífico y el Atlántico registran una ligera reducción en sus niveles de humedad, factor que incide en el clima del centro del país.

A las condiciones climatológicas se suman la contaminación ambiental y la población del Distrito Federal, factores que influyen definitivamente en el tipo de clima que se siente en el presente estiaje. Hasta ahora, el máximo histórico fue de 33.5 grados centígrados, en junio de 1989; la semana pasada, la temperatura en la capital ascendió hasta 32 grados, muy cerca de la cifra más alta que se haya registrado.

Medina Ramírez añade otro elemento más, el hecho de que la temporada de lluvias no empieza aún y por lo tanto, las masas de aire que vienen de los océanos ``no están cargadas de humedad''. Y por si fuera poco, explica, ``en esta época los rayos del sol inciden en forma perpendicular y por más tiempo, porque los días son largos''. Esta situación se presenta particularmente en el mes de mayo.

Para el investigador del Servicio Meteorológico, no existe nada anormal en las temperaturas tan elevadas que se han presentado en la capital, e incluso descartó que existiera alguna relación con la sequía que padecen algunos estados del país. ``Lo raro sería que empezara a llover ahora en el noroeste o que hiciera frío por acá; la temporada siempre empieza primero en el sur, sigue en el centro y por agosto empiezan a caer las primeras gotas en el resto del país'', aclaró.

Mientras tanto, ante la excesiva demanda, la DGCOH aumentó su caudal de abasto a la capital en mil litros de agua por segundo, que de cualquier manera resultan insuficientes ``por la cultura que se tiene, pues muchos acostumbran bañarse dos veces al día o no se preocupan por las fugas'', señalan Rubén Bello y Simón Borja, director de Operaciones y subdirector de Drenaje, respectivamente.

Comentan que, por ejemplo, el caudal que recibe la ciudad de México, permite a cada uno de sus habitantes contar con 310 a 320 litros de agua al día para su consumo personal, cantidad mayor a la que ofrecen metrópolis como Nueva York, donde el abasto es de 200 litros.

La diferencia en la dotación de agua ``es desperdicio, no podemos llamarlo de otra manera''. De aprovecharse esta cantidad del líquido no habría ningún problema en el abasto a la zona metropolitana.

Mientras, ``decenas de colonias, no tenemos el dato exacto'', reciben el servicio a través del método de ``tandeo'', es decir, sólo durante ocho horas al día. Las zonas más afectadas son las partes bajas de las delegaciones Alvaro Obregón y Magdalena Contreras, así como las colonias más alejadas de Iztapalapa y Tlalpan. ``Se trata de asentamientos irregulares donde no hay forma de construir la infraestructura'', señalaron los funcionarios.

Sin embargo, dijeron, los habitantes de estas colonias se pueden considerar como ``beneficiados'', porque según estadísticas de la DGCOH, alrededor de 500 mil capitalinos no cuentan ni siquiera con el servicio de ``tandeo''. Para ellos, la única opción que queda es esperar la llegada de pipas de la delegación que les surtan de agua, cuando se pueda o se quiera.

Para ambos funcionarios, la ciudad de México tiene garantizado el abasto ``en forma indefinida''. La única condición es, subrayaron, ``que se fomente una cultura para cuidar el agua''.