La Jornada 30 de mayo de 1996

Demandan en cuatro estados aplicar medidas de emergencia

De los corresponsales Autoridades municipales de Mazatlán, Sinaloa, y de Pánuco, Veracruz, así como empresarios de Chihuahua y ganaderos de Coahuila reiteraron ayer a las autoridades estatales y federales la necesidad de que se pongan en marcha planes emergentes que contrarresten los graves efectos de la sequía.

El Consejo de Seguridad Municipal de Mazatlán decretó estado de alerta en la región, ante los daños sufridos por la agricultura, la ganadería, la pesca y la escasez de agua para consumo humano.

En una reunión con la Junta Municipal de Agua Potable, representantes de los sectores agrícola y ganadero hablaron de la pérdida de más de 200 hectáreas de cultivo, la muerte de 150 reses y la falta de agua en las principales ciudades del sur de Sinaloa.

Por su parte autoridades municipales de Pánuco, Veracruz, afirmaron que más de 2 mil cabezas de ganado han muerto en la zona norte de la entidad y los agricultores han resentido fuertes pérdidas económicas por la falta de lluvias.

Los niveles de los ríos, lagunas y esteros siguen disminuyendo, informó el síndico Gerónimo Andrade Córdoba, por lo que pidió un plan de emergencia que ayude a enfrentar la situación.

Por otro lado, sectores empresariales de Chihuahua y ganaderos de Coahuila solicitaron al gobierno federal que declare ambas entidades zonas de desastre y canalice recursos adicionales para enfrentar la sequía que ha afectado gravemente a los sectores productivos de dichas regiones.

El Centro Empresarial de Chihuahua (CECh), que agrupa a 15 organismos de la iniciativa privada estatal con más de mil empresarios, pidió al Ejecutivo federal decrete la emergencia en el estado y canalice subsidios a los sectores productivos más afectados.

El dirigente estatal de la Coparmex, Sergio Armendáriz Chaparro, afirmó que Chihuahua es la entidad más dañada por la falta de lluvias, por lo que solicitó mayores recursos de la Federación para invertir en infraestructura básica como presas y caminos, cuyas obras generen empleos.

Por su parte, el consejero de la Unión Ganadera Regional de La Laguna, Mario Valdés Berlanga, afirmó que se realizan gestiones para que dicha región sea considerada como zona de desastre, petición que --dijo-- podría extenderse a otras entidades como Coahuila, Durango, Nuevo León, Tamaulipas, Chihuahua, Sonora, Baja California, Baja California Sur y el norte de Veracruz.

Valdés Berlanga dijo que por ahora, el escaso volumen de agua extraído de las presas y el subsidio a las tarifas eléctricas permitió a los ganaderos locales sortear la situación, ``pero se teme que no aguanten por mucho tiempo si persiste la sequía''.

Problemas en Sinaloa

En Sinaloa, la Comisión Nacional del Agua responsabilizó a los productores por los problemas en los cultivos de maíz y algodón, ya que sembraron sin autorización del Comité Hidráulico. La dependencia precisó que serán rehabilitados 48 pozos y dos plantas de bombeo. Por su parte, la Secretaría de Agricultura perforará 60 pozos y productores privados alrededor de 30.

En Tamaulipas, las presas internacionales La Amistad y Falcón, de donde se deriva agua para el Distrito de Riego 025, cerraron las compuertas porque su capacidad de almacenaje se encuentra al 33 y al 12 por ciento, respectivamente, lo que hace imposible el cultivo de granos bajo el régimen de riego.

El secretario técnico de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural del estado, Arnulfo López Olivares, apuntó que la presa Vicente Guerrero, en donde se suministra agua para Ciudad Victoria, registra niveles del 23 por ciento.

En el caso de la Marte R. Gómez, de donde se desviaron las descargas a la presa El Cuchillo, de Monterrey, sus niveles presentan un déficit del 95 por ciento, mientras que la Pedro José Gómez, con la que se irrigan varias hectáreas de hortalizas, se encuentra al 32 por ciento. Asimismo, la Caballeros, importante para alimentar comunidades rurales del centro del municipio de Victoria, alcanza el 44 por ciento.

El Servicio Meteorológico de la CNA en Piedras Negras, Coahuila, informó que las temperaturas podrían continuar oscilando entre 38 y 40 grados centígrados en los próximos días, aunque anunció que existe la posibilidad de que caigan algunas lluvias en la sierra de El Burro, en Múzquiz, lo que elevaría los caudales de los ríos Escondido y San Rodrigo, afluentes del Bravo.

A su vez, el presidente del comisariado del ejido Piedras Negras, Zaragoza Trujillo Llamas, manifestó que la sequía continúa ocasionando estragos en la región y que de no registrarse lluvias será imposible sembrar granos, lo que obligará a importarlos.

En Querétaro, se reporta que en promedio sus presas se encuentran al 32 por ciento de su capacidad y tienen un déficit de almacenamiento en los principales cuerpos de agua de casi un 80 por ciento. Están en peligro 35 mil cabezas de ganado y 90 mil hectáreas de cultivos básicos.

Por otra parte, el Centro de Investigaciones Científicas y Estudios Superiores de Ensenada (Cicese) recomendó a los ganaderos del municipio de Tijuana, que trasladen los hatos de ganado hacia la parte costera del sur de la entidad, frente al Golfo de Cortés, al pronosticar que la sequía --``que se espera continúe los próximos tres años''-- se resentirá con menor intensidad en esa región.

Edgar Pavia, jefe del laboratorio de meteorología del Cicese, señaló que investigaciones de ese centro indican que es conveniente el movimiento de las reses hacia el sureste de la entidad, ya que esa será la zona que se verá beneficiada con precipitaciones pluviales los próximos años.

Tormentas en el norte

Una tormenta de granizo y tierra cayó ayer por la tarde sobre la Comarca Lagunera, en tanto que Nuevo Laredo resintió vientos huracanados y lluvias, que ocasionaron en ambos casos, la suspensión de energía eléctrica y la caída de árboles.

En La Laguna, los agricultores señalaron que la granizada ``no es del todo benéfica'' porque puede perjudicar los cultivos que están en pleno desarrollo, como es el caso del algodón.

La Comisión Nacional del Agua informó que el meteoro fue ocasionado por un frente frío proveniente del norte, que al chocar con las altas temperaturas del desierto provocó una fuerte tormenta de arena y posteriormente el granizo. La tormenta paralizó la circulación de automotores en el área urbana, pero no ocasionó incidentes ni daños.

En Nuevo Laredo, varias colonias del poniente de esa ciudad fronteriza sufrieron daños menores, mientras que en el primer cuadro las lluvias ocasionaron inundaciones y trastornos vehiculares por la falta de energía eléctrica.

(Víctor Guerra, Alejandro Romero, Edgar Rodríguez, Martín Sánchez, Martha Patricia Castro, Antonio González, Alberto Espinosa, Jorge A. Cornejo, Jorge Torres y Carlos Figueroa).