La Jornada 30 de mayo de 1996

Netanyahu aventaja a Peres por medio punto

Afp, Ap, Ansa, Dpa, Efe y Reuter, Jerusalén, 30 de mayo La incertidumbre prevalecía este jueves en Israel, un día después de las elecciones generales. Hasta el cierre de esta edición el líder de la oposición derechista, Benjamin Netanyahu, lleva una ventaja de sólo 0.5 por ciento en la votación sobre el laborista Shimon Peres, completado el escrutinio de 98.2 por ciento de la votación.

Según la Comisión Central Electoral, Netanyahu tendría 50.2 por ciento contra 49.7 del actual primer ministro Peres. Estas cifras se dieron a conocer horas después de una virtual guerra de datos oficiales y extraoficiales. Proyecciones realizadas por canales de televisión israelíes con base en encuestas a boca de urna difundidas a lo largo de la madrugada concedían 50.4 por ciento de la votación para Netanyahu, contra 49.6 del primer ministro. Las primeras estimaciones oficiales daban una ligera ventaja al primer ministro laborista.

En todo caso, las autoridades electorales prevén que los resultados oficiales podrían difundirse mañana viernes, y no descartan que debido a que se deberán escrutar entre 120 mil y 150 mil votos de ciudadanos no residentes en el país, el anuncio sobre el vencedor de las elecciones podría conocerse incluso hasta el próximo domingo.

Durante las primeras horas de este jueves, la diferencia entre las votaciones de ambos candidatos se expresaba en apenas 10 mil votos. La participación fue del 71 por ciento del padrón, dos horas antes de cerrarse las urnas a las 20:00 horas locales, tasa que superó la de las elecciones de 1992, que fue del 68.2 por ciento a la misma hora. En total, 3 millones 900 mil personas mayores de 18 años fueron convocadas a votar. Fue la primera vez que los israelíes eligieron directamente al primer ministro, usando boletas diferentes para elegir al Parlamento y al jefe de gobierno. Fue también la primera vez que enfermos mentales pudieron ejercer su derecho al voto.

El primer ministro Peres informó que no hablará ante sus simpatizantes antes de conocer los resultados definitivos de las elecciones. Tras conocerse que con el escrutinio del 10 por ciento de los votos, la ventaja correspondía a Peres, partidarios de los laboristas bailaron con ramas de olivo por las calles de Tel Aviv. Pero en las horas subsecuentes la ventaja que mostraban las proyecciones se invirtió varias ocasiones en favor de uno u otro candidato con variaciones a veces de la mitad de un punto porcentual.

Las tendencias en el voto parlamentario mostraron pérdidas de escaños tanto para el Partido Laborista como Likud, lo cual indica que sea cual sea el partido ganador, éste deberá hacer coalición con los pequeños partidos religiosos. Según los primeros resultados, los laboristas perdieron nueve de 44 bancas, y Likud, ocho de 40.

El Partido Nacional Religioso y la también religiosa formación Shas subieron de seis a 10 escaños cada uno, mientras el partido de izquierda Meretz, aliado de los laboristas perdió tres de nueve diputaciones. En total, los partidos religiosos incrementaron sus 16 escaños a 22, lo cual fue interpretado por analistas como pérdidas para Likud.

Likud acusa de injerencia a EU

Al inicio de la jornada, Peres se declaró optimista sobre su victoria y elogió a Bill Clinton, quien desde hace varios días ha dado a entender de que la continuidad del gobierno laborista es la opción más favorable para concretar el proceso de paz en Medio Oriente. Por su parte, Netanyahu afirmó hoy que si Clinton ha hecho un llamado al sostener el campo de la paz, ello quiere decir que Washington apoya a la derecha.

El dirigente de Likud, el ultraderechista Ariel Sharon afirmó que las declaraciones de Clinton en favor de los laboristas son una "grosera intervención`` en las elecciones y agregó que Israel ''no es una república bananera" para que Washington se sienta con derecho de inmiscuirse en sus asuntos internos.

Los primeros resultados escrutados en la meseta siria del Golán, indican que en esta región ocupada por Israel, Peres logró mayoría en la votación de los colonos. El primer ministro ha declarado su disponibilidad a negociar la devolución de ese territorio a Siria, mientras Netanyahu ha dicho que mantener su ocupación es indispensable para la seguridad de Israel.

Damasco afirmó quién sea que resulte ganador en las elecciones, deberá devolver el Golán, pues Damasco lo considera una condición para lograr la paz entre ambos países.

Durante la jornada electoral se desplegó un operativo de seguridad de alrededor de 25 mil soldados y policías y militantes de todos los partidos se dedicaron a escoltar a los votantes hasta las urnas para evitar altercados con entre simpatizantes laboristas y de derecha. La policía detuvo a un grupo de activistas de derecha que distribuían boletas electorales falsas entre inmigrantes etíopes y rusos.

Asimismo, se reforzó la vigilancia para evitar posibles ataques terroristas integristas. El vocero del ala política del movimiento Hamas, Mahmud Sahar, afirmó que el grupo llamó a desistir de perpetrar ataques antiisraelíes antes y durante las elecciones para evitar contribuir a una victoria de Netanyahu. Advirtió, sin embargo, que Hamas no vacilará en iniciar una nueva campaña de ataques si Tel Aviv no cumple con retirar a sus tropas restantes de Gaza y Cisjordania.

Por otra parte, las fuerzas de seguridad incrementaron la protección de Peres, pues hubo numerosas llamadas telefónicas a la prensa israelí en que se amenazaba con matar al primer ministro el miércoles. Peres usa constantemente chaleco antibalas y está rodeado de guardaespaldas desde el asesinato en noviembre pasado de su antecesor, Yitzhak Rabin.

En un momento de la jornada en el que los sondeos daban una leve ventaja a Peres, la viuda de Rabin, Leah, declaró que los resultados provisionales eran un ``insulto'' a su marido y el proceso de paz por el que él murió, y afirmó no entender "a esta nación de la que soy parte". Para la cadena informativa estadunidense CNN, Leah Rabin declaró que una victoria de Netanyahu significará que el asesino de su esposo, el israelí ultraderechista Yigal Amir, habrá logrado lo que se proponía al matar a Rabin.

Programas de gobierno

El tema principal de la campaña de Peres fue la continuidad en el proceso de paz en la región, mientras Netanyahu acusó al gobierno laborista de poner en segundo término la seguridad de los israelíes. En los sondeos de intención de voto publicados meses antes de las elecciones, la única vez que Netanyahu aventajó a Peres fue después de una serie de ataques suicidas de Hamas que en febrero y marzo pasado mataron a más de 60 israelíes.

En abril pasado, Peres inició una campaña militar de 16 días en contra la guerrilla chiíta proiraní Hezbollah en el sur de Líbano en lo que analistas interpretaron como un intento de contrarrestar las críticas de la derecha y demostrar que su gobierno no era débil en materia de defensa.

La derecha prometió durante la campaña replantear los acuerdos de paz con Palestina, financiar una nueva campaña de asentamientos israelíes en los territorios palestinos, enviar tropas a las áreas bajo control palestino para cazar a grupos integristas y clausurar la sede de la Organización para la Liberación de Palestina en Jerusalén. Peres advirtió que este programa electoral provocaría una reacción mucho peor que los seis años de Intifada que terminó con el acuerdo de paz de 1993.

Tras un debate entre Peres y Netanyahu transmitido el domingo pasado, la ventaja del primer ministro, los sondeos demostraron que el porcentaje de indecisos que se había mantenido estable durante varias semanas se decidió por Netanyahu y la ventaja de Peres había mantenido Peres se redujo.

Por otra parte, guerrilleros de Hezbollah mataron el miércoles a dos milicianos libaneses del proisraelí Ejército de Líbano Sur, creado y financiado por Israel, al estallar una bomba colocada al borde de un camino por el que circulaba una patrulla con 15 soldados.