La Jornada 31 de mayo de 1996

La escasez de agua afecta ya a un millón de productores, dice la CNPR

Angélica Enciso Landero y Laura Gómez Flores Como consecuencia de la sequía cerca de 150 mil jornaleros perdieron su empleo en los estados del norte del país, debido a que se dejaron de sembrar 650 mil hectáreas de distritos de riego, informó el secretario de Desarrollo Social, Carlos Rojas.

Por su parte, la Confederación Nacional de Propietarios Rurales (CNPR) calculó que un millón de pequeños propietarios e igual número de ejidatarios han resultado afectados en sus actividades agrícolas.

Ante ello, el organismo solicitó al gobierno federal el establecimiento de un fideicomiso permanente para apoyar a los agricultores y ganaderos que atraviesan por esta situación, así como la urgente canalización de los recursos del Procampo.

En entrevista, Rojas Gutiérrez indicó que en los estados más afectados por la sequía la dependencia ha invertido 200 millones de pesos, que son aplicados para llevar agua a las localidades.

Explicó que a fin de dar trabajo a los jornaleros se estableció un programa emergente de empleo en los principales estados expulsores de mano de obra, en el cual se invertirán 120 millones de pesos.

Rojas agregó que las principales entidades que aportan mano de obra al norte de país son Michoacán, Guerrero y Oaxaca, sin embargo, en el programa se incluyó a Zacatecas, Puebla, Veracruz, Nayarit, Sinaloa, Hidalgo y San Luis Potosí. En total son 666 localidades de 128 municipios, atendiendo a 593 mil jornaleros.

Esos trabajadores acuden a Chihuahua, Sonora, al centro y sur de Sinaloa y al valle de San Quintín, Baja California, a laborar en la temporada de siembra y cosecha, pero debido a la fuerte sequía que afecta al país se puso en operación ese programa.

Los estados de Sinaloa, Sonora, Baja California, Baja California Sur, Durango, Coahuila, Tamaulipas y Nuevo León se caracterizan por recibir cada año a trabajadores migrantes. Rojas estimó en cerca de 3 millones los jornaleros que con frecuencia se trasladan a esas regiones, la mayoría acompañados por sus familias.

El programa emergente prevé generar empleos temporales en las regiones expulsoras de jornaleros agrícolas, para compensar los puestos de trabajo que se perderán por las sequías en las entidades del norte del país.

Este programa considera la rehabilitación de vivienda, caminos, sistemas de agua potable, la construcción de letrinas, reforestación y otros proyectos productivos.

El funcionario dijo que los trabajadores agrícolas enfrentan condiciones precarias de seguridad laboral, servicios públicos y otras situaciones que se unen al desempleo por la corta duración del empleo jornalero, que alcanza en promedio 180 días al año.

Medidas de largo plazo, piden propietarios rurales

Ante los efectos negativos de esta situación, la Confederación Nacional de Propietarios Rurales consideró que ``ya es tiempo de poner en práctica medidas de fondo a largo plazo y dejar de lado las acciones coyunturales de cortísimo tiempo''.

Asimismo, mencionó la necesidad de tomar ``medidas preventivas'' en los estados de Aguascalientes, Querétaro e Hidalgo, donde ya se viven algunos problemas derivados de la sequía.

De acuerdo con sus estimaciones, este año las importaciones de granos básicos podrían rebasar las 12 millones de toneladas; de maíz, se rebasaría el nivel de las 7 millones; de trigo, un millón, y en cuanto a sorgo, 4 millones.

Sin embargo, la Unión Nacional de Productores de Sorgo prevé que durante 1996, México importará alrededor de 5 millones de toneladas de grano --25 por ciento más respecto a 1995--, que representa el 50 por ciento de la producción nacional, para abastecer el mercado interno.

Pese a los esfuerzos realizados por los productores, la siembra para este año podría estar en niveles inferiores a 1.6 millones de hectáreas que anualmente se cultivan: 890.8 mil en el ciclo otoño-invierno y 682.8 mil en el primavera-verano, y que producen 4 millones de toneladas, dijo.

Urbano Ortiz Carranza, presidente del Consejo Mexicano del Sorgo --que agrupa a 25 mil productores--, explicó que el rendimiento combinado promedio para 1996 por hectárea disminuyó, mientras que el precio de la tonelada en el mercado internacional se incrementa ante la demanda del producto y el bajo almacenamiento del grano.