Daniel Cazés
Maestros, mujeres policías, notarios

Los maestros, con una recomendación de la Unesco respecto a sus salarios, fueron agredidos brutalmente la semana pasada al exigir incremento a sus ingresos. Oficialmente, 60 personas debieron sus heridas a la acción de provocadores. El jefe de la policía y por ello del operativo provocación, fue destituido; su jefe paseaba por Madrid y el subordinado ejecutor de sus órdenes lo sustituyó.

El primer máximo policía capitalino del sexenio es el único provocador de su rango separado del cargo que fue de Durazo. Los autores intelectuales y materiales de la provocación, igual que quien la organizó y la dirigió, quedaron así exonerados. Como el jefe y subjefe de la policía y el comandante de granaderos del DF, y los miembros del batallón Olimpia, los provocadores de 1968. Y como los provocadores del Jueves de Corpus en 1971, y quienes han provocado durante décadas incontables ataques y masacres de policías y soldados de que han sido víctimas miles de hombres y mujeres en todo el país. Tal y como esta misma semana los legisladores de voto automático exoneraron a quien provocó matanzas en Guerrero, y como serán exonerados otros provocadores de hoy y de mañana.

Sabemos que la policía es en un elevado porcentaje la antesala de delincuencia y crímenes de variadas calidades. Pero nada impide sospechar que muchos de esos provocadores ocuparán otros puestos de alto rango, desde donde podrán seguir cumpliendo su cometido político cuando su gobierno y su partido les requieran provocar. Algunos ya podrían ser colaboradores del abogado Lozano, que provoca la impunidad de los asesinos de Posadas, Colosio y Ruiz, los actos jurídicos de su colega y subordinado Alcántara y aspira a provocar el rompimiento del diálogo en Chiapas.

Este viernes, la CNTE volvió a la calle. Una de las columnas de esa manifestación ``minoritaria'' no había concluido su salida del Zócalo cuando su cabeza ya estaba en el Angel. Iban rumbo a Los Pinos.

El segundo de abordo en el DDF ideó impedir que los maestros se acercaran a la casa presidencial, esta vez con una barrera de mujeres policías desarmadas que rogaban a los manifestantes que formaran una comisión para llegar a las oficinas superprivatizadas del señor Zedillo, pues de Antropología en adelante el territorio callejero fue arbitariamente declarado ``restringido'' sin que el Congreso haya declarado el estado de guerra. Una banda de 200 notarios fue también llamada para atestiguar incidentes violentos.

Cerca de la fortaleza inexpungnable en que se ha convertido el castillo de nuestro universo kafkiano sí estaban los granaderos, listos para recibir a quienes se atrevieran a acercarse.

Los provocadores de este día, exhibiendo el machismo misógino de sus mentes fascistoides, usaron mujeres uniformadas como escudo para la impaciencia de los maestros hambreados, perseguidos y golpeados. Así, si rompían ese muro femenino podría hablarse de violencia contra seres débiles e inermes. Pero las policías dejaron pasar pacíficamente la marcha, detenida más adelante por una muralla viril de granaderos, ejecutivos armados de la provocación, listos a herir maestros y maestras.

Los notarios, guardianes de la fe pública, por su parte, podrían mostarnos ya las actas que demuestren que el derecho a la libre circulación por ciertas calles no puede ser ejercido por la ciudadanía que protesta y que el derecho de manifestación no puede ejercerse cerca de la Ciudad Prohibida en que habita el Presidente. Y si escuhaban algunas estaciones de radio, también podrían dar fe de que el derecho a la información de los acontecimientos, que algunas estaciones daban, fue suspendido poco antes de las 14:30 horas, para dejar paso a felicitaciones para los maestros que no interrumpieron labores...

Aunque a esas emisoras se les pasó omitir la noticia de que desde 1976 los salarios han perdido el 80 por ciento de su poder de compra. Y también recordaron que Hacienda declaró que no habrá más dinero para los maestros. Los notarios podrían certificar que lo que, al menos en parte podría ser para ellos, ya se fue para preservar las ganancias por agiotismo de los bancos...