Armando Cisneros Sosa
La Cumbre de la ciudad

(Primera parte)

En el puerto de Estambul, antigua Constantinopla y hoy la ciudad más grande de Turquía (con 3 millones de habitantes aproximadamente), la Organización de las Naciones Unidas realizará la ``Cumbre sobre la ciudad'' del 3 al 14 de junio próximos. Eso en términos logísticos significa una asamblea de ciudades de todo el mundo, foros, exposiciones y mesas redondas para debatir diferentes temas urbanísticos. Qué representa para nosotros, habitantes de estas aglomeraciones que llamamos ciudades, el desarrollo de la ``cumbre'' de Estambul, conocida también como Habitat II?Recordemos que Habitat II es la continuación de la reunión de Vancouver de 1976, por la cual Naciones Unidas emitió una Declaración de Principios, una serie de recomendaciones a los gobiernos y creó la oficina Habitat, en Nairobi. Tal vez el mayor logro de aquella reunión fue el impulso a los mecanismos de planeación física de las ciudades, que en México tuvo efectos importantes hasta 1982. Sin embargo, la crisis de los ochenta, que en América Latina conocimos como la década perdida, invalidó muchos de los esfuerzos técnicos nacidos en Vancouver. La pobreza, la degradación ambiental, el desempleo, la violencia y el crimen, la penuria de la vivienda y de los servicios públicos son algunos de los fenómenos sociales que hoy se extienden rápidamente sobre las ciudades del mundo. Es verdad que amplios sectores de la población de un pequeño grupo de ciudades disfrutan de condiciones óptimas para el trabajo y el descanso. Florencia, Boston o París pueden considerarse ciudades ideales, pero aún en ellas los problemas urbanos crecen a gran velocidad. Trataré de sintetizar algunas de las dificultades que se perciben en las ciudades que vivimos.Después de la caída del muro de Berlín se ha desmoronado el paradigma de las ciudades no capitalistas. Aun las ciudades cubanas o chinas han comenzado a aceptar las reglas del mercado. Pero el imperio del capitalismo, bajo su nueva forma neoliberal, no ha demostrado capacidad para extender sus beneficios al conjunto de la población. El sistema económico es excluyente por naturaleza y muchas personas y familias, la mayoría en los países pobres, viven bajo patrones de ingresos y consumo de subsistencia. Los barrios populares de Calcuta, Sao Paulo o México son elocuentes.

Los sistemas políticos que rigen las ciudades han tendido a democratizarse en muchos países. Durante los ochenta, por ejemplo, cayeron las dictaduras militares de Argentina, Brasil, Uruguay, Chile y Paraguay. En algunas ciudades del mundo, especialmente en los países desarrollados, las ciudadaos disfrutan de derechos políticos y sociales significativos (los del DF tendremos derechos políticos hasta el año próximo) y de manera creciente se acepta el derecho de la población a participar en la planeación urbana.

Sin embargo, los sistemas políticos de muchos países tienden a establecer reglamentos que presionan excesivamente al ciudadano (la verificación del embudo, por ejemplo) o a mostrarse incapaces para conciliar la diversidad de interes sociales y culturales. Oprimen la vida privada o dejan vacíos que son ocupados por la confrontación, sin atinar a encontrar el justo medio.

Las reacciones de la población frente a la incapacidad de los sistemas económico y político para garantizar derechos y calidad de vida son muy diversas y van desde el repliegue en la seguridad del hogar hasta las protestas masivas y los disturbios sociales. La voz del poblador es generalmente poco escuchada, si bien adquiere forma en aquello que llamamos ``opinión pública''.

En Habitat II se reunirán representantes del sistema económico y del sistema político mundial. Pero también estarán reunidos miembros de la comunidad académica y científica y, por primera vez, dirigentes de organizaciones comunitarias y de organizaciones no gubernamentales. Serán particularmente importantes las propuestas de este segundo bloque, en el que se expresarán seguramente las múltiples aspiraciones ciudadanas y las reflexiones de los especialistas sobre la vida en las ciudades. Mañana dedicaremos nuestra colaboración a las inquietudes de algunas organizaciones no gubernamentales que se darán cita en Estambul.