La Jornada 2 de junio de 1996

Gobernadores fronterizos mexicanos piden a los estadunidenses intervenir para que se eliminen barreras comerciales y ecológicas

Alejandro Romero Ruiz, corresponsal, Chihuahua, Chih., 1o. de junio Los gobernadores de los seis estados fronterizos del norte del país solicitaron a sus contrapartes de Texas, Arizona, California y Nuevo México intervenir para que el gobierno estadunidense elimine barreras artificiales al comercio, y que, en materia ecológica, se cancele el tiradero nuclear en Sierra Blanca, Texas.

En el marco de la decimocuarta Reunión Anual de Gobernadores Fronterizos México-Estados Unidos, en Santa Fe, Nuevo México, los mandatarios de Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas se manifestaron por que el Departamento de Agricultura estadunidense elimine las barreras arancelarias y fitozoosanitarias impuestas contra productos mexicanos.

Al demandar que se haga valer el Tratado de Libre Comercio, los gobernadores mexicanos demandaron libertad para exportar a Estados Unidos productos que tradicionalmente enfrentan barreras no arancelarias: jugos y concentrados de manzana, ganado vacuno en pie, cárnicos, chiles frescos y secos, nuez pecanera, manzana, tomate, cebolla, y productos lácteos en general.

Los mandatrios mexicanos piden que el gobierno estadunidense valore de inmediato la región y la declare zona libre de enfermedades, y cuando las barreras no arancelarias se presenten, contar con un mecanismo de consulta interestatal para eliminarlas.

Respecto del tiradero de desechos radiactivos tóxicos en Sierra Blanca, ubicado cerca de las ciudades de El Paso, Texas, y Ciudad Juárez, Chihuahua, los gobernadores mexicanos solicitaron cancelar ese proyecto que también perjudica a Nuevo México y Coahuila.

Como parte de la declaración conjunta de esta decmocuart reunión anual, los gobernadores acordaron sostener un "fuerte apoyo a los principios e intenciones del TLC y cuidar su debida aplicación que facilite el intercambio de bienes y servicios a través de la zona fronteriza".

Los diez gobernadores se opusieron en todos los niveles privados y públicos en Estados Unidos y México, a la imposición de nuevos aranceles y barreras no arancelarias que ignoren reglas del TLC, además de rechazar aquellas medidas que busquen proteger mercados y productos específicos.

Asimismo, se comprometieron a utilizar las bases de la cooperación y la asociación para resolver conflictos en una industria que afecte a los estados de la frontera.

En Santa Fe, Nuevo México, sede de la decimocuarta reunión anual de gobernadores, se pactó también promover que la región fronteriza sea designada como ``zona libre de enfermedades'' en animales y productos agrícolas, al sujetarse a los requisitos sanitarios en ambos países.

Un compromiso es definir tiempos y la claridad en los análisis sanitarios que pudieran impedir el libre comercio, y mediante la conferencia de gobernadores establecer enlaces con autoridades y dependencias federales binacionales; un punto central es oponerse a la imposición de barreras de comercio no arancelarias; resume el documento firmado por los gobernadores fronterizos de ambos países.