Zedillo: que los medios regulen su libertad
Roberto Garduño Espinosa Toca a los propios medios de comunicación y no al poder público fijar reglas de ética y de responsabilidad profesional en la tarea diaria de informar a la sociedad, dijo el presidente Ernesto Zedillo en la ceremonia donde entregó el Premio Nacional de Periodismo y de Información 1995.
``No es el poder público quien debe fijar reglas de ética y de responsabilidad profesional a los medios. Considero que son los propios medios, individualmente, o mejor aún, como un colectivo, quienes deben determinar su autorregulación de cara a los más altos intereses de la sociedad y en beneficio de su calidad como instrumentos de la opinión pública. ``El mandatario colocó de propia mano una medalla de oro, diploma y un cheque por 60 mil pesos a Antonio Helguera Martínez, de La Jornada, en el género Caricatura; Lázaro González Altamirano, del unomásuno, por su trayectoria de 20 años como fotógrafo; Armando Sepúlveda Ibarra, de Excélsior, por Reportaje; César Cansino, por Artículo de Fondo, y Canal 22, por Divulgación de la Cultura, premio que recibió su director, el escritor José María Pérez Gay.
Antonio Helgura recibe del presidente
Ernesto Zedillo el
Premio Nacional de Periodismo y de Información 1995
en el rubro de Caricatura. Foto: Guillermo Sologuren
Acto seguido expresó: ``Los medios y la prensa han ganado su libertad a fuerza de ejercerla. Es una libertad cuyos límites efectivos establece cada editor, cada concesionario, cada periodista, según sus intereses y sus convicciones. De ahí la pluralidad refrescante y prometedora de nuestros medios''.
En su alocución, dirigida a reporteros, directivos de medios impresos y electrónicos y a funcionarios de su administración, el jefe del Ejecutivo afirmó que la comunicación es un bien público esencial, que ha sido aliento importante en la construcción de una cultura ciudadana más plena, participativa y exigente.
En el salón Adolfo López Mateos de la residencia oficial de Los Pinos Zedillo resaltó que se debe valorar la libertad de expresión como un instrumento insustituible para lograr el nivel más elevado y constructivo del debate nacional.
``Queremos y necesitamos un debate tolerante, amplio, abierto, genuino y honesto. Ese debate es el medio para construir juntos los mejores caminos para el país. Ese debate es el mejor medio para superar las verdades a medias, las propuestas falsas y la carencia de rigor intelectual. ``También será mediante el auténtico debate como lograremos superar los resabios del autoritarismo. Es precisamente en el debate donde las propuestas se convierten en hecho social, en espacio público... El debate es uno de los mejores instrumentos que tenemos para construir democráticamente el México que todos queremos'', precisó.
Zedillo hizo énfasis en que el debate propuesto se nutre de las ideas, pero en México se realiza en el marco de un ejercicio ``irrestricto'' de la libertad de expresión. Y, por lo tanto, ``los medios de comunicación y prensa constituyen un poder real en la sociedad:``Sabemos que el ejercicio de todo poder entraña profunda responsabilidad. Sabemos que la libertad es una condición indispensable; pero no basta para crear una prensa profesional e independiente, sin subjetivismo, sensacionalismo ni parcialidad''. Señaló que los riesgos inherentes a la libertad ``llevan a algunas personas'' a proponer legislar sobre la libertad de expresión, actitud que no es precisamente para fortalecerla.
``Precisamente lo más opuesto al ejercicio de una libertad es prefigurarla, limitarla, establecer rigideces en torno de ella. Ciertamente los mexicanos necesitamos una prensa, al mismo tiempo libre y responsable, atractiva al mismo tiempo que documentada, influyente pero objetiva; poderosa como contrapeso de otros poderes, pero con sus propios contrapesos a su propio poder.``Ernesto Zedillo convocó a los medios de comunicación a normar la calidad, profesionalismo y solidez que requiere la sociedad mexicana.