Sirvent: ignorancia y prejuicios dentro del gobierno sobre el diálogo en Chiapas

Salvador Guerrero Chiprés El desconocimiento en detalle de los acuerdos hasta ahora logrados con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), la manera superficial con que son mencionados, el temor de una fracción del gobierno sobre su significado y la tardanza en la formación de la Comisión de Seguimiento y Verificación ordenada por la Ley de Concordia son factores que van en contra del diálogo de San Andrés Larráinzar, estimó Carlos Sirvent, director de Desarrollo Político de la Secretaría de Gobernación y coordinador de la oficina de dicha comisión que esta semana funcionará en la colonia Cuauhtémoc.

Afirmó que ``el gobierno va a presionar muy fuerte'' para constituir la comisión, y que el caso de Javier Elorriaga y Sebastián Entzin dejó claro al gobierno que debe asegurar canales de solución a problemas que amenacen la continuidad de las pláticas: al gobierno lo que le preocupa es haber descubierto que circunstancias coyunturales ajenas a la mesa puedan impactar sobre ella.

Sirvent expresó que una franja liberal decimonónica se ha manifestado contra los acuerdos de la Mesa 1 sobre Derechos, justicia, cultura y participación indígena. Los calificó como ``una especie de activismo ignorante'' sobre la importancia del proceso pacificador y de la necesidad de reconocer que la negociación implica una estructura argumentativa y de decisión novedosa. Agregó que ciertos sectores del gobierno no tienen razón de temer la revisión de conceptos como autonomía, libre determinación y respeto a usos y costumbres indígenas.

Esta oficina que usted encabeza no es un paso adelantado del gobierno? Implica presionar al EZLN para tomar un paso semejante?Es un primer paso del gobierno que yo veo muy positivo porque permitió ordenar las respuestas múltiples que se están dando. Lo que corresponde al EZLN no es formar una oficina, sino constituir una Comisión de Seguimiento y Verificación, algo que está establecido en la ley de marzo de 1995.

Después de los acuerdos de febrero en una de las primeras mesas se abordó la integración de esta comisión. Pero las dos partes no pudieron ponerse de acuerdo porque diferían en varios puntos. El más importante era la composición de la comisión. El EZLN planteaba que fuera con representación paritaria. El gobierno defendía una comisión formada por gente ajena a las dos partes.

``Estoy convencido, más que en días pasados, porque ahora hay una gran presión social, de que en los próximos días o semanas se tiene que crear la comisión. En una o en otra de las versiones, pero se debe crear ya. Es la demanda de organizaciones sociales y es necesario que la sociedad conozca qué ha pasado con los acuerdos de febrero.

``Si en efecto el gobierno está cumpliendo con los acuerdos, el gobierno es el primer interesado en que se conozca esto. El gobierno va a presionar muy fuerte para que se cree la comisión, porque es un edificio, un edificio social construido alrededor de Chiapas''.

Entre las presiones para constituir la comisión, Sirvent mencionó la propuesta de intermediación publicada por la Comision Nacional de Intermediación (Conai) el 29 de mayo. En ella se insiste en avanzar en su conformación.

Reconoció que el gobierno tiene marcado interés en informar sobre los avances ``más allá de la propaganda y la ignorancia en contra''. De parte del EZLN, ``en su mejor interés estaría constituir esta comisión porque el gobierno está convencido de que firmaron los acuerdos para que se cumplan y no para crear una táctica para decidir si se constituyen o no en una fuerza política''.

Más allá de sus intereses como grupo político, quiere que las demandas que plantea se cumplan. Si quiere de verdad que se cumplan, la Comisión de Seguimiento es un mecanismo de presión para hacerlo, comentó.

El calendario del diálogo sobre Chiapas hace pensar que su desahogo será punto de referencia en las elecciones federales, sin que la fecha de los comicios sea vista como fatal por el gobierno, concluyó el funcionario.