La Jornada 10 de junio de 1996

Suspenden comerciantes pagos al fisco: Canaco

Patricia Muñoz Ríos El 90 por ciento de las empresas comerciales del país opera con márgenes de utilidad de cero a 2 por ciento y la mayor parte de ellas se ``financia'' con los recursos que deberían destinarse al pago de impuestos, al tiempo que ha dejado de pagar, temporalmente, otras obligaciones como el Infonavit o el IMSS para mantener sus niveles de operación. Además, ha tenido que restructurar su deuda con proveedores y suspender los pagos a la banca.

El presidente de la Cámara Nacional de Comercio de la Ciudad de México (Canaco), José Santos Asseo,en entrevista exclusiva con La Jornada, hizo la radiografía financiera del sector y apuntó que la crítica situación del comercio establecido se debe en gran medida a la caída de entre 40 y 50 por ciento del poder adquisitivo de los salarios durante 1995, el cual tardarán entre cinco y seis años para recuperar los niveles que tenía a finales de 1994.

Entrevistado en sus oficinas, el dirigente empresarial sostuvo que ``no hay atajos --como algunos suponían-- que nos lleven a una reactivación pronta de la economía'' y consideró que la recuperación plena del país se calcula hasta 1998.

Por lo pronto, indicó, este año seguirá siendo de sacrificio para el comercio, pues no hay que olvidar que antes de la crisis trabajaban con márgenes de utilidad de entre 12 y 15 por ciento.

Ello significa que han caído las utilidades del sector entre 87 y 100 por ciento a raíz de la crisis, y tal desplome no será fácil revertir, incluso un número importante de comercios opera con números rojos, con la ``esperanza'' de que se recuperará pronto la situación, indicó Santos Asseo.

Según una investigación realizada por la Canaco, algunas empresas están poniendo capital para no salirse del mercado, y otras han optado por financiarse a través del no enteramiento al fisco de los impuestos correspondientes, por lo que ``traen un pasivo importante con Hacienda'' que van a tener que resolver tarde o temprano.

Es decir, una parte importante de comercios ha tenido que dejar de pagar temporalmente sus obligaciones fiscales, desde el Impuesto al Valor Agregado (IVA), hasta el Impuesto Sobre la Renta (ISR) e incluso los pagos de predial y agua.

La deuda del sector comercial, abundó el dirigente de la Canaco, se ubica en los tres frentes de la economía; con el gobierno, los proveedores y la banca. Particularmente el débito que se mantiene con esta última resulta ``en muchísimos casos impagable'', no por negligencia de los empresarios, sino porque el volumen de ventas no da para pagar mercancía, renta, luz, sueldos y préstamos.

Incluso este año ha continuado creciendo el desempleo y se calcula que se tendrá que seguir ``sacrificando'' este renglón porque los ingresos no alcanzan para cubrir una planta laboral completa, advirtió el dirigente.

Dijo que el sector está demandando la restructuración de su deuda con la banca, no a través de un esquema de ``quitas'', pero sí cambiando deuda de corto a largo plazo y ampliando los periodos de gracia, para que las empresas tengan suficiente flujo de capital que les permita hacer frente a sus compromisos.

Con los proveedores, donde se tiene la mayor parte de la deuda, se han establecido esquemas importantes de restructuración de los créditos en los que se acuerdan no suspender la proveeduría, negociando que las nuevas compras se paguen en efectivo y el débito viejo se pague a plazos.

Asimismo, la industria está ampliando los plazos de cobertura a sus clientes, con el objeto de que no suspendan compras.

Todo lo anterior indica que el comercio está pasando por momentos muy difíciles en materia financiera y con problemas de liquidez importantes, a pesar de que en 1996 se empieza a ver una recuperación muy discreta en algunas ramas, la cual se sentiría con mayor fuerza hasta 1998.

En opinión de Santos Asseo será ``una suerte si logramos en cinco o seis años salir totalmente de la actual crisis, que es quizás la más profunda que ha tenido el país en toda su historia, ya que no hay atajo que nos lleve a una recuperación real en el corto plazo, ni del mercado ni de los salarios y mucho menos de la economía global''.

Sostuvo que en los próximos cinco años el mercado interno tenderá a cambiar totalmente. Por ejemplo, ante la nula capacidad de compra del minisalario se tendrá que hablar de ingreso familiar y olvidar el concepto de salario personal; además, el consumo tenderá a ser más racional y la banca deberá modificar alguna de sus prácticas.

Esto último es necesario, sobre todo en lo relativo al cobro de intereses, créditos y cargos extras por parte de los bancos, ya que ello está inhibiendo drásticamente el consumo, además de que tendrá que resolver conflictos como el que tiene con el sector comercio referente a las tarjetas de débito, ``donde hay un problema con los bancos, porque no se llegó a ningún acuerdo en relación a quién debe asumir los costos que implica la aceptación de este tipo de tarjetas'', señaló el dirigente empresarial.

Por otra parte, indicadores del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Infomática (INEGI), revelan que de diciembre de 1994 a febrero de 1996, las ventas de mercancías al mayoreo reportaron un desplome de 33.13 por ciento, mientras que al menudeo cayeron 52.12 por ciento.

Las remuneraciones del personal ocupado en este sector de la actividad económica cayeron 56.19 por ciento en el renglón de ventas al mayoreo, y 53.76 por ciento en el de ventas al menudeo.

El personal ocupado descendió 11.86 por ciento en comercios al mayoreo y 16.19 por ciento en los de menudeo.