CANADA Y MEXICO

La visita de Estado del presidente Ernesto Zedillo a Canadá, así como su mensaje ante la Cámara de los Comunes de ese país, dan motivo para reflexionar sobre la importancia de estrechar las relaciones mexicano-canadienses en todos los terrenos.

Debe considerarse, en esta perspectiva, que Canadá, sin haber dejado nunca de ser un estrecho aliado de Estados Unidos, ha sido también, y seguirá siendo, un contrapeso importante a los designios políticos y económicos de Washington contrapesos que México requiere por razones históricas, geopolíticas y estratégicas, no sólo en el marco del Tratado de Libre Comercio para América del Norte, sino también en el de las organizaciones de las Naciones Unidas y de Estados Americanos.

Esta condición canadiense se ha verificado con la oposición del gobierno de Ottawa a la pretensión de Estados Unidos de imponer su infame ley Helms-Burton al resto del mundo, en un esfuerzo para ahogar económica y comercialmente al gobierno cubano, oposición que México comparte plenamente, como lo estableció ayer el mandatario mexicano.

La presión conjunta y la posición firme mexicano-canadiense en contra de tal ensayo de imposición extraterritorial es clave, en las actuales circunstancias, no sólo para defender el derecho de Cuba a la autodeterminación, sino también para preservar la soberanía nacional y comercial de sus socios, entre los cuales nuestro país y Canadá ocupan lugares de primera importancia.

En el terreno estricto de las relaciones bilaterales, Canadá puede ser, para México, un socio con las mismas ventajas de Estados Unidos una economía industrializada, una sociedad desarrollada, un país de instituciones políticas sólidas, a pesar de los separatismos pero sin la desventaja de la vocación imperial estadunidense y sin los inconvenientes de una vecindad geográfica que es fuente permanente de conflictos y tensiones.

En cuanto al mensaje del presidente mexicano en Ottawa, han de resaltarse, además de los asuntos bilaterales, la ratificación de sus compromisos de respeto a la diversidad cultural y social condición que nuestro país comparte con los canadienses, con la promoción de los derechos humanos y con la búsqueda de una paz con justicia y dignidad para Chiapas.

También sobresale el hecho de que el presidente haya accedido a abordar ante periodistas extranjeros asuntos que, como los rumores sobre su renuncia, no ha respondido a los nacionales. Al hacerlo, podría haber contribuido a amplificar las versiones difundidas por voces anónimas que el gobierno debería esforzarse en identificar.