Estallido en zona comercial de Sao Paulo; 44 muertos
Ap, Ansa y Efe, Sao Paulo 11 de junio Al menos 44 personas murieron y 200 resultaron heridas hoy, cuando una explosión redujo a escombros el techo de la zona de restaurantes de un centro comercial de la zona suburbana de la ciudad brasileña de Sao Paulo.
La policía confirmó que 27 cuerpos fueron extraídos de entre los escombros y que otras 17 personas murieron en camino al hospital, pero los equipos de rescate coincidieron en que ``hay más de 60 muertos'', ya que algunas víctimas continuarían atrapadas entre los escombros.
``80 por ciento del centro comercial ha quedado destruido. La situación es horrorosa; con certeza hay más de 60 personas muertas'', estimó Joao Rodriguez, delegado de la policía de la ciudad de Osasco, situada a unos 15 kilómetros de Sao Paulo.
El presidente Fernando Henrique Cardoso ``lamenta mucho lo ocurrido en Osasco, principalmente el gran número de víctimas'', informó esta noche el portavoz presidencial, Sergio Amaral, aunque no ofreció cifras.
Un bebé fue sacado con vida esta noche de entre los escombros del centro de compras por los equipos de rescate, en los que colaboran miembros de la policía militar, civil y el cuerpo de bomberos provistos de sensores electrónicos y perros adiestrados.
La explosión ocurrió al mediodía en el Osasco Plaza Shopping Center, un complejo comercial construido hace apenas un año con 200 comercios, tres salas de cine y dos pisos superiores para el estacionamiento de 200 automóviles, edificación que según su superintendente, David Rocha, ``no tenía ningún problema en su estructura''.
Según versiones extraoficiales, la explosión se originó por una fuga de gas en la zona de los restaurantes, pero Rocha dijo que ``fue inexplicable. El piso se levantó, algunas paredes se derrumbaron y las ventanas fueron hechas trizas. Pero no fue un derrame de gas''.
El superintendente indicó también que la explosión no ocurrió en la zona de los restaurantes, pues ``los conductos que alimentan el área son externos, y el gas se habría dispersado en el aire''.
Precisó que había entre mil y dos mil visitantes en las tiendas, restaurantes y pasillos, y que se registraba una afluencia extraordinaria, especialmente de adolescentes, debido a las compras por el Día de los Enamorados, que en Brasil se celebra mañana.
``Durante algunos segundos mi tienda y las adyacentes se estremecieron como en un terremoto. La gente salió despavorida'', dijo Severino Pedro, propietario de una tienda de ropa.
El coronel Costa Ramos, de la Defensa Civil, señaló que ``es posible'' que las reservas de sangre de los hospitales sean insuficientes para atender a los heridos, y los 25 hospitales de Osasco y gran parte de los de Sao Paulo han sido declarados en estado de emergencia.
La mayoría de los heridos se encontraban en el Hospital Regional, en cuyos alrededores cientos de personas deambulaban preguntado por amigos o familiares, mientras una multitud de voluntarios levantaba carteles con pedidos para donación de sangre o medicamentos.
``Los gestos de solidaridad son conmovedores. El hospital no estaba preparado para una tragedia de esta magnitud'', declaró la doctora Maria del Socorro Ionta, al informar en torno a los ofrecimientos de ayuda para las víctimas.
Otro motín carcelario
En tanto, cinco personas murieron y 15 se fugaron de un presidio en Cuiabá, capital del estado de Mato Grosso, durante un motín de 27 horas que terminó hoy con la liberación de 16 rehenes, informó la policía.
Los directivos del presidio Pascoal Ramos se comprometieron a restituir al administrador del centro, coronel Eubank Neto, y a revisar los procesos de 120 detenidos que inicialmente exigían recibir ametralladoras, automóviles blindados y el equivalente a 30 mil dólares para su fuga.
La rebelión comenzó el lunes, cuando un grupo de presos se apoderó de un camión de servicio dentro de la cárcel e intentó escapar, pero el vehículo quedó atorado en la puerta de la prisión bajo un intenso tiroteo. En ese y otro intento lograron escapar 15 prisioneros, mientras un policía y cuatro reclusos resultaron muertos.
Los motines se han vuelto rutinarios en las instituciones carcelarias brasileñas, que afrontan un grave problema de sobrepoblación, con cerca de 130 mil presos recluidos en 511 penales que únicamente tienen capacidad para albergar a 60 mil reclusos.
En otro orden de hechos, 81 por ciento de los trabajadores de las seis mayores ciudades brasileñas apoya la huelga general convocada por las tres centrales sindicales para el próximo día 21 en protesta por la política económica del gobierno de Fernando Henrique Cardoso, según reveló un sondeo de la empresa Gallup solicitado por la Central Unica de Trabajadores.
``Honestamente, no esperábamos un apoyo tan grande a la huelga'', señaló el presidente de la izquierdista CUT, Vicente da Silva, al tiempo que el líder de Fuerza Sindical, Luiz Antonio Medeiros, denunció que el gobierno ofreció cargos a líderes sindicales para que desistan de la huelga.
Medeiros, otrora aliado del gobierno, acusó directamente al ministro del Trabajo, Paulo Paiva, quien le ofreció la posibilidad de designar al nuevo titular de la Comisaría Regional del Trabajo de Sao Paulo si renunciaba a apoyar el paro.