PANOPTICA Carlos Fernández-Vega

Flotación cambiaria: nada más tantito

Si la tesis de los operadores financieros gubernamentales fuera correcta (``estabilizada la macroeconomía se acabó la crisis''), las muy golpeadas arcas nacionales se habrían ahorrado casi 5 mil millones de dólares en 1995 y el Banco de México la molestia de intervenir en 25 ocasiones en un mercado cambiario regido ``por la oferta y la demanda en una estricta política de flotación''.

Pero la realidad demuestra cabalmente que la tan deseada ``salud'' económico-financiera del país sólo es una de las patas de la mesa, en lo que a equilibrio, estabilidad y credibilidad se refiere. Así, cada una de las 25 fechas en las que el Banco de México inyectó fuertes dosis de dólares para apaciguar a las hordas especulativas, estuvo marcada por un hecho político de gran magnitud, que patentizó el elevado grado de desconfianza en las acciones del nuevo gobierno.

Los errores de diciembre y el abandono de la política de deslizamiento, vaciaron las arcas nacionales y el país arrancó el nuevo año con un nivel de reservas internacionales de escasos 5 mil 913.7 millones de dólares, suficientes para tan sólo 20-25 días de importaciones.

En el primer mes de 1995 se reportaron siete embates contra el tipo de cambio del peso en 22 días de actividad financiera, con un costo para el país de 2 mil 373.9 millones de dólares. Para el 31 de enero, el saldo de dichas reservas se desplomó a 3 mil 483.3 millones de dólares.

En un intento por presentar ``buenas noticias'' a un país aterrorizado por el impacto decembrino, el gobierno anunció que México recurriría de nueva cuenta a la ``protección'' del Fondo Monetario Internacional y presentó el programa de emergencia económica.

Ambos anuncios causaron una nueva fuga de capitales, que el Banco de México frenó a un costo de mil 58.9 millones de dólares, tras cuatro días consecutivos (6, 9, 10 y 11 de enero) de asalto a las reservas internacionales.

La psicosis financiera se sobrellevó hasta el viernes 20 de enero, cuando el presidente Ernesto Zedillo anunció cambios en su gabinete. La respuesta se conoció el lunes 23, una vez reiniciada la actividad cambiaria: el Banco de México inyectó 650 millones de dólares al mercado, ante la satisfacción por los cambios en el gabinete.

El lunes 30 de enero el tipo de cambio se disparó a 6.80 pesos por dólar (la Secretaría de Hacienda había dicho que la cotización se estabilizaría en 4.00-4.50 por uno) y el Banco de México comprometió 115 millones de dólares para evitar alzas más drásticas en la paridad.

Un día más tarde se hizo público que el gobierno de Estados Unidos y el Fondo Monetario Internacional otorgarían un paquete de ayuda al gobierno mexicano. Como muestra de confianza, las hordas decidieron sacar del país 550 millones de dólares en unas cuantas horas, que fueron cubiertos por el Banco de México con reservas internacionales, que para entonces estaban en su nivel más bajo de cuando menos una década.

Las contradicciones del gobierno federal entre el hecho y el dicho le costaron al país mil 101 millones de dólares en febrero de 1995. ¿Por qué? Simple: el presidente Ernesto Zedillo invitó públicamente al ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) a utilizar la vía política para resolver el conflicto en Chiapas.

Cuatro días después el primer mandatario movilizó al Ejército hacia las zonas zapatistas, la Procuraduría General de la República giró orden de aprehensión en contra del subcomandante Marcos y otros dirigentes, y el Ejército mexicano incursionó en 11 poblaciones bajo control guerrillero.

Resultado: en cinco días, el nivel de reservas se redujo 560 millones de dólares, como resultado de la inyección de dólares que hizo el Banco de México al mercado cambiario.

Aunque el lunes 13 de febrero el gobierno se manifestó por ``una solución pacífica en Chiapas'', y el martes 14 se otorgó licencia al gobernador Eduardo Robledo Rincón, el mercado cambiario sólo se tranquiliza hasta el día 16 de ese mes.

La paz cambiaria duraría poco, pues ante el aumento (lunes 20 de febrero) de 10 puntos porcentuales en la tasa de interés líder del mercado financiero mexicano, un tiroteo en Chiapas provoca una nueva salida de divisas: 301 millones de dólares.

A pesar de la llegada de 3 mil millones de dólares de ayuda estadunidense, el martes 28 de febrero la Bolsa Mexicana de Valores reporta su desplome más drástico desde 1987 y se fugan otros 240 millones de dólares. La razón: aprehenden a Raúl Salinas de Gortari, su hermano Carlos acuñó la famosa frase de los errores de diciembre y se presume la ruptura total entre CSG y el presidente Zedillo.

En marzo la inestabilidad salió más barata, no obstante que el jueves 2 Carlos Salinas de Gortari anunció ``ayuno total'' en protesta por la detención de su hermano, para esas horas huésped de Almoloya. Durante el tercer mes del año, el Banco de México inyectó 940 millones de dólares, en seis ataques especulativos. La situación se calma un poco tras la salida ``definitiva'' de CSG del país y el retiro del Ejército mexicano de los poblados chiapanecos ocupados.

Abril, mayo (sólo se inyectaron 15 millones de dólares), junio, julio, agosto, septiembre y octubre fueron meses de mucha tensión, pero con relativa estabilidad cambiaria, aunque el problema lejos estaba de concluir.

En noviembre, la broma del Dow Jones sobre un inminente golpe de Estado contra el presidente Ernesto Zedillo le costo al país 300 millones de dólares, cubiertos --una vez más-- con reservas internacionales del Banco de México, y en diciembre, para no dejar limpio el periodo vacacional, y ante la ola de rumores sobre renuncias en el gabinete, el banco central aportó otros 205 millones de dólares.

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