La Jornada 13 de junio de 1996

Mínimo esfuerzo de México en el combate antidroga

Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 12 de junio Los esfuerzos para reducir el flujo de droga desde México a Estados Unidos ``han tenido poco o ningún impacto'', según un informe dado a conocer hoy por una agencia de investigación del gobierno del presidente Bill Clinton.

El informe de la Oficina de Contabilidad General (General Accounting Office, GAO) solicitado por el Congreso, indica que aunque dos tercios de la cocaína que ingresa a México llega por la vía marítima, sólo se ha realizado un esfuerzo mínimo para detener ese tránsito.

Señala también que desde que México asumió la responsabilidad principal para financiar la lucha antinarcóticos dentro de su territorio, el monto de drogas incautadas y el número de arrestos relacionados con el narcotráfico se ha desplomado significativamente, y que la ``corrupción persuasiva'' ha obstaculizado la lucha contra las drogas de ese país.

``El actual gobierno de México, parece comprometido a luchar contra el tráfico de drogas pero --según funcionarios de Estados Unidos-- sus esfuerzos son entorpecidos por la persistente corrupción en instituciones clave, problemas económicos y políticos y una capacidad limitada antidrogas y de aplicación de las leyes'', señala el informe.

Igualmente, el documento critica a México por ``la falta de mantenimiento y el pobre equipamiento'' de los helicópteros y aviones F-5 otorgados por Estados Unidos; además, a este país le falta la habilidad de monitorear el uso de los helicópteros para determinar si son utilizados para acciones antinarcóticos o para otras actividades.

En la audiencia del Subcomité de Operaciones Gubernamentales de la Cámara de Representantes, convocada esta mañana para discutir la ``creciente amenaza a la seguridad nacional'', que representa el ingreso de drogas a Estados Unidos desde México, tanto legisladores republicanos como demócratas preguntaron a representantes de la administración Clinton, la razón por la cual se le otorgó a México un paquete de rescate financiero después de la crisis del peso, sin insistir en la necesidad de que el gobierno del vecino país se comprometiera a hacer más para detener el flujo de drogas.

El senador republicano Charles Grassley, presidente de grupo parlamentario antinarcóticos, quien estuvo entre los que solicitaron el informe de la GAO, aseveró en su testimonio por escrito hoy que ``a pesar de los esfuerzos de buena fe de México, ese país no ha podido ejercer un control suficiente sobre su soberanía'' para prevenir el ingreso de droga. Grassley, quien también pidió a sus colegas no participar en ataques verbales poco productivos contra México, añadió que dadas las conclusiones del informe presentado por la GAO, ``necesitamos preguntar el porqué... la administración (Clinton) cree que más helicópteros pueden o serán utilizados efectivamente en México''. Pero el objetivo real de las críticas de Grassley y sus colegas no es México, sino el gobierno de Clinton.

Benjamin Nelson, director de Relaciones Internacionales de la GAO, buscó condicionar las conclusiones de su informe, al reconocer los éxitos del gobierno mexicano en la destrucción de droga y en la creciente participación de los militares mexicanos en la lucha antinarcóticos, lo cual incluye el despliegue de 7 mil efectivos. También alabó la aprobación este año de una legislación mexicana para permitir la intervención de teléfonos, pagos a informantes y nuevas penas legales para delitos de lavado de dinero.

Pero en cada caso, las conclusiones positivas de la GAO fueron a su vez condicionadas por comentarios cautelosos, como la advertencia de Nelson de que gran parte de la nueva legislación todavía requiere de ratificación y la necesidad de asegurar la puesta en práctica de estas leyes y la capacitación del personal involucrado en esos rubros de acción contra el narcotráfico en México.

``La clave está con México'', dijo Nelson. En otras palabras, tenemos que conseguir que México convierta sus palabras en hechos''.

El funcionario de la GAO dijo que dado el enorme número de embarcaciones que transitan la costa mexicana, la única forma de detener el creciente envío de drogas a México por la costa del Pacífico es mediante el mejoramiento de inteligencia en ese país. Hasta la fecha, los esfuerzos de inteligencia han sido obstaculizados por la falta de una legislación adecuada, así como por la ``amplia y persuasiva'' corrupción, señaló

La GAO añade que problemas económicos y políticos, tales como la crisis del peso y el desempleo e inflación resultantes, limitaron la lucha antinarcóticos en México. ``También, México ha tenido que enfocar sus fondos y recursos a la región de Chiapas para suprimir un movimiento insurgente'', declaró Nelson. El informe es particularmente crítico con los esfuerzos antinarcóticos del país vecino desde la ``mexicanización'' de la lucha contra la droga.

Sin embargo, el enfoque principal de la mayoría de los miembros del Congreso en esta audiencia, fue los ``fracasos'' del gobierno de Clinton. La GAO informó que entre 1975 y 1992, México fue el país que recibió más asistencia estadunidense para la lucha antinarcóticos, y en 1992 se le entregaron 45 millones de dólares para estos efectos. Para 1995, el nivel de asistencia se había desplomado a 2.5 millones, aunque la GAO reconoció que ese rubro se está incrementando para 1996 y 1997.

La GAO también criticó la decisión estadunidense, en 1993, de reducir fondos para los esfuerzos de interdicción en zonas de tránsito de drogas, la reducción del tamaño del personal antinarcóticos en la embajada estadunidense en ese país de 17 a siete (lo que ha obstaculizado el monitoreo) y el fracaso del personal estadunidense para utilizar las instalaciones de radar limitado en México, de una manera efectiva.

Pero la crítica central es la falta de atención de Estados Unidos a la interdicción marítima, dado que dos terceras partes del volumen de cocaína que ingresa a México llega por mar. El informe reconoce que desde 1995, la embajada de Estados Unidos ha elevado el tema del narcotráfico de su cuarta a su ``coprimera'' prioridad, junto con la promoción de comercio e inversión, y que cuenta con un plan antinarcóticos para esfuerzos estadunidenses en esa nación.

Funcionarios de Washington, del Servicio de Aduanas y de la DEA, no estuvieron de acuerdo con las conclusiones de la GAO. La DEA, en su declaración por escrito, señala que el informe es demasiado negativo y no da suficiente reconocimiento a los avances positivos de los últimos meses. Además, estos funcionarios señalaron que la reducción en el número de arrestos relacionados con el narcotráfico es en gran parte el resultado de un cambio de estrategia en donde el objetivo es la detención de los principales capos.

La conclusión aparente de la mayoría de los congresistas que participaron en esta audiencia, es que se necesita aplicar más presión sobre México para redoblar sus esfuerzos antinarcóticos y su cooperación con Estados Unidos. El diputado Mark Souder, cuya enmienda condicionando la asistencia estadunidense a México, con base en su cooperación en asuntos antinarcóticos, fue aprobada por la Cámara ayer, reiteró su postura hoy.

La diputada Louise Slaughter, demócrata por Nueva York, estuvo de acuerdo en la necesidad de aplicar ``más presión'' a fin de que México haga más, pero indicó que dado los niveles crecientes de ``corrupción'', esto podría ser difícil. ``A fin de cuentas, creo que la única forma en que se podrá reducir este problema es si enfrentamos la demanda'', concluyó.