La Jornada 14 de junio de 1996

Comparece la secretaria del procurador ante la PGR

Mireya Cuéllar, enviada, y Gerardo Rico, corresponsal, Guadalajara, Jal., 13 de junio Anaceli Velasco Palomera, la secretaria del procurador del estado a quien se investiga por sus presuntos nexos con el narcotráfico, se presentó hoy a rendir su primera declaración ministerial y la Procuraduría General de la República (PGR) la conminó a permanecer en la ciudad, porque en cualquier momento podría ser llamada nuevamente.

La PGR informó que no hay elementos para detenerla, pero que continuarán las investigaciones y será requerida cuantas veces sea necesario.

De última hora, las autoridades de la procuraduría decidieron cambiar el lugar de la cita con Velasco Palomera para evitar a la prensa, que montó guardia todo el día en las instalaciones de la delegación de la PGR.

El delegado Jorge Antonio Mirón Reyes y el agente del Ministerio Público Federal encargado de la mesa número 9, dejaron su lugar habitual de trabajo para ir hasta La Casona donde se ubican las oficinas administrativas y la biblioteca de la delegación y escuchar en privado la versión de Velasco Palomera en torno de su relación con los hermanos Lupercio Serratos.

El contenido de su declaración no trascendió. La diligencia duró casi tres horas, según dijeron por la noche fuentes de la Procuraduría.

Velasco Palomera, quien no se presentó amparada, prestó una casa a presuntos gatilleros de los hermanos Lupercio Serratos, y en ella fueron encontrados los cadáveres de cuatro hombres y una mujer, con signos de tortura y tiros de gracia.

Desde del 29 de mayo, día en que el Ejército exhumó los cuerpos y trascendieron las primeras versiones sobre los vínculos de la secretaria del procurador con los presuntos autores de las ejecuciones, Velasco Palomera no se presentó a trabajar y hubo una serie de versiones respecto de que estaría prófuga.

Por primera vez desde esa fecha se tiene noticia de ella, aunque el procurador dijo hace unos días que estaba internada en un hospital como resultado de una crisis nerviosa.

Los ejecutados, supuestamente miembros de la misma banda de quienes los asesinaron, se habían autorrobado un cargamento de cocaína. Sus cuerpos fueron encontrados en una casa propiedad del dirigente municipal del PRI en Tlajomulco de Zúñiga, Humberto Cerrillos Velasco, pero él y su esposa aseguraron a las autoridades que habían prestado la casa a Anaceli Velasco.

En sus primeras declaraciones ministeriales, el colombiano Iván Taborda Maya implicó a la secretaria al reconocer que ella, a su vez, le había prestado dicha casa. Posteriormente el colombiano lo negó.

Sigo siendo militar

En sus ya acostumbradas incursiones radiofónicas, y en respuesta a unas declaraciones del gobernador Alberto Cárdenas Jiménez, el capitán Horacio Montenegro Ortiz reapareció hoy para aclarar que su ausencia del Ejército es temporal, ya que sólo pidió licencia para incorporarse a las actividades de seguridad pública en el estado.

Por su parte, fuentes cercanas a Montenegro Ortiz informaron que el capitán esperará a que el fiscal especial del caso Elba Rosa Frank Ramírez emita su informe definitivo, para reincorporarse al cuerpo castrense.

El militar espera que lo exoneren de cualquier responsabilidad en el operativo en el cual, en lugar de liberarla, elementos de la Policía Judicial del Estado asesinaron a la joven de 17 años y a uno de sus captores.

Cuando ocurrió el incidente, y ante la presión pública, el gobierno del estado decidió cesar al capitán, y con ello responsabilizarlo políticamente del operativo mal llevado. Sin embargo, el militar asegura que él no tuvo ninguna ingerencia en dicho operativo.