La Jornada 14 de junio de 1996

MISA POR EL BUEN TEMPORAL EN LA LAGUNA

José Antonio Román, enviado y Uriel Martínez, corresponsal, Torreón, Coah., 13 de junio En una concentración religiosa sin precedente en esta región, miles de feligreses católicos de la Comarca Lagunera se reunieron esta noche en el lecho seco del río Nazas para pedir que caiga la lluvia y apoyo al campo, afectado desde hace cinco años por la sequía.

A lo que se llamó la Misa por el buen temporal, la jerarquía eclesiástica señaló que el ``peor enemigo de la religión es el estómago vacío''. Ante los presidentes municipales de Torreón, Gómez-Palacio y Lerdo, y el gobernador de Coahuila, Rogelio Montemayor, pidieron a los hombres del poder público ``no tener miedo a Cristo'' y que lo hagan presente en sus tareas gubernamentales.

Desde un altar improvisado en medio del lecho vacío del río que separa los estados de Coahuila y Durango, el arzobispo de esta última arquidiócesis, José Trinidad Medel, criticó que el hombre ha organizado su vida, sus sistemas políticos, económicos y educativos marginando a Dios, y donde se ha privilegiado el individualismo.

``Hemos construido un mundo terrible, donde hay odio y lucha de clases. Todo esto ya ha fracasado. Pero falta por ensayar el mundo de la fraternidad, de la libertad e igualitario entre los hombres, pero teniendo presente el mensaje del evangelio'', dijo Medel, quien estuvo acompañado por cinco prelados más de la Comarca Lagunera.

Planteó la promoción de un cooperativismo y organizar una economía solidaria desde sus necesidades y sus pequeños poblados, con las enseñanzas de la doctrina social de la Iglesia. ``La unidad de todos, más que nunca, se hace necesaria para pasar menos mal estos momentos críticos para el país. Y vivir en un mundo más comunitario y fraternal''.

Dijo que aunque es necesario pedir al Señor el don de la lluvia, pero quizás es más indispensable el arrepentimiento de nuestras fallas y pecados que van en contra de los derechos humanos, en contra de los derechos de los niños, de las mujeres. Hemos atentado también en contra de la ecología. De todo esto, agregó, ``estamos pagando las consecuencias''.

Medel insistió que ante la problemática que vive México debe hacerse frente no con el odio, no con la violencia, la huída o el egoísmo. Ahora debe prevalecer entre los mexicanos el trabajo, el servicio, la justicia y la solidaridad, compartiendo lo poco que tenemos.

``No hay nadie tan pobre que no pueda dar, ni tampoco hay un rico tan rico que no necesite algo'', apuntó el arzobispo ante los miles de personas que se congregaron tanto el vado como en las orillas del río que separa también a las diócesis de Torreón y Durango.

La misa celebrada por los cinco prelados de la región inició pasadas las 19 horas, en medio de un calor intenso de casi 38 grados, ni siquiera un asomo de nube que abrigara las esperanzas de detener los rayos del sol.

Sin embargo, desde dos horas antes, una veintena de grupos de danzantes de la zona, conformados principalmente por jóvenes y niños, ocuparon la rústica pista de atletismo, de lo que se le ha llamado Unidad Deportiva, en el lecho del río Nazas, en cuyo lecho no ha pasado agua desde hace cinco años.

Los matlachines, como se les llama aquí a los danzantes, apenas dejaron de bailar durante la parte más solemne de la homilía y antes de que concluyera con la comunión, reiniciaron sus movimientos de la Danza del Caballito, de La Pluma y de Carrizo, todos al ritmo de los tambores y sonajas. Vistos a lo lejos, desde lo alto del puente que une a las ciudades de Torreón con Gómez-Palacio, apenas sobresalían lo amarillo, rojo y blanco de los plumajes.

Los primeros 20 minutos de la celebración religiosa, que se prolongó por casi dos horas, estuvieron marcados por un cántico creado para la ocasión y donde se conjugaba lo religioso con las plegarias por la lluvia y el ``buen temporal'' para estas ``tierras sedientas''.

``Señora/ Señora/ Aquí está tu Iglesia/ que hoy peregrina/ rogando que llueva/escucha este canto.... Señora/ Señora/ la presa está seca/ el Nazas no corrre trayendo la vida/ que el agua no viene.... El campo está seco, el ganado muere/ ven en nuestro auxilio/ que el agua no viene''.

Los miles de feligreses que este día se dieron cita en este lecho seco del río, provenían de Lerdo, Gómez-Palacio, Tlahuililo, Torreón, Francisco Madero, San Pedro de las Colonias, Viesca y Matamoros, entonaron estas plegarias con el deseo de ser escuchados y que llegue el agua a estas tierras.

De acuerdo con los cuerpos de seguridad y tránsito municipales, el número de feligreses reunidos fue de casi 30 mil, mientras que los organizadores, que calificaron la celebración como ``todo un éxito'', estimaron que el número de asistentes superó las 70 mil personas.

El hecho es que prácticamente se ocupó la totalidad de la cancha rodeada por la pista atlética. El grupo de personas que siguió la celebración desde las orillas del lecho del río seco era nutrido. Desde las concentraciones del candidato presidencial del Frente Democrático Nacional (FDN) en 1988, Cuauhtémoc Cárdenas, no se había visto algo similar en esta Comarca Lagunera.

La homilía la celebraron de manera conjunta el obispo de Torreón y vicepresidente del Episcopado, Luis Morales Reyes; el obispo auxiliar de Durango, Juan de Dios Caballero y los prelados eméritos de Durango y Torreón, Antonio López Aviña y Fernando Romo Gutiérrez, respectivamente, además del arzobispo Medel.