El caso no está cerrado, dice el fiscal especial; Samper anuncia plan contra la crisis
Efe, Afp, Ips, Dpa, Ap, Ansa y Reuter, Santafé de Bogotá, 13 de junio El presidente de Colombia, Ernesto Samper, propuso hoy un programa de reconciliación nacional como ``el camino válido para salir de la crisis'' y anunció una serie de medidas para combatir con mayor decisión el narcotráfico.
En tanto que sectores empresariales expresaban sus temores de que Estados Unidos adopte sanciones económicas contra Colombia, el canciller Rodrigo Pardo externó su acuerdo con Washington sobre la necesidad de revisar las relaciones bilaterales, al aceptar que los lazos entre ambos países se encuentran en su punto más bajo.
Tras haber sido absuelto esta madrugada por la Cámara de Representantes de los cargos que le hizo la Fiscalía sobre nexos con el cártel de Cali, Samper expresó su satisfacción por el fallo y la participación de los legisladores, y sostuvo que de esta manera se demostró una vez más la fortaleza de las instituciones del país.
En un mensaje de 40 minutos emitido esta noche por radio y televisión, el gobernante reafirmó que no renunciará a la presidencia e insistió en rechazar las imputaciones que se le hicieron de haber recibido dinero del narcotráfico para financiar su campaña política en 1994.
Indicó que al ser declarado inocente ejercerá su derecho a la intimidad. Sin embargo, dijo haberse equivocado en el nombramiento ``de algunas personas'' en su campaña electoral --en alusión a sus principales acusadores y que ahora están en prisión-- pero aclaró que no asumía responsabilidad directa por ello.
Al referirse a la reacción de Estados Unidos, señaló que Colombia desea seguir considerando a ese país como socio y amigo, sobre bases elementales de respeto mutuo. Acogió con beneplácito la declaración del presidente Bill Clinton, al aceptar la instancia democrática que constituye la Cámara de Representantes colombiana.
El mandatario se abstuvo de hacer alguna propuesta para paliar la grave crisis, pues no insistió en la consulta popular que con anterioridad había mencionado como fórmula de gobernabilidad. Se concretó a proponer un plan de reconciliación nacional, invitando a ``todos los que quieran sumarse''.
Samper centró su discurso en la próxima adopción de una serie de medidas para combatir decisivamente el narcotráfico, con reformas en materia política y económica. ``No somos culpables sino víctimas del narcotráfico. Las drogas son el peor enemigo para la paz, la estabilidad y el éxito de la nación'', afirmó.
Entre las medidas anticipó que presentará al Congreso proyectos de ley para aumentar las penas por el delito del narcotráfico, suspender la política de sometimiento que otorga beneficios jurídicos a los mafiosos, permitir la confiscación de bienes del narcotráfico y la extinción del dominio de éstos.
Explicó que con los recursos que se obtengan de las confiscaciones o remates del narcotráfico, se creará un fondo para luchar contra el crimen organizado y fomentar la salud y la educación. Apuntó que también propondrá configurar como delito el lavado de activos e imponer sanciones de entre 15 y 30 años de cárcel a los cabecillas de organizaciones criminales.
Tras señalar que dará a conocer una lista de empresas extranjeras vinculadas al blanqueo de dinero o a la venta de precursores químicos para la fabricación de la cocaína, admitió que en el campo económico ha habido una desaceleración, pero negó que sea consecuencia de la actual crisis política.
Ernesto Samper, de 48 años, quien se mostró conciliador con sus enemigos políticos, advirtió en cambio que algunos sectores económicos han sido penetrados por los cárteles de las drogas, entre los que mencionó los de la construcción, la banca, la industria y el comercio, y dijo que con las actividades antidrogas éstos se verán afectados.
Finalmente, el mandatario liberal propuso ``una tregua de odios''. Pero advirtió que no tolerará que su nombre siga siendo ``atropellado'' a pesar de la decisión de la Cámara de Representantes de cerrar la investigación en su contra por falta de méritos.
Por su parte, el fiscal general Alfonso Valdivieso, anunció en Caracas que seguirá adelante con el proceso sobre el financiamiento por el narcotráfico de la campaña electoral samperista, que involucra a muchos otros políticos y parlamentarios. Sin embargo, dijo que acataba el dictamen de los legisladores y admitió que en el caso del presidente no hay posibilidad de que la causa vaya a tribunales.
Valdivieso, quien presentó las acusaciones en el Congreso contra Samper por cuatro delitos, apuntó que pese al fallo en la Cámara baja él no renunciará a la Fiscalía. Añadió que tras el fallo absolutorio al presidente, es factible esperar sanciones de Estados Unidos.
En tanto que el gobernante Partido Liberal dio todo su apoyo a los planes de Samper, el opositor Partido Conservador dijo que no negociará su participación en un eventual gobierno de unidad samperista.
Mientras, el gobierno cubano confirmó la llegada a su territorio de un número no precisado de personas del comando que mantuvo secuestrado al empresario colombiano Juan Carlos Gaviria, señalando que actuó a petición de la familia Gaviria y el gobierno colombiano.
A su vez César Gaviria, secretario general de la OEA, explicó al congresista estadunidense Lincoln Díaz Balart, que la liberación de su hermano ``no fue fruto de ningún acuerdo diplomático con ningún gobierno''. Precisó que Cuba intervino por razones estrictamente humanitarias.