Reconoce Clinton la libertad del Congreso colombiano, pero advierte sobre consecuencias
Reuter, Ansa, Afp, Efe, Dpa y Ap, Washington, 13 de junio Estados Unidos criticó hoy la exoneración del presidente colombiano Ernesto Samper, en relación a sus presuntos nexos con el narcotráfico, y señaló que de esa manera ``no se resolverá la crisis de confianza'' que afecta al país sudamericano.
El presidente Bill Clinton reconoció que Colombia tiene un Congreso que puede votar sobre los temas como le plazca, pero advirtió: ``Nosotros vamos a juzgar nuestra relación (con Colombia) con base en el nivel de cooperación que tengan con nuestro país en la lucha contra las drogas''.
El vocero del Departamento de Estado, Nicholas Burns, sostuvo que el gobierno de Washington ``apoya el imperio de la ley, y a los muchos sectores colombianos que lamentan la impunidad creada por la corrupción''.
Apuntó que la decisión de la Cámara de Representantes, con la absolución del mandatario, ``deja sin respuesta muchas preguntas relacionadas con la penetrante influencia del narcotráfico en las instituciones colombianas''.
Burns dijo que su gobierno revisará las relaciones de cooperación con Colombia y que no se descartaba la imposición de sanciones. ``En opinión de Estados Unidos, la exoneración del señor Samper por parte de la Cámara de Representantes, no se basó en una revisión exhaustiva de la evidencia''.
Tras la votación del Parlamento colombiano al absolver a Samper por 111 votos a favor y 43 en contra, el vocero estadunidense insistió en que ``los gobiernos que premian la corrupción y permiten que los narcotraficantes penetren hasta los más altos niveles de autoridad tendrán relaciones difíciles con Estados Unidos''.
Por ahora, indicó, no se ha tomado ninguna decisión pero dijo que había opciones disponibles para expresar su ``profunda insatisfacción''. Aunque apuntó que no se descarta que las cosas puedan mejorar, reiteró que las relaciones entre ambos países seguirán siendo ``altamente dependientes'' de la cooperación colombiana.
Luego de rechazar que la eventual imposición de sanciones pueda resultar contraproducente, el vocero del Departamento de Estado expresó su confianza en que ``las acciones de Estados Unidos son justificadas y efectivas''.
Burns manifestó que próximanente su gobierno convocará a Colombia a una reunión para ``pedirle explicaciones'' y revisar las relaciones de cooperación antidrogas. Anotó que Estados Unidos está tratando de reducir el consumo de drogas y que los productores deben reducir la penetración de la influencia de los narcotraficantes.
De hecho, desde el triunfo electoral de Samper --a mediados de 1994-- surgieron las dificultades con Washington, tras las primeras denuncias de posibles nexos del entonces futuro gobernante con el cártel de Cali, del que habría recibido apoyos económicos. Y en marzo pasado, Estados Unidos descertificó a Colombia en su lucha antinarcóticos.
Fuentes políticas señalaron que las posibles sanciones que el gobierno de Clinton impondría a Colombia, serían esencialmente económicas. Entre ellas, se incluiría la cancelación de la Ley de Preferencias Arancelarias Andinas, que facilita las exportaciones a territorio estadunidense sin tarifas aduaneras.
Asimismo, se estudia la posibilidad de suspender los visados de entrada a este país de altos funcionarios colombianos, incluido el presidente Samper y sus ministros, así como la suspensión de la autorización de vuelos comerciales a aerolíneas de Colombia, y limitar las transferencias bancarias entre ambos países.
Marc Thiesen, portavoz del ultraconservador senador Jesse Helms, afirmó que la decisión de archivar el caso Samper por el Parlamento de su país ``es un insulto para el pueblo colombiano''. Afirmó que el fallo también lesiona a la justicia y la policía colombiana, que cumplen con su obligación de luchar contra el poder e influencia del narcotráfico.
El congresista republicano de origen cubano por Florida, Lincoln Díaz Balart, dijo haber solicitado que la Subcomisión de Asuntos Interamericanos de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, llame a interrogatorio al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el colombiano César Gaviria.
Tal interrogatorio tendría que ver con la liberación negociada esta semana del hermano del político, Juan Carlos Gaviria, que estuvo secuestrado por un grupo clandestino durante 71 días, y en cuyo caso intervino el gobierno cubano para lograr una solución.
Los diarios The Washington Post y The Miami Herald comentaron que es probable la imposición de sanciones a Colombia, en tanto que el ex diplomático estadunidense Charles Gillespie, consideró que lo mejor que puede hacer Estados Unidos es tener paciencia y dejar que los colombianos resuelvan sus problemas.