La Jornada 17 de junio de 1996

La participación fue de 69.1%, mucho menor que la prevista

Afp, Ap, Dpa, Efe y Reuter, Moscú, lunes 17 de junio El presidente ruso Boris Yeltsin aventajaba esta madrugada por 2.77 puntos porcentuales al candidato comunista Guennadi Ziuganov, en las elecciones presidenciales efectuadas este domingo en la Federación Rusa.

Escrutado el 58.4 por ciento de los votos, el gobernante se había asegurado 34.69 por ciento, contra 31.92 del abanderado del Partido Comunista, informó la Comisión Electoral Central, con lo que se confirman los pronósticos de los sondeos previos a los comicios de que el futuro presidente ruso será elegido en una segunda vuelta electoral, ya que ninguno de los candidatos logró 50 por ciento más uno de los votos.


El presidente Boris Yeltsin, candidato con la mayoría
de sufragios en la primera vuelta de los comicios
presidenciales rusos, caracterizados por una escasa
participación pero que fueron declarados válidos por
las autoridades electorales.
Foto: Ap

Por lo pronto, los comunistas reconocieron que Yeltsin lleva la delantera y no descartaron una eventual alianza con el gobernante, mientras diversos sondeos anticiparon que el líder del Kremlin se impondrá holgadamente en la segunda ronda, a realizarse, previsiblemente, el próximo mes.

Autoridades electorales declararon válidos los comicios al verificar que hubo una participación superior a 50 por ciento de los 106.4 millones de rusos convocados a votar, sobre una población total de casi 150 millones. Según los últimos datos no definitivos divulgados por la Comisión Electoral Central, la concurrencia a las urnas habría sido de 69.1 por ciento, cuando los pronósticos iniciales preveían una participación de entre 75 y 80 por ciento.

La apatía ciudadana, registrada sobre todo en las primeras horas de la tarde, alarmó al equipo de campaña de Yeltsin que temió que Ziuganov se viera favorecido por la escasa participación, e incluso, el primer ministro Víctor Chernomirdin llamó por la tarde a la ciudadanía a "no comprometer el futuro por una hora en la dacha, en los bosques o frente a la televisión". Analistas atribuyeron la escasa participación a diversos factores, como hartazgo político por las campañas electorales de los candidatos Ðsobre todo de la de YeltsinÐ, al mal tiempo en algunas regiones del lejano oriente e incluso, a la derrota 30 de Rusia en el partido de futbol de la Eurocopa que jugó contra Alemania.

En Moscú, Yeltsin logró una clara mayoría con 60.27 por ciento de la votación, según el escrutinio de los votos de 15 distritos electorales, con lo que superó casi cuatro veces el total obtenido por Guennadi Ziuganov.

Las tasas de participación más elevadas se reportaron en el extremo oriente y Siberia, de entre 60 y 70 por ciento, y las más bajas se registraron en el oeste de Rusia. No existen, hasta ahora, datos sobre diferencias entre el voto urbano y el rural.

La Organización para la Seguridad y Cooperación de Europa, con 500 observadores en las elecciones, afirmó no haber registrado ninguna violación seria a las leyes electorales. Sin embargo, diversos testigos informaron de irregularidades en algunos lugares como Siberia y especialmente en la república autónoma de Chechenia, donde un periodista pudo votar presentando sólo su pasaporte francés.

El gobierno promoscovita en esta república transcaucásica aseguró que los comicios presidenciales y parlamentarios locales son válidos, pues votó más de 50 por ciento del electorado; sin embargo, la Comisión Electoral local afirmó que sólo participó 25 por ciento. Observadores afirmaron que en algunas áreas controladas por los rebeldes no se registró un solo voto.

Asimismo, un combatiente rebelde murió y cinco soldados rusos resultaron heridos esta mañana, cuando un grupo de separatistas atacó a una unidad rusa en Grozny. Hubo balaceras aisladas en distintos centros de voto por parte de los independentistas, quienes llamaron a boicotear los comicios porque el gobierno ruso prometió postergar las elecciones parlamentarias hasta después de que se retirara a las tropas rusas del territorio checheno.

Reconocen los comunistas la delantera de Yeltsin

El diputado comunista y director de la campaña de Ziuganov, Vladimir Semago, reconoció que según los observadores comunistas desplegados en todas las mesas electorales para evitar un fraude electoral admiten que Yeltsin lleva la delantera.

Vladimir Semago, uno de los dirigentes del Partido Comunista, afirmó que Yeltsin y Ziuganov deben alcanzar un acuerdo para formar un gobierno de coalición con otras fuerzas políticas pues, señaló, en sus programas de gobierno no existen ``antagonismos serios'', y dijo que "ya se mantuvieron algunas conversaciones previas en esta dirección".

Semago destacó que no se puede predecir el resultado de una segunda vuelta electoral ni garantizar que el electorado de Yavlinski vaya a apoyar a Yeltsin, o el de Zhirinovsky a Ziuganov.

Tras emitir su voto, el actual presidente descartó una victoria comunista y aseguró que pensaba continuar sus reformas en el próximo siglo. Un sondeo realizado por varias empresas privadas rusas prevé que en una segunda vuelta, Yeltsin obtendría la victoria con 51 por ciento de los votos y Ziuganov, 42 por ciento.

En declaraciones a la televisión, el líder comunista, tras emitir su voto, se declaró dispuesto a mantener contactos con los candidatos centristas después de la primera vuelta, y afirmó que les propondrá un "gobierno de confianza popular que incluya a todos los que tienen in fluencia, incluso a los que ahora tienen las riendas del poder".

Según los votos escrutados hasta ahora, el popular general Alexander Lebed, del Congreso de las Comunidades Rusas, quedó en tercer lugar con 15.15 por ciento.

Grigori Yavlinski, del bloque liberal Yabloko, obtuvo el cuarto lugar con 7.89 por ciento. El ultranacionalista Vladimir Zhirinovsky, del Partido Liberal Democrático quedó en quinto lugar con 6.51 por ciento. Los cinco candidatos restantes, incluido el último presidente de la desaparecida Unión Soviética, Mijail Gorbachov, se encuentran por debajo del 1 por ciento.

Al depositar su voto, el ex mandatario insistió en que podía ganar las elecciones y predijo que sería uno de los dos candidatos que quedarían a la cabeza, a pesar de que sondeos de intención de voto nunca le dieron más de 1 por ciento.

En Moscú, donde también hubo elecciones para alcalde, el reformista Yuri Luzhkov, quien actualmente detenta dicho cargo, había dejado atrás a los otros tres candidatos con 90 por ciento de la votación.

No se reportaron incidentes durante la jornada electoral, salvo una falsa alarma de bomba en el metro de Moscú que ocasionó el cierre de las estaciones durante varias horas, ante el temor de que se repitiera un atentado como el del pasado martes, en el que murieron cuatro personas.