La Jornada 18 de junio de 1996

Ignacio Solares: es un hito haberle hecho la guerra a EU

Arturo García Hernández Una trilogía novelística que aborda distintos momentos de las relaciones México-Estados Unidos, es el proyecto con que el escritor Ignacio Solares (Ciudad Juárez, 1945) obtuvo este año la Beca de la Fundación Guggenheim.

La primera novela de esa trilogía llevará como título Columbus y tendrá como tema central el ataque del general Francisco Villa a esa población estadunidense, ``la única invasión latinoamericana a Estados Unidos''.

Sorprendido pero motivado, consciente de su nueva responsabilidad, el autor de novelas como Madero el otro (1989) habla en entrevista de las razones que motivan su obsesión por determinados momentos de la historia de México.


``Entré a la historia por la puerta trasera.... Los premios no venden más libros, pero alientan al escritor''. Foto: Raúl Ortega

``Pase lo que pase y haga lo que haga, siempre seguiré siendo el nieto de un Dorado de Villa, sí, mi abuelo materno peleó al lado de Francisco Villa y siempre me he sentido fascinado por esa condición, sobre todo ante la insólita circunstancia de que mi abuelo paterno, descendiente directo de españoles, era porfirista. Eso explica en buena medida mi ezquizofrenia: vivir entre dos fuerzas encontradas y tan brutales que nunca he podido resolver. Eso explica el querer encontrar una identidad, algo que de alguna manera nos incumbe a todos los mexicanos(...)

``El poder practicar la literatura me ha ayudado mucho ante todo y fundamentalmente como una forma de conocimiento propio, de diversión y de sopresa. La historia me parecía aburridísima, sin embargo desde que supe que Francisco I. Madero era espiritista me empecé a interesar en ella y esto me ha llevado a un camino que después ha ido enlazando una cosa con otra. Por eso digo que yo entré a la historia por la puerta trasera.''

Después de Madero, Solares descubre ``la figura brutal, contundente y mística de Felipe Angeles''; de ese descubrimiento nace otra novela. Invitado a trabajar con el archivo de Plutarco Elías Calles, una vez descubre una carta en la que el caudillo, escribe: ``A solas, en mi despacho, he empezado a ver fantasmas''. De ahí surgió la obra teatral El Jefe Máximo.

``Lo primero que noté Ñdice SolaresÑ, es que Calles también era espiritista; sí, un hombre que desató la guerra religiosa más absurda que conozca este país, con 90 mil muertos, era espiritista. Entonces me pregunto ¿qué pasa en la historia de este país? Eso es lo que de alguna manera me ha dado la pauta para continuar''.

En esa línea, próximamente llevará a escena un monólogo de Alvaro Obregón, donde se vale de una de las ventajas que, asegura, el escritor tiene sobre el historiador: siempre puede llenar con la imaginación los huecos que deja la historia: ``¿Qué hubiera pasado si a Alvaro Obregón no lo mata Toral en 1929. Manejo la posibilidad de que el tiro atraviesa el dibujo que había hecho Toral y se salva Obregón. Así, el viejo pudo haber llegado con ochenta y tantos años a 1968, pudo haber sido otro Porfirio Díaz. Es la maravilla de la imaginación que abre puertas insospechadas''.

De este modo, Ignacio Solares llega hasta Villa. Columbus se publicará en septiembre: ``Estoy tratando de hacer tres novelas sobre la relación de México con Estados Unidos. Columbus es la primera de la trilogía. Después, haré otra sobre la guerra con Estados Unidos, con otras características. Es terrible que lo diga pero en el fondo hay algo teriblemente grotesco: que le hayamos hecho la guerra a Estados Unidos es maravilloso. Ya lo de Columbus te lo pinta porque esta invasión que realiza Villa en 1916 tiene un carácter histérico. Hay cosas como una carta que Villa le manda a Zapata en la que dice: `Señor Zapata, únase a nosotros porque ahora sí vamos a llegar hasta la Casablanca y vamos a acabar con el verdadero enemigo. Ni una bala más entre hermanos. Nuestro verdadero enemigo esta en el norte, vámonos para allá. No podemos atacarlos por mar porque no tenemos barcos, pero véngase por tierra'. Esto no es muy diferente al espiritismno de Madero, sigue teniendo un ingrediente surrealista.

``Por supuesto, Zapata no le contesta. Villa entra con 400 hombres a Columbus, y comete un error grave, terrorífico: confunde los establos con el cuartel donde estaban los soldados americanos a quienes quería agarrar por sorpresa. Al entrar a Columbus mata a todos los caballos. Los soldados americanos reaccionan y matan a ciento y tantos villistas que apenas matan a 17, en su mayoría civiles''.

Ya metido a ``rastrear por ahí, encuentro cosas tan insólitas. Por ahí de 1915, cruzaban una gran cantidad de mexicanos a Estados Unidos y cruzaban porque además los enganchaban todas las empresas equivalentes a las actuales maquiladoras. Era verdaderas hileras de mexicanos cruzando, además porque estábamos en guerra civil.

``La gente se iba para allá buscando el mínimo de sustento y de trabajo. Los malditos gringos hacían una selección de gente al cruzar el puente y los bañaban. Eso se nos ha olvidado! Era baños profilácticos, los metían en unos tambos o los bañaban con keroseno para desinfectarlos. A quienes pasaban en coche y sí tenía mejor tipo los dejaban pasar. En una de esas a un grupo le rocían keroseno y lo queman; 40 mexicanos muertos al cruzar el puente del Río Bravo. Este es uno de los argumentos con los que Villa convoca a la gente para invadir Estados Unidos''.

Las analogías con la situación actual son impresionantes: ``En 1915 salía en el Herald de Chicago que había que invadir México porque sino les íbamos a crear un problema. La postura era acabar con México. Decía que era un país ingobernable, hecho de puro truan, de piratas españoles, de pobres indios. Todas estas cosas siguen ahí en lo que yo llamaría el inconsciente colectivo y muchas veces el escritor no hace más que bajarlas. En el inconsciente colectivo de americanos y mexicanos está todo eso. Tenerlo presente te permite entender el hecho en su dimensión mayor''.

Continúa Ignacio Solares: ``Ahora, hay que ponerse en el lugar de los gringos. No es cualquier cosa tener frontera con México. Por otro lado, creo que de alguna manera somos el mismo país. Lo sabes sobre todo viviendo en la frontera. Nos diferencia todo, pero todo está tan ligado que tengo la impresión de que todo tiene que diluirse en algún momento. Y tenemos que comprender que esa cercanía nos va a tener que formar una nueva identidad.

``No es muy diferente de lo que nos pasa con Guatemala. Veamos, por ejemplo, un momento crucial en nuestra historia reciente: en el momento en que se aprueba el Tratado de Libre Comercio con todas sus implicaciones, los mexicanos levantamos la cabeza orgullosos, ya nos sentimos norteamericanos: Por fin! Estamos enganchados en la locomotora del Primer Mundo. Estamos mirando hacia arriba.

``Unos días después se desata la guerra de Chiapas. Esa circunstancia brutal, terrible, trágica, nos obliga a voltear la cabeza, a bajarla, a reconocer nuestra condición de centroamericanos y de país pobre''.

Solares, quien hace unas semanas obtuvo el premio José Fuentes Mares, señala a éste como uno de los autores que más le ha influido.

``Como siempre he dicho, no reconozco más patria que la infancia. Bueno, pues mi infancia está marcada por la frontera. Digo, todo esto tiene un símbolo porque ya todo me está poniendo de regreso a mi punto de origen: en Juárez vi mi primera corrida de toros, allá conocí a Fuentes Mares cuando era niño, ahí conocí a Carlos Arruza, ahí aprendí a leer, ahí leí mi primer libro''.

Ahora, el protagonista de Columbus es un habitante de Ciudad Juárez que sale de ahí ``para unirse a las hordas villistas a invadir Estados Unidos''.

Por último, el escritor reconoce que la Beca Guggenheim y el Premio José Fuentes Mares son ``un aliento''.

``Nunca he pensado que los premios vendan más libros. Eso no es lo que importa. Pero sí, por un lado, te alientan, eso es fundamental. Y por otro lado te ayudan económicamente y me permite pensar que el año que entra por fin voy a poderme ir a la universidades americanas que es donde está mucha información para saber qué es lo que ha pasado en nuestra historia''.