Inflación de 17% en 1997, prevé la OCDE para México
Efe, París, 19 de junio La inflación en México debería descender en forma sensible en los próximos 18 meses y pasar del 33 por ciento en 1996, a 17 por ciento en 1997, según el informe semestral de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), titulado Perspectivas Económicas.
El documento señaló que en México, el único país latinoamericano que figura entre las 27 naciones miembros de este organismo de países desarrollados, ``los tipos de interés y la inflación están a la baja, pero la recuperación es todavía modesta''. Previó que el PIB real debería aumentar 3 por ciento, por término medio este año, y el próximo el crecimiento ``debería establecerse sobre una base más amplia''.
Consideró que si el crecimiento del PIB no es mayor este año se debe a que la demanda interna ``sigue vacilante'' y porque el aumento de las exportaciones debería aminorar después de la expansión de 1995. Apuntó también que la ``situación de incertidumbre'' en la que se encuentran los agentes del sector privado en cuanto a sus ingresos futuros y el ``elevado nivel'' de su endeudamiento ``frenarán el gasto, en el mismo momento en que la fragilidad del sector bancario limitará el crédito''.
Según la hipótesis técnica habitual de tipos de cambio nominal invariables, ``la inflación debería decrecer sensiblemente en el próximo año y medio'', subrayó el documento. La OCDE prevé una ``contracción'' del excedente comercial mexicano, debida a la aceleración de las importaciones, y a que la balanza de las operaciones corrientes podría verse ``ligeramente deficitaria''.
Este déficit podría ser de 6 mil millones de dólares en 1997, es decir, el equivalente al 2 por ciento del PIB, según las previsiones de la organización, las cuales se basan en la hipótesis de una mejoría de la ``confianza de los inversionistas'', que permita una reducción de la prima de riesgo actual sobre los tipos de interés.
Señaló también que la fragilidad del sistema bancario constituye ``un freno potencial al crecimiento'', pero subrayó que si los mercados de capitales y el mercado de cambios ``siguen relativamente estables'', se podría engranar un círculo vicioso. Añadió que un mayor dinamismo de la actividad y un descenso de los tipos de interés se expresarían rápidamente en una mejoría de la situación de los bancos, que ``estarían entonces en condiciones de conceder los préstamos suplementarios necesarios para que el crecimiento de la producción y del empleo se acelere'', opinó.
La OCDE recordó que la economía mexicana sufrió una profunda recesión en 1995, y que el PIB real bajó cerca de 7 por ciento, aunque logró enderezarse tras alcanzar su punto más bajo a mediados de ese año. Agregó que después de las medidas de estabilización de marzo de 1995, la demanda interna se ha ``hundido'' y que este hecho, unido al aumento de la competitividad internacional de México, ha hecho que la balanza comercial haya vuelto a un nivel ``cercano al equilibrio''.
La OCDE destacó, por último, que al beneficiarse de mecanismos financieros internacionales, México ha podido ``satisfacer sus obligaciones exteriores y constituir reservas de cambio''.
Añade que en la mayoría de los países latinoamericanos ``se impone un importante ajuste presupuestario''. El documento dedicó sólo un breve apartado a la evaluación de las tendencias actuales y las proyecciones de las economías de América Latina, ya que México es el único país de la región que figura entre los 27 miembros de la OCDE.