La Jornada 19 de junio de 1996

Colección de Riveras del gobierno de Veracruz viaja a Washington

José Rafael Bravo Meza, especial La Jornada, Veracruz, Ver. La colección de 36 cuadros de Diego Rivera que pertenece al gobierno del estado de Veracruz --una de las más importantes del gran pintor mexicano-- saldrá por primera vez del país. Los cuadros de Rivera se exponen en el Museo de Arte del Estado de la ciudad de Orizaba, donde permanecen desde que el Instituto Veracruzano de Cultura (Ivec) inauguró este espacio para albergar esa colección.

Aurora Villanueva --del Ivec-- informó que la colección de Riveras se expondrá en el Instituto Cultural Mexicano de Washington, pues de junio a diciembre se realizarán en Estados Unidos actividades culturales relacionadas con México estimuladas por la presencia de la gran exposición de arte olmeca que se presentará a partir del 30 de junio en la National Gallery de Washington.

La colección fue adquirida en la década de los ochenta y permaneció guardada en lo que hoy es la sede del Ivec mientras se restauraba el edificio para convertirlo en el Instituto Veracruzano de Cultura.

Posteriormente, en los últimos tiempos de la administración de Ida Rodríguez Prampolini se rescató uno de los ejemplos de arquitectura barroca que se ubica en Orizaba San --Felipe Neri-- y allí se inaguró el Museo de Arte del Estado. Lo que en principio fue voluntad de adquirir obra de arte, se convirtió en lo que --afirman algunos-- es la segunda colección más importante de Riveras que existe en México después de la que tiene el Museo Dolores Olmedo que se encuentra en Xochimilco de la ciudad de México. Rivera nació en Guanajuato, donde existe un Museo dedicado a honrar su memoria, y su arte es una síntesis de lo mexicano aunado a los valores universales del arte que aprendió en París donde se nutrió de las corrientes vanguardistas como el cubismo de principios de siglo. Fue amigo de Modigliani, esposo de Angelina Beloff --quien inspiró el texto de Elena Poniatowska Querido Diego te abraza Quiela. Y fue lo mismo un gran muralista que un notable autor de óleos, dibujos que hoy constituyen un legado inapreciable para el arte de México.