Nueva ley de cámaras comerciales e industriales
Prevalecería la afiliación obligatoria
Cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolvió, en abril pasado, que las grandes corporaciones sindicales del Estado incurren en un acto inconstitucional al impedir la libre afiliación de sus trabajadores a otras organizaciones, uno de los sectores que más aplaudieron la resolución fue el empresarial.
Abundaron, entre los dirigentes de los diversos sindicatos patronales, quienes incluso hablaron de que la Corte había dado los elementos jurídicos fundamentales para acabar con el corporativismo laboral. Esto es, aplaudieron que pese a los preceptos constitucionales, en la práctica se falló en favor de que grupos disidentes crearan nuevos sindicatos en las instituciones de los tres niveles de gobierno: federal, estatal y municipal.
Entonces nadie se acordó que la propia ley de las cámaras de comercio e industria fue sometida a un análisis jurídico, en respuesta a una demanda presentada por comerciantes inconformes por la afiliación forzada, y que la Suprema Corte también determinó, el 19 de octubre de 1995, que el artículo quinto de la ley de cámaras ``viola la libertad de asociación establecida por el artículo noveno constitucional, al imponer a comerciantes e industriales la obligación de afiliarse a la cámara correspondiente''.
Entre los sectores comercial e industrial se localiza a los mayores críticos del corporativismo sindical, pero en el fondo, las cámaras empresariales se han constituido, en el extremo opuesto, en otro bloque corporativo, que poco o nada hace por sus representados y al igual que los sindicatos laborales, se adjudica la representación total del sector y la interlocución con el gobierno.
La historia debía ser recordada, a propósito de que en la Secretaría de Comercio, en coordinación con la comisión del ramo de la Cámara de Diputados, se elabora un proyecto de reformas a la ley de cámaras de comercio y de industria, con lo que las autoridades y los empresarios buscan darle la vuelta al resolutivo de la Corte y, con variantes, mantener la afiliación obligatoria.
Hasta el momento existen dos proyectos, ambos severamente criticados por legisladores de todos los partidos, ya que en el fondo no respetan el derecho de los particulares a agruparse o no en las cámaras correspondientes.En el primer caso, los empresarios han propuesto el establecimiento de un registro nacional que agrupe, por ejemplo, a comerciantes, pequeños o medianos empresarios. Todos los comerciantes, los pequeños o medianos empresarios estarían obligados a inscribirse a dicho registro, previo pago de una cuota que establecería la propia reforma propuesta. De esta manera, las cámaras se convertirían en coadyuvantes del gobierno para mantener el control en los diversos ramos comerciales e industriales, a nivel nacional.Sólo que en la misma propuesta de reforma, se establecería que los recursos producto de la afiliación pasarían a formar parte del patrimonio de las cámaras. En el fondo, se mantiene la afiliación forzada, y de pilón se establecería una suerte de impuesto que no caería en las arcas públicas, sino que pararía en manos de los sindicatos patronales.
La segunda propuesta plantea que las cámaras comerciales e industriales se conviertan, por ley, en entidades fundamentales y de interés público. Un estatus similar al de los partidos políticos. Por ello, las cámaras se harían sujetas de subsidio gubernamental.Las dos propuestas, si bien en etapa exploratoria, han sido severamente criticadas por legisladores de todos los partidos, ya que en el fondo se mantiene el espíritu que limita los derechos de los particulares, comerciantes e industriales, de afiliarse obligatoriamente a las cámaras correspondientes. Por lo pronto, es previsible que la iniciativa de reformas a la ley de cámaras de comercio y de industria, entre a debate a la Cámara de Diputados en el próximo periodo de sesiones.
En el camino
Dicen los que saben, que el nuevo perfil de Televisa en materia noticiosa, con los cambios que ha experimentado esa empresa, se acerca al de la oficina de prensa de la Presidencia. Pero de hace 18 años.