La Jornada 21 de junio de 1996

No hay todavía un acuerdo total, apuntan priístas

José Ureña El Comité Ejecutivo Nacional del PRI aclaró anoche que no hay acuerdo total con el Partido Acción Nacional (PAN) para la reforma política y que las cuatro fuerzas prosiguen su esfuerzo en busca de un arreglo definitivo.

Fuentes priístas precisaron que sólo hay consenso en algunos de los 18 puntos tratados en la mesa de Bucareli y que se proseguirá el diálogo en los próximos días.

De acuerdo con la información del CEN priísta, persisten las indefiniciones sobre la integración de las cámaras de Senadores y de Diputados, aspecto en el que los partidos de la Revolución Democrática y el de Acción Nacional reclaman nuevos esquemas.

Mientras este asunto entró a discusión en el Comité Ejecutivo Nacional del PRI, la dirigencia del PRI consideraba la posibilidad de posponer para septiembre la celebración de la XVIII Asamblea Nacional, originalmente prevista para fines de junio.

En la sede priísta ayer todo era calma. Según su dirigencia, la atención está centrada en las elecciones locales de Nayarit, a donde se envió al secretario de Asuntos Electorales, Enrique Jackson Ramírez.


Elena Gallegos y Oscar Camacho Entre los priístas las divisiones y disputas parecieron acentuarse ayer en la Cámara de Diputados cuando Jorge Moreno Collado y Píndaro Urióstegui calificaron de ``desviados'' a sus compañeros de fracción que el día anterior los ubicaron en el sector de los ``duros'' que intentan ``sabotear'' los acuerdos de Bucareli y las negociaciones con la oposición.

Diputados de su propio partido los señalaron ayer como los responsables de intentar sabotear el diálogo y de ser de los ``duros'' del PRI se les comentó.

Bueno, lo duro depende de la parte donde nos toquen albureó Urióstegui, sonriente.

En la entrevista, Urióstegui y Moreno Collado dijeron que el texto que presentó el guerrerense no era una iniciativa, pero sí representa ``de alguna forma el criterio de un grupo de gente del PRI''.

A la acusación de que ambos forman parte del grupo de los ``duros'', Moreno Collado repuso que él considera ser de los priístas ``que están por que se cumplan los compromisos que nuestro partido ha asumido. Y los compromisos deben cumplirse porque los pactos son sagrados''.

Sin embargo, sus propios compañeros los acusaron de intentar sabotear la reforma. Es una calumnia?

Yo creo que es una desinformación.

El documento que presentó el diputado Píndaro lo autorizó Humberto Roque? se le preguntó.

No es un trabajo que nos hayan autorizado. Nosotros estamos trabajando en un grupo que tiene capacidad de iniciativa y no necesitamos que nos den un mandato preciso porque no somos mandaderos respondió.

Finalmente, cuando se le pidió su opinión acerca del calificativo de ``duros'', Moreno Collado contestó que quien dice eso debe ser algún ``desviado'' y reiteró que los priístas marchan ``juntos, en unidad y en disciplina''.

La disputa priísta por la reforma, en la Cámara

La presentación unilateral del proyecto priísta de reforma que, según adujeron Urióstegui y Moreno Collado, fue ``un borrador'' evidenció que la división y las disputas entre grupos priístas no sólo se dan en el terreno de los liderazgos camarales o partidistas, sino también dentro de la misma diputación priísta.

Sin embargo, y contra el calificativo de ``duros'' que usaron diputados del PRI para referirse a Moreno Collado, legisladores de oposición que juzgaron la actitud de los priístas en las comisiones de trabajo consideraron que ``entre los duros están Juan José Osorio Palacios, Píndaro Urióstegui y Saúl González Herrera, quienes durante todo el tiempo que participaron trataron de no acatar lo pactado en los acuerdos de Bucareli''.

Según el juicio de los diputados opositores, en el polo opuesto a los ``duros'' estarían ``Samuel Palma, Héctor Hugo Olivares Ventura y Jorge Moreno Collado, quienes en todo momento se han pronunciado por que se respeten los acuerdos de Gobernación''.

Sobre Moreno Collado, los diputados de oposición consultados dijeron que les sorprendía que lo hubieran catalogado en el grupo de los duros, ``pues en los trabajos de la comisión siempre se mostró respetuoso de lo pactado en Bucareli''.

Finalmente, los legisladores de oposición clasificaron en una tercera categoría a Rosario Guerra, diputada cercana a Roque Villanueva y de quien dijeron: ``Parece moverse con un pie en el grupo de los duros y otro en el de los suaves''.

El fondo de la disputa, concluyeron, es que cada grupo busca prevalecer en las negociaciones y con ello fortalecer posiciones al interior de su bancada.