Octavio Paz arrebató Sor Juana a los tradicionalistas y la entregó al mundo
Renato Ravelo ``La información valiosa sobre sor Juana Inés de la Cruz que se encuentra en los archivos eclesiásticos no ha querido darse a conocer por parte de los historiadores católicos, porque ellos saben que las cosas no son como dicen, que esa información va contra su visión tradicional'', sostiene el historiador Elías Trabulse.
``Ni santa ni víctima, la Décima Musa, sólo fue una mujer excepcional
enamorada de Dios, de la sabiduría y de la libertad'', dice el
historiador y autor del libro Los años finales de Sor Juana: una
interpretación (1688-1695) Foto: Guillermo
Sologuren
El especialista en Sor Juana, quien el año pasado diera a conocer la ``Carta a Serafina de Cristo'', pugna por una nueva visión de la Décima Musa, en la que no se le vea ni como ``santa ni víctima, sólo una mujer excepcional enamorada de Dios, de la sabiduría y de la libertad''.
Autor del texto Los años finales de Sor Juana: una interpretación (1688-1695), considera que en esa etapa ni tuvo una conversión rápida a la santidad ni fue aplastada del todo, pues en los últimos tiempos rearmaba su biblioteca.
Respecto a la polémica desatada en torno del libro Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la fe considera que ``Octavio Paz les arrebató a los tradicionalistas la figura de Sor Juana para entregarla a la literatura mundial''.
--Qué opina de la polémica que se reaviva, acerca de la pertenencia que se hacen los sorjuanistas católicos de la figura de Sor Juana Inés de la Cruz?
--Es una vieja polémica que viene desde hace aproximadamente 100 años, en que se ha dado esta confrontación entre dos visiones: la católica tradicional hagiográfica y la de la crítica liberal moderna, histórica, que pretende analizar la vida de Sor Juana con los métodos de la crítica histórica, más rigurosa. Se han enfrentado y se seguirán enfrentando durante mucho tiempo.
--Considera usted que sólo existen dos visiones para acercarse a Sor Juana?
--Básicamente sí. Puede haber alternativas, incluso he planteado la posibilidad de una tercera visión: es decir la Sor Juana que no es exclusivamente una santa, pero que tampoco es una víctima de la jerarquía eclesiástica, que es lo que una parte de la historiografía tradicional liberal ha intentado señalar.
``Lo único que en historia cuenta no son las hipótesis sino los datos. Podemos elucubrar sobre Sor Juana todo lo que querramos, pero lo que cuenta para un historiador son los hechos atestiguados por documentos, por testimonios fidedignos y por una investigación cuidadosa.
--Desde esta perspectiva cuál sería su opinión sobre el libro de Paz, Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la fe?
--Se inserta dentro de esa tradición de la crítica liberal moderna. Evidentemente el manejo de la información es rico, crítico, tiene aportaciones muy novedosas sin duda alguna, y abrió un panorama importante dentro de los estudios sorjuanistas.
``Pero asimismo incurre en algo de lo que se ha señalado en estas fechas recientes, de un exceso quizá de hipótesis no probadas del todo en datos o testimonios. Cuando se trata de un asunto de opinión, entonces la polémica se puede desatar.
``Creo que el punto donde la obra de ella empieza a entrar en la conciencia literaria mundial, para decirlo sin ambages, es cuando Alfonso Méndez Plancarte publica sus cuatro tomos con (Alberto González) Salceda en el Fondo de Cultura Económica en 1952.
``Pero es evidente que la obra que puso a Sor Juana en la geografía de la literatura universal, es la de Octavio Paz. Sin duda alguna que la Sor Juana de Paz la hizo de interés mundial, tanto por el prestigio intelectual de Paz, como por el hecho de que Sor Juana ya era una figura conocida. Por eso la obra de Paz tiene esa trascendencia.
``De hecho, Paz les arrebató a los tradicionalistas la figura de Sor Juana para entegarla a la literatura mundial. Los tradicionalistas la habían tenido en su poder durante muchos años.
``Paz lo que hizo fue presentar al mundo una visión que a la historiografía tradicional no le hubiera gustado que se diera''.
--El año pasado se hizo un reimpresión de las obras completas de Sor Juana con motivo de los 300 años de su muerte No se pecó de omisión al no ampliarla con estudios y documentos?
--Sí, claro, es una edición con la obra conocida hasta 1952 cuando la editó Méndez Plancarte. Ya urge que se haga un tomo cinco con toda la obra no literaria: papeles jurídicos, notariales, económicos, de otra naturaleza que están por ahí, que tienen referencia histórica directa con Sor Juana.
``En primer lugar la carta a Núñez, que descubrió el padre Tapia Méndez, también la `Carta a Serafina de Cristo', que revelan una Sor Juana impensable: una mujer consciente de su fuerza, de su inteligencia, que no está dispuesta a transigir prácticamente ante nadie. Lucha por mantener su libertad para el estudio y el conocimiento. Incluso para incursionar en terrenos vedados para una mujer, como la teología.
``Tenemos que pensar que Sor Juana es una mujer que habla desde el poder, es una mujer cercana a los poderosos que sabe cultivar con una enorme cortesanía las relaciones políticas. La hagiografía tradicional no ha querido verlo, entender que ser una monja devota y observante, como ella era, no está reñido con su actividad política. Ella era ambas cosas''.
--Los hallazgos de los últimos 40 años permiten ver una Sor Juana Inés política?
--También una mujer con una enorme capacidad financiera: llegó a ser una monja acaudalada y rica, a pesar de que cuando entró al convento era pobre. La riqueza se la dieron sus obras, pero además sus inversiones financieras: prestaba dinero a rédito.
``La eligen en 1686 y la reeligen dos veces más como contadora. Se la imagina usted como contadora de la orden, lidiando con los que daban los suministros para el convento y haciendo inversiones?
``Hay que replantear esa imagen de Sor Juana, tanto la tradicional como la crítica liberal, no como las pequeñas componendas que se han hecho entre una y otra, para dar una imagen un poco más ecléctica''.
--Esta tercera visión es posible con la antipatía entre los dos grupos?.
--No creo que se pueda superar y esta polémica reciente muestra que es una fibra muy viva.
``Alfonso Reyes tiene una frase muy bonita que dice:`no es posible verla sin amarla'. En mucho de ello está la Sor Juana que queremos que sea. Es decir, la Sor Juana que todos amamos y queremos hacerla a nuestra imagen y semejanza''.
--Su evaluación sobre los trabajos en torno de los 300 años de su muerte se plantea una recopilación?
--No, aún no se ha podido hacer, están dispersos. Otros aún están en los archivos esperando a que alguien vaya a palografiarlos.
``Algunos de los testimonios reunidos, están en archivos eclesiásticos, y los investigadores católicos que se han acercado no han tenido interés en difundirlos''.
8. TENEMOS NOTICIA DE QUE
UN GRUPO DE ESCRITORES, POR
MOTIVOS SEGURAMENTE
GREMIALES, ESTA BUSCANDO
QUE LA SEP LE REVALIDE AL
POETA EL PREMIO NOBEL.*
En Reforma (29 de abril de 1996), el escritor Octavio Paz dio a conocer un epigrama, en respuesta a los ataques del cura Alfonso Castro Pallares. El epigrama de Paz es el siguiente:
El presbítero Castro
hizo estudios en Roma;
hoy predica en un rastro
ya que es buey con diploma.
El profesor Tarsicio Herrera Zapián, abanderado público de la cultura católica, le responde a Paz:
Castro, te atacó un Nobel;
te llamó ``buey con diploma''.
Mas al escupir su hiel,
lo autodidacta le asoma
pues ni un título tiene él.
Nota de Rodrigo Vera, Proceso, 17 de junio de 1996.
* Texto tomado de ``Por mi madre, bohemios'' (La Jornada, 17/06/96)