La Jornada 22 de junio de 1996

Rescató la Border 126 mexicanos; la mayoría sufría deshidratación

Reuter y Afp, Washington, 21 de junio Altos funcionarios del Servicio de Inmigración y Naturalización (SIN) dejaron en libertad en 1995 en Miami, a docenas de detenidos, algunos con antecedentes criminales, para tratar de engañar a una comisión de legisladores y mostrar una falsa normalidad en el control de la inmigración ilegal, reveló hoy una investigación oficial.

Los diarios The Washington Post y The New York Times dieron a conocer hoy que una investigación de 11 meses realizada por el Departamento de Justicia halló que altos funcionarios del SIN habían intentado aparentar agilidad ante un comisión del Congreso que estudiaba la reforma a la inmigración.

Los funcionarios intentaron pintar un cuadro más optimista de una situación verdaderamente caótica, indicó el Post. Para ocultar el hacimiento en un centro de detención de indocumentados en Miami, según el informe, los funcionarios del SIN pusieron en libertad o transfirieron a más de cien indocumentados poco antes que llegara la delegación legislativa, cuya visita estaba prevista el 10 de junio de 1995.

Nueve de 58 personas puestas en libertad tenían antecedentes por crímenes como narcotráfico y hurto; otros 45 fueron enviados a una cárcel local en Miami y a otro centro de detención en Nueva Orleans, a un costo de más de 10 mil dólares para el SIN en su sede de Miami, que además pagaba miles de dólares en horas extras a sus empleados.

En el aeropuerto internacional de Miami los funcionarios responsables del SIN vaciaron las celdas donde suelen mantener a los extranjeros que intentan ingresar al país con documentos falsos, y colocaron más inspectores para evitar que se formaran largas colas de pasajeros.

``Una cosa es instruir al personal para que se comporte con profesionalismo ante la visita de gente muy importante. Otra cosa totalmente distinta es impartir órdenes que aumentan el riesgo de incidentes de seguridad pública y que chocan con la propia misión del servicio'', indicó el Departamento de Justicia en sus conclusiones.

El informe se conoció pocas semanas después que la propia procuradora general, Janet Reno, diera a conocer un plan para redoblar la campaña contra la inmigración ilegal en Florida, que incluía duplicar el número de inspectores del SIN en el aeropuerto de Miami y acelerar los trámites de deportación de indocumentados.

La investigación comenzó luego que un grupo de 50 empleados del SIN en Miami envió una carta al representante republicano Elton Gallegly, en la que le advirtieron que el Congreso estaba siendo engañado. Gallegly se declaró perplejo por la actitud de los funcionarios del SIN. ``Nos querían hacer creer que la inmigración ilegal no es un problema grande en Miami y que tenían una operación bien aceitada'', indicó.

El SIN manifestó indignación ante las conclusiones de la investigación, que señaló que varios altos funcionarios le pusieron obstáculos a la delegación legislativa, le mintieron a investigadores e intentaron destruir evidencia.

``El informe describe acciones que socavan la confianza pública por la cual el SIN ha trabajado duro para afirmar'', indicó en un comunicado la comisionada de esa agencia, Doris Meissner. Añadió que había reasignado funciones no ejecutivas a cuatro agentes del SIN hasta que el Departamento de Justicia decida los castigos a imponerles; el Departamento de Justicia anunció a su vez que serán removidos los funcionarios del SIN que hayan tratado de engañar a los legisladores.

Por lo pronto, el SIN continúa sus redadas en centros de trabajo para detectar a trabajadores indocumentados. Informó este viernes que 10 indocumentados fueron detenidos ayer en una zona de alta seguridad cerca de Washington, cuando estaban asfaltando una pista de aterrizaje muchas veces utilizadas por los helicópteros presidenciales.

Las autoridades migratorias precisaron que el acceso a esa zona, que forma parte de un puesto de la marina, es tan limitado que sus agentes no habían sido autorizados a ingresar allí, llamados por oficiales de seguridad. Entre los detenidos hay mexicanos, guatemaltecos y salvadoreños.