Borges fue siempre muy aficionado al cine, a pesar de su creciente ceguera: hacia 1956, es decir, 30 años antes de su muerte, los oftalmólogos le prohibieron leer y escribir y obviamente asistir al cinematógrafo. Sin embargo, continúo yendo, lo hacía de vez en cuando a escuchar la banda sonora de alguna película sin importarle el tumulto de imágenes que se agolpaban a su alrededor. Pero las cosas no fueron siempre así... Cuando Victoria Ocampo fundó Sur en 1931, Borges empezó a reseñar películas. Aproximadamente 17 son las críticas que publicó en aquella revista entre 1931-1944. Entre ellas, ahora resulta memorable aquélla que escribió a propósito de Citizen Kane, año 41, de Orson Welles, cuyo párrafo final dice: ``Adolece de gigantismo, de pedantería, de tedio. No es inteligente, es genial, en el sentido más nocturno y más alemán de esta palabra''. O aquella otra a propósito de El extraño caso del Dr. Jekyll (Víctor Fleming, año 41) donde retorna a una de sus ideas predilectas: ``todos los hombres son el mismo hombre''. O aquélla acerca de City Lights de Chaplin, año 30, que en su parte medular proclama: "...este visitadísimo filme del espléndido inventor y protagonista de La quimera del oro, no pasa de una lánguida antología de pequeños percances impuestos a una historia sentimental''. O aquélla sobre El acorazado Potiomkin, año 25, de S.M. Eisenstein, que dice: ``Es uno de los más altos filmes del Soviet, un acorazado bombardea a quemarropa el abarrotado puerto de Odesa, sin otra mortandad que la de unos leones de mármol. Esa puntería inocua se debe a que es un virtuoso acorazado maximalista''. Texto irónico que de alguna manera nos informa que aquel entusiasmo por la Revolución de Octubre, que en 1919 dejó asentado en sus poemas expresionistas ``Los ritmos rojos'', estaba definitivamente cancelado. A partir de aquellas experiencias críticas que lo aproximan al quehacer de grandes cineastas, según él mismo reconoce en el prólogo a la Historia universal de la infamia y en las citas que hace de la narrativa de Josef von Sternberg en Discursión, escribirá en estrecha colaboración con Bioy Casares, hacia 1951, dos guiones cinematográficos: El paraíso de los creyentes y Los orilleros, que una vez rechazados por el cine industrial argentino, fueron rescatados por Editorial Losada en el año 55. Pero Los orilleros escaparán de su cárcel de papel en 1975, cuando Ricardo Luna los lleve a la pantalla en una película del mismo nombre. Para entonces, las versiones cinematográficas de textos borgianos habían sido frecuentes. La inicial fue Días de odio (1953/54) realizado por Leopoldo Torre Nilsson sobre Emma Zung. Hombre de la esquina rosada, segunda, sobre el cuento homónimo, es también, como la primera, una cinta malograda. La produjo en 1962 Argentin Sono Films y la dirigió con extremo folclor el mediocre René Mugica. Tercer film, Invasión (1968) se basa en una idea original de Borges y Bioy, y fue dirigida por Hugo Santiago. Un año más tarde, la televisión francesa produce una segunda adaptación de Emma Zung, mediometraje a cargo de Alain Magrou. Entre 1969/70, Bernardo Bertolucci realiza una de las mejores adaptaciones de un texto de Borges al cine: el Tema del traidor y del héroe, que vino a transformarse sobre la pantalla en Strategia del ragno (La estrategia de la araña). Les autres, largometraje manufacturado en Francia en el 74 por Hugo Santiago, a partir de un libreto original de Borges y Casares, vendría a ser el sexto filme. Les autres surge de una idea que el mismo Borges planteó en una nota sobre el doctor Jekyll y Edward Hyde, y que dice así: ``podemos concebir un filme panteísta cuyos cuantiosos personajes, al fin se resuelven en uno, que es perdurable''.
La imagen de Borges circula en las pantallas del orbe en varios documentales realizados indistintamente para el cine y la televisión, entre otros: The innerworld of Jorge Luis Borges, realizado en color por Harold Mantell (Nueva York, 1969); Borges sobre Borges (1975, 40 minutos) producido por Carlos Gdansky Orgambide y Adolfo M. García Videla; Borges para millones (1978) episodios que totalizan varias horas de proyección, creado por Ricardo Wulicher y Bernardo Kamin; Borges and I producido por la BBC de Londres en 1983. ``Lo demás es silencio'', como dijo Hamlet, y alguna vez refirió Borges...