Documenta el FBI la entrega de la información a Carlos Salinas sobre las cuentas en Citibank de su hermano Raúl
Un grupo de investigadores y abogados de Suiza recorren el país en busca de información sobre negocios de la familia Salinas
José Ureña
Clase política
Juan Manuel Nava.
Usted puede llamarlo con ese nombre o como Juan Guillermo Gómez Gutiérrez, o Juan José González Cadena. No importa. Es el mismo reo de Almoloya y hermano del ex presidente Carlos Salinas de Gortari.
Sólo que cada uno de esos cuatro personajes tiene su fortuna personal distribuida entre depósitos en los mejores bancos del mundo y en diversas empresas edificadas en México, Estados Unidos o España.
Y si dijo a la procuradora suiza Carla del Ponte que sacaba dinero del país para fomentar ``la recuperación económica y el crecimiento de México'' (La Jornada, 22 de junio), uno puede imaginarse que don Raúl tiene un amor patrio muy acendrado.
He aquí otra prueba de ese amor por lo nacional: a un amigo íntimo y a unos investigadores de su riqueza les dijo que en sus alias tres conocidos hasta ahora utiliza el nombre de Juan en honor al primer charro mexicano.
Carlos Salinas recuperó archivos para la defensa
Sensibles a la política, los Salinas veían venir problemas. Hace dos semanas se informó aquí de los preparativos que hacían para hacerse propaganda y recuperar un prestigio que creen injustamente dañado desde el poder.
El ex mandatario decidió actuar por sí, sin intermediarios. Con ese fin llegó hace poco más de 15 días a Estados Unidos y de inmediato se comunicó a las oficinas centrales del Citibank en Nueva York.
A principios de la semana antepasada localizó a Amy Elliot, la agente financiera de Raúl Salinas. Le pidió, favor que él sabría recompensar, la entrega de información sobre las cuentas de su hermano. Ella se disculpó, so pretexto de violar la confidencialidad bancaria. Carlos Salinas le reiteró que tenía la anuencia de su hermano, quien por su situación personal estaba imposibilitado para acudir personalmente. Logró convencerla. Hábil concertador, por teléfono le arrancó la promesa de entregarle un juego de copias con casi todas las transferencias que hizo el hermano mayor durante siete años, desde 1989.
Entonces Salinas le dio la contraseña: pasaría frente a las oficinas del Citybank en una limusine negra. Ahí ella podría entregarle el archivo que descifra parte de los negocios de Raúl Salinas.
Elliot se disculpó: no podría hacer eso. Entregar información confidencial a gente distinta de la titular representa un delito y, de trascender el hecho, podría ser procesada por la justicia estadunidense. Al cabo de deliberaciones, el ex presidente y Elliot encontraron la solución: un propio, subordinado de la ejecutiva bancaria, llevaría los documentos. Así fue y así lo documentó la agencia FBI.
Los hechos no llegaron sólo a los archivos policiacos. De ellos se enteró también la cadena de noticias CNN, cuyos reporteros obtuvieron datos relevantes y trasmitieron buena parte del itinerario de Carlos Salinas en Nueva York.
Por eso o porque la Federal Bureau Information trasmitió detalles a México, un grupo de agentes mexicanos se trasladó a Estados Unidos hace diez días. Llegaron hasta las oficinas de Amy Elliot, cuya declaración ya está en México.
Bancos suizos indagan en México
Patricia Paulina Castañón Ríos Zertuche puede mostrar ufana la carta que le mandó la procuradora Carla del Ponte el 16 de mayo pasado para aclarar que no fue detenida cuando intentaba sacar el dinero depositado en Suiza: ``El día que fue usted arrestada en Ginebra no existían en su poder ni firmas falsificadas ni pasaportes falsos. A más de esto, mencioné explícitamente que usted no fue arrestada tratando de disponer de la cantidad de 84 millones de dólares''. Sigue aquella misiva: ``Estos hechos rendidos en forma incorrecta (entre otros los señalados en el boletín 932/95 de la Procuraduría General del 23 de noviembre de 1995) han sido ya aclarados. Por consiguiente, estas correcciones son también en beneficio de su hermano''.
A continuación, muy a su pesar, Del Ponte se niega a avalar la declaración de Paulina y su madre, ``debido a que la misma (sic) se sale de las implicaciones prácticas del significado del poder de abogado no asegurado totalmente''.
La carta dice que en manos de la señora de Salinas de Gortari no estaban los pasaportes falsificados ni fue arrestada cuando pretendía disponer del dinero depositado por su marido en el banco Picter.
Pero a Raúl Salinas se le presumen muchos delitos. Tantos que investigadores y abogados de diferentes instituciones bancarias de Suiza recorren el país en busca de información sobre sus negocios.No es gente menor. Algunos de ellos son responsables de los asuntos jurídicos de sus instituciones y su trabajo es tan delicado que, hasta donde se sabe, no han contratado servicios mexicanos para evitar fuga de información.
En la semana estuvieron en Monterrey. Dialogaron con los principales empresarios de allá, recibieron pormenores de sus nexos con el gobierno en sexenios y se conoce a un hombre de negocios que protestó porque le pidieron estados financieros y fiscales de sus firmas.
Quizá más pronto que tarde haya mayor información y sepamos si, como presumen quienes indagan cuentas aquí y allá, el hermano del ex presidente Carlos Salinas manejó una fortuna cercana a los 2 mil millones de dólares.
Podría ser, también, que haya utilizado otros nombres falsos. El de Juan Manuel Nava no pudo obtenerse el segundo apellido hasta hoy es difundido. Lo saben pocos y al parecer está ligado a Margarita Nava Sánchez, quien llevó a Raúl Salinas a Banca Picter y quien originalmente le prestó su nombre para algunos depósitos.
Puede agregarse, empero, que el esquema utilizado no varió: Raúl Salinas de Gortari obtuvo primero una licencia para manejar y posteriormente se hizo de un pasaporte con el que viajaba y se identificaba en el exterior. Igual que como Juan Guillermo Gómez o como Juan José González Cadena.
Las presiones por Canal 13; el despido de Romeo Flores
Avanzaba 1992. El país tenía un presidente con alto nivel de popularidad y en plena venta de la riqueza estatal. Se decidió desincorporar al Instituto Mexicano de Televisión (IMT), integrado por los canales 7 y 13 de UHF.
A las oficinas del director Romeo Flores Caballero llegó, muy recomendadito, Enrique Salas. Era el secretario particular de Raúl Salinas de Gortari.
Gestionaba favores, en nombre de su jefe, para determinadas empresas. Así llevó a Ricardo Salinas Pliego. Algo consiguieron, como usar frecuencias e instalaciones de IMT para radiotelefonía en Monterrey, Nuevo León.
Las peticiones de favores siguieron, pero no la disposición de Flores Caballero. Entonces las recomendaciones llegaron reforzadas con llamadas telefónicas de Jacques Rogozinski, encargado de la desincorporación.
El ex cónsul en Los Angeles y secretario de Asuntos Internacionales en el PRI de Luis Donaldo Colosio no entendió las señales y fue removido cuando llegaba a su fin la puja por los dos canales del Estado con cobertura nacional.
Lo sustituyó Carlos Gutiérrez, uno de los segundos de Rogozinski y comisionado para operar la venta. Al abrirse las ofertas, la de Ricardo Salinas Pliego resultó muy superior a las de Clemente Serna y Joaquín Vargas.
Comercialmente era el ganador natural. Pagó mucho, pese a conocer a detalle que equipos e instalaciones no eran lo mejor para competir ante un monopolio tan rico y poderoso como Televisa (Televisión Vía Satélite).
De cualquier forma, enfrente tenía un mercado de horizontes profundos y en Raúl Salinas de Gortari un apoyo fundamental para no perder la publicidad gubernamental, por supuesto a tarifas iguales a las del competidor.
Además, para inyectar capital a la entonces flamante Televisión Azteca se encontró una camino fácil: la Secretaría de Educación Pública (SEP) pagaría las clases que se trasmitían por canal 7 desde que estaba en manos del gobierno.
De acuerdo con investigaciones en curso, estos eran los favores que hacía Raúl Salinas en tiempos de su hermano. Participaba lo mismo en permisos de importación que en concesiones y ventas de paraestatales, los bancos por delante.
La cosecha
El gobierno federal busca un coordinador general de comunicación social. El candidato natural, Manuel Alonso, declinó cuando el secretario Emilio Chuayffet le enteró que sus responsabilidades serían muchas, más que sus limitaciones. Entonces se pensó por segunda vez en Enrique Rubio, quien no está muy decidido. Otros nombres que suenan: Rafael Reséndiz, Amado Treviño Olivares y Héctor Morales... Alonso, mientras tanto, ya anda en Europa para conocer el siguiente proyecto de Televisa: poseer cinco satélites para extender su cobertura virtualmente a todo el mundo. A su regreso, a partir del primer día de julio, Alonso se hará cargo de una vicepresidencia y de las empresas editoras de Televisa, entre ellas Ovaciones. Dicen que será más fuerte que Jacobo Zabludovsky... Domos parece condenada a ser la primera víctima de la Ley Helms-Burton. Javier Garza Calderón ve que la demanda de la ITT avanza muy rápido y él acelera pláticas para vender la firma a italianos, una coinversión pública y privada. No falta quien diga que Enrique Salinas de Gortari es su socio y que por eso le presta su yate a Carlos Salinas. El lo niega... En la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se agita el ambiente para la sucesión. Anote usted los nombres más sonados para rector: Juan Ramón de la Fuente, Miguel José Yacamán, Jorge Madrazo, Guillermo Barnés de Castro, Julia Carabias, Luis F. Aguilar, Juan Pablo Arroyo y Jaime Martucelli... En Nuevo León las cosas no se le componen al interino Benjamín Clariond Reyes. No le han querido dar luz verde para que proceda contra Sócrates Rizzo García y para colmo los judiciales detuvieron al diputado panista Enrique Viera Ramírez y a un regidor, dizque por secuestradores... Pero tampoco el alcalde regiomontano Jesús Hinojosa avanza al ritmo que desea. En el Congreso local lo critican por financiar encuestas para medir su popularidad, y priístas, petistas y hasta un panista piden que justifique ese gasto. Como quiera que sea, lleva delantera a Fernando Canales Clariond y a Mauricio Fernández... En diciembre, cuando compró el rancho La Escondida en Querétaro en 8 millones de pesos, mucha gente pensó que Diego Fernández de Cevallos dejaría la vida pública. Ese lugar, con bancos de mármol, se suma al rancho El Estanco, donde Diego tiene 150 hectáreas de riego manejado por computadora. Pero no, Fernández de Cevallos seguirá muy activo y anuncia que estará en los comicios de 1997. Cómo candidato a gobernador del Distrito Federal? Sólo él lo sabe... La reforma electoral tiene dos escollos: el PAN ha dicho que no quiere la ciudadanización del Instituto Federal Electoral (IFE) y reclama que no sean tan rígidas las reglas para el financiamiento privado a partidos. Para su fortuna, en sus manos está la suerte de esta reforma.