La Jornada 28 de junio de 1996

Por ley, CSG no puede ser acusado de encubrir a su hermano Raúl

Juan Manuel Venegas y Ciro Pérez Silva Si el ex presidente Carlos Salinas de Gortari fuera llamado a declarar --``casi un hecho'', según la PGR-- y él accediera a presentarse, el interrogatorio abarcaría su presunto conocimiento del enriquecimiento ilícito en el que incurrió su hermano Raúl, y también tendría que responder a diferentes preguntas en torno a los asesinatos de Luis Donaldo Colosio y José Francisco Ruiz Massieu.

Cabe hacer notar que por disposición del artículo 400 del Código Penal Federal y del 243 del Código de Procedimientos Penales, por el parentesco que los une, el ex presidente no puede ser acusado por el delito de encubrimiento y, además, tampoco puede ser obligado a declarar en torno a los posibles ilícitos de su hermano Raúl.

Allegados a la familia Salinas de Gortari en México, indicaron que el ex mandatario ``no tendría por qué saber'' respecto a las cuentas ``o negocios'' que emprendió su hermano mayor y comentaron que ``estaría dispuestísimo a declarar... Porque eso no significa que tengan razón las acusaciones que se le han hecho por encubrimiento''.

Se recordará -dijeron- que el propio ex presidente en su última declaración pública enviada a México, se deslindó de cualquier responsabilidad en los actos de enriquecimiento ilícito que hubiera cometido su hermano y dijo haber desconocido si tenía cuentas o no en el extranjero.

El artículo 400 del primer ordenamiento indica que no se aplicará la pena prevista para el encubrimiento cuando se trate de los ascendientes y descendientes consanguíneos o afines, el cónyuge, la concubina, el concubinario y parientes colaterales por consanguinidad hasta el cuarto grado y por afinidad hasta el segundo, así como los que estén ligados por amor, respeto, gratitud o estrecha amistad derivados de motivos nobles.

Del Código Federal de Procedimientos Penales, el artículo 243 precisa que no se obligará a declarar al tutor, pupilo o cónyuge del inculpado, ni a sus parientes por consanguinidad, afinidad en la línea recta ascendente o descendente, sin limitación de grados y en la colateral hasta el cuarto, inclusive, ni a los que estén ligados con el inculpado por amor, respeto, cariño o estrecha amistad.

El miércoles pasado, el procurador Antonio Lozano Gracia declinó comentar la posibilidad de que el ex mandatario pudiera ser llamado a declarar en torno a las investigaciones que sigue la PGR sobre los presuntos delitos de su hermano Raúl. A la pregunta de un reportero, Lozano no dijo ni sí ni no, y se concretó a expresar: ``Declararán todas las personas que pudieran tener información... ''.

Sin embargo, unas horas después, funcionarios cercanos al procurador informaron que la comparecencia ante el Ministerio Público del ex mandatario ``es una decisión que ya se tomó'', aunque no precisaron la fecha ni la forma del posible citatorio. Se señaló que la declaración de Salinas de Gortari puede ser por escrito o en alguna representación diplomática mexicana en el país donde se encuentre.

Sobre el mismo tema, ayer se confirmó la versión de que el ex presidente se presente a declarar no sólo en torno al enriquecimiento ilícito en el que habría incurrido su hermano, sino para ser interrogado sobre los casos Colosio y Ruiz Massieu.

En la PGR se explicó al respecto, que la decisión de citar a comparecer al ex mandatario se fincó en las ``exigencias'' que marcaron las investigaciones que se llevan a cabo en otros países sobre las cuentas de Raúl Salinas.

La dependencia agrega que las autoridades de Estados Unidos, Suiza y Francia han mostrado una gran colaboración con México para investigar el origen de varias cuentas bancarias de Raúl Salinas, y hay la sospecha de que por ``su influencia'' en el pasado gobierno, hubiera incurrido en el delito de soborno, por lo que la declaración del ex presidente ``se hace necesaria''.

De igual manera resultó importante la declaración pública de la ex contralora, María Elena Vázquez Nava, quien informó haber ``avisado'' y ``recomendado'' a Carlos Salinas retirar del servicio público a su hermano en 1992, por los ``constantes rumores'' de que estaba incurriendo en irregularidades.