Daniel Cazés
La cara que más vale

Quiénes son los cínicos que nos escandalizan y nos avergenzan?Los funcionarios de cualquier nivel que actúan como si tuvieran derecho de propiedad sobre los recursos de la República que tienen a su alcance, o las víctimas de los saqueos perpetuos del patrimonio nacional?Los empleados públicos designados o electos desde el conserje del edificio de cualquier dependencia hasta el gobernador, el secretario de Estado o el mismo Presidente, pasando por nuestros azules y mordelones de cada día todos ellos, como lo muestran incontables experiencias bien documentadas, potenciales reos de corrupción y de otros delitos? O la ciudadanía extorsionada, la disidencia golpeada por policías y soldados, los campesinos asesinados, el electorado defraudado, la población afectada de muchas formas por la destrucción que el gobierno hace del entorno?Los bancos especuladores protegidos para que no dejen de enriquecerse, o los deudores sin posibilidades de pagar debido a las dimensiones alcanzadas por la publicidad consumista y el agiotismo?El gran empresariado que impone sus programas, condiciones, intereses y necesidades a la legalidad y el gobierno, o la pequeña empresa en vías de desaparición empujada a la falta de financiamiento y a la improductividad?

Quienes reducen su propio salario de 14 mil a 59 mil pesos mensuales y disponen de millones de pesos del erario público a su antojo sin tener que rendir cuentas a nadie? O quienes deben sobrevivir con salarios mínimos o menos, y quienes cada día se suman al número y a los porcentajes de desempleados sin ingresos?Los líderes oficiales de los asalariados, o los trabajadores que, por el solo hecho de serlo, están obligados a afiliarse a un sindicato y, por ello, a ser mansos miembros del Partido Prácticamente Unico?Fidel Velázquez, Rubén Figueroa, Roberto Madrazo y los defensores y exoneradores de estos últimos, no conforman acaso los rasgos más precisos y fuertes del Rostro de México? Y no es verdad que el supremo gobierno tiende a acentuar el vigor y la claridad de esos rasgos apoyando a sus verdaderos héroes, al tiempo que atenúa con intenciones de disolver los de los trabajadores de este país, los rasgos de los sindicalistas resistentes, de los guerrerenses comunes y de los tabasqueños sin buenas relaciones con el PRI y sus financiadores multimillonarios?Los 70 millones de dólares de una campaña política no sólo inequitativa, sino además ilegal, o los empleados de limpia cuyas reivindicaciones no existen para la prepotencia de la autoridad?Las bandas de delincuentes, o la protección que les permite actuar impunemente?Las Lomas y más allá, o los ríos de basura e insalubridad en las colonias de la salida oriente del DF y de su Centro Histórico?La sobrevigilancia de Los Pinos, o la militarización incesante de Chiapas? El lujoso confort de las oficinas de los más altos funcionarios, o las veredas de Aguas Blancas y las tierras de Huimanguillo?Cada quien puede completar su propia enumeración de contrastes. Cada rubro, escandalizador y avergonzante, es parte del rostro auténtico de nuestro país en estas postrimerías del siglo y del milenio. Nos escandaliza y nos avergenza la prepotencia de nuestros gobernantes, las ganancias escandalosas de los que todo lo pueden y su indiferencia ante el deterioro de la gente, de la producción, del empleo, de las perspectivas de sobrevicencia.

Pero tanto como ellas, nos escandalizan y nos avergenzan el conformismo, la miseria y la mansedumbre en que se desea mantener a los medios pelos y a los más golpeados por la llamada crisis que, sin embargo, ha resultado muy lucrativa para los más cercanos al poder.

Cuál considera el señor Zedillo que es la cara que más vale de México? Quiénes somos los mexicanos y las mexicanas a quienes designa como ``pueblo''? Los mismos a quienes llamaron ``pueblo'' Mussolini, Hitler, Perón y Pinochet?