Nuevo grupo armado, de parte de quién?
Clima propicio para que ocurra todo
Cuando el 1 de enero de 1994 apareció en Chiapas públicamente el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), pocos daban crédito a lo que veían, al surgimiento de un grupo guerrillero, sobre todo por el aparente clima de estabilidad política y económica que el gobierno de Carlos Salinas de Gortari quiso hacer creer a los mexicanos y por la inminente entrada de México al Primer Mundo. No faltaron quienes descalificaron al zapatismo chiapaneco, las voces que lo negaron y hasta aquellos que creyeron que se trataba de un grupo radical sin más objetivo que la violencia. El tiempo se encargó de aclarar el carácter del EZLN.
Ayer, con características muy distintas al EZLN, de un origen al parecer emergente y con reivindicaciones de justicia, apareció en Guerrero el autodenominado Ejército Popular Revolucionario (EPR), que reivindica la lucha armada del pueblo ``frente a la violencia institucionalizada'' y que se plantea ``el derrocamiento del gobierno antipopular y antidemocrático, restituir la soberanía popular, el establecimiento de relaciones justas con la comunidad internacional, y por el castigo a los culpables de la opresión política, represión, corrupción, miseria y hambre'', entre otros puntos. Más allá de la espectacular aparición de quienes reivindicaron al Ejército Popular Revolucionario y del comunicado que difundieron para justificar su lucha, nada se sabe del nuevo grupo guerrillero. Acaso que utiliza como estandarte la matanza de 17 campesinos a manos de la policía de Guerrero, ocurrida en el vado de Aguas Blancas, justamente un año anterior a la aparición del autodenominado EPR.
Sin embargo, y a reserva de indagar más a fondo sobre el origen del naciente grupo armado, conviene señalar que el clima de crisis política, económica y social que ha vivido y vive la sociedad mexicana en los últimos años, es propicio para suponer que la raíz del nuevo grupo puede encontrarse en tantos escenarios como conflictos vive el país.Lo profundo de la crisis económica, el elevado índice de desempleo, los altísimos niveles de pobreza extrema que se viven en regiones como la sierra de Guerrero, entre muchas otras, y la desesperanza de importantes sectores sociales, sobre todo de los estratos más bajos, no hacen descartable el surgimiento de grupos armados, como ya ocurrió en Chiapas. No debiera descartarse que el EPR u otros agrupamientos armados que al parecer se gestan en otras regiones, efectivamente tengan ese origen. Pero tampoco debe desecharse la posibilidad de que se trate de un grupo financiado por grupos con nexos en el narcotráfico. Ya no son un secreto para nadie los elevados niveles de penetración que ha alcanzado el narcotráfico en Guerrero y en otras entidades del país, además de que el arma que portaban quienes se identificaron como integrantes del Ejército Popular Revolucionario, rifles AK-47, es una de las que privilegian los narcotraficantes.
La lucha que libran diversos grupos políticos, identificados como duros dentro del sistema político mexicano, tampoco hace descartable que el EPR tenga su origen en los sótanos de lo más radical de esos grupos, que incluso parecen haber dado muestras de su existencia en crímenes como el de Luis Donaldo Colosio y José Francisco Ruiz Massieu, por mencionar sólo dos de los más relevantes. No debería sorprender que al calor de las disputas políticas, que involucran a lo que unos llaman los duros y otros, como el ex presidente Carlos Salinas, han caracterizado como la Nomenklatura, el EPR sea un instrumento de esa lucha.
En este escenario, no debe perderse de vista que el Ejército Popular Revolucionario aparece públicamente en el lugar de los crímenes de Aguas Blancas y en el primer aniversario de ese acontecimiento. Tampoco debe quitarse la vista al hecho de que se presenta cuando el ex candidato presidencial perredista, Cuauhtémoc Cárdenas, asistió a ese primer aniversario. Se quiere asociar otra vez al PRD con la violencia armada?No es casual, a partir de las pugnas que se libran al interior del sistema político, que en su última gira por el estado de México, el presidente Ernesto Zedillo pronunciara un elocuente discurso, precisamente en la colonia Carlos Hank González, la víspera de que apareciera el Ejército Popular Revolucionario. El Presidente dijo: ``El único grupo político al que pertenezco, el más legítimo y el único que cuenta, es el grupo político del pueblo de México''. Y es que hay quienes no descartan que la aparición del nuevo ``frente guerrillero'' sea parte de la embestida contra el régimen.