Antonio Gershenson
Subsidio eléctrico: afinar la puntería

Se ha planteado, en diferentes estados, una inconformidad por las tarifas eléctricas. Al mismo tiempo, desde la devaluación se da una especial insuficiencia de recursos en el sector eléctrico porque el componente de sus gastos que aumenta con el dólar es elevado, de modo que los aumentos en las mencionadas tarifas no alcanzan a cubrir los crecientes gastos. Esto ha contribuido al freno de la inversión, y la construcción de nuevas plantas eléctricas está muy rezagada frente a las necesidades.

Uno de los elementos más evidentes a abordar es el de que los subsidios, que son fuertes en este momento, sean reorientados para cumplir mejor su función social, y dejen de beneficiar a quienes ya tienen muchos recursos. La primera parte, la función social, implica subsidiar más a determinados sectores especialmente afectados en la actual situación recesiva. Vamos a hablar más en detalle de un renglón del subsidio injustificado del que no se ha hablado mucho: el que beneficia a grandes consumidores domésticos.En apariencia, todo va bien. En las zonas cuyo verano no es muy cálido, se aplica la llamada tarifa 1, y en el pago del recibo bimestral se incluye un cobro barato aproximadamente 22 centavospor cada kilowatt-hora (Kwh) de los primeros 150 consumidos en el bimestre (o sea, 75 mensuales). Los siguientes 250 Kwh del bimestre, si es que el consumo llegó a ese nivel, se cobran un poco más caro unos 25 centavos el Kwh.

Pero cada Kwh por arriba de los 400 bimestrales se cobra bastante más caro, a aproximadamente 74 centavos. El que consuma más que esa cantidad, pagará la energía adicional a los primeros 400 Kwh por lo que en efecto costó producirla, incluida la necesaria inversión en nuevas plantas. La cuestión está en esto: hasta qué punto se justifica subsidiarle los primeros 400 Kwh a un gran consumidor doméstico?Ya el que consume más de 600 Kwh en el bimestre es porque tiene mucho y muy caro equipo eléctrico. No está, ni mucho menos, para la beneficencia pública. Debe pagar la energía a su precio real. Si bien para consumos bajos e incluso medios se justifica la tarifa escalonada que hemos descrito, para consumos altos debe cobrarse por su valor desde el primer Kwh. Si se aplica este criterio, el sector eléctrico obtendría, con este solo cambio y sólo en la Tarifa 1, del orden de 500 millones de pesos anuales con la tarifa actual.

A medida que el clima es más caluroso, se aplican tarifas en las que el número de Kwh subsidiados aumenta. Son cinco tarifas más, de la 1A a la 1E. Ya en la tarifa 1D, y aquí ya hablamos por mes y no por bimestre, están subsidiados los primeros mil Kwh, que se cobran a un precio ligeramente menor que en la tarifa 1. Y en las zonas más cálidas, donde se aplica la 1E, se subsidian plenamente los primeros mil 200 Kwh del mes, y los siguientes mil 300 se cobran a un precio intermedio, aproximadamente 47 centavos el Kwh. La necesidad del aire acondicionado y su uso masivo justifican este subsidio adicional, pero acaso se justifica el que se le haga extensivo para los que, incluso en términos de esas zonas, son los mayores consumidores domésticos?, acaso no debe aplicarse un criterio similar al que describimos para la tarifa 1, de modo que a partir de un cierto límite en cada tarifa se cobre por su precio real desde el primer Kwh?De aquí saldría una cantidad incluso mayor que la de la tarifa 1 al suprimir ese elemento injustificado del subsidio, al ser más los Kwh subsidiados. El monto de estos ingresos adicionales del sector eléctrico rebasa ampliamente el costo que tendrían los subsidios adicionales a sectores deprimidos, que por su misma situación tienen un consumo eléctrico muy bajo.No está de más insistir que no es ésta la única medida posible, pero sí es un ejemplo de que podemos afinar mejor la puntería en el subsidio al consumo de energía eléctrica, en una situación en la que unos no pueden pagar lo que se les cobra, otros lo hacen con dificultades, otros más ahí la llevan y algunos reciben un subsidio que sólo aumenta sus grandes ingresos.