La Jornada 30 de junio de 1996

En 6 años y medio pagará México 97 mil 400 mdd a la banca extranjera

Roberto González Amador La economía mexicana deberá transferir al extranjero durante los próximos seis años y medio recursos por 97 mil 400 millones de dólares para hacer frente a las amortizaciones de deuda contratada con organismos e instituciones financieras del exterior, señalan informes de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

El monto de las amortizaciones de deuda externa para ese periodo, que no incluyen las que deberá realizar con el mismo fin la banca comercial, superan en 7 por ciento el saldo del endeudamiento del sector público con el extranjero, que hasta marzo pasado ascendió a 90 mil 698.5 millones de dólares y es equivalente a 34 por ciento del producto interno bruto (PIB) estimado para 1996.

De acuerdo con un estudio elaborado por el Grupo Financiero Banamex-Accival, el más importante controlador de empresas financieras del país, la carga que representa el servicio de la deuda externa constituye una de las principales limitaciones a la intención del actual gobierno, sobre promover el ahorro interno para que el desarrollo del país dependa menos de la contratación de préstamos en el exterior.

``En los últimos 15 años -recuerda Banamex-Accival- se han pagado al extranjero alrededor de 150 mil millones de dólares, tan sólo por concepto de intereses del endeudamiento externo.''

La deuda externa global, que incluye la contratada por los sectores público y privado, así como por la banca comercial, alcanza actualmente la cifra de 165 mil 900 millones de dólares, un monto que representa 270 por ciento de las exportaciones que realiza el país, incluido el petróleo, y que genera intereses al año por un monto equivalente a 1 por ciento del producto interno bruto.

De ese monto, 60.8 por ciento corresponde al sector público; 12.6 por ciento (20 mil 903 millones de dólares) a la banca comercial; otros 23 mil 391 millones, 14.1 por ciento del total, al sector privado no bancario; 10.4 por ciento (17 mil 253 millones de dólares) al Banco de México y el resto está representado por los valores gubernamentales en manos de foráneos.

Según la Secretaría de Hacienda, las amortizaciones de deuda externa serán en 1996 de 28 mil 700 millones de dólares, y a partir del próximo año tenderán a disminuir. ``La política de deuda pública seguida por el gobierno consiste en extender la estructura de vencimientos y avanzar en materia de refinanciamiento, además de disminuir el costo de financiamiento del sector público y minimizar la vulnerabilidad del servicio de pago de la deuda ante variaciones en tasas de interés y paridades bancarias'', explica la Ssecretaría de Hacienda y Crédito Público.

De esta forma, la dependencia tiene proyectado que, después de las amortizaciones de 1996, las correspondientes a 1997 sean de 14 mil 700 millones de dólares, mientras que las de 1998 ascenderán, de acuerdo con los cálculos de la Hacienda, a 18 mil 400 millones de dólares.

A partir de 1999, año en que las amortizaciones de deuda externa requerirán recursos por 17 mil 300 millones de dólares, comenzaría, conforme a los cálculos oficiales, una reducción significativa en el monto de los pagos.

En el año 2000 las amortizaciones serán de 10 mil 400 millones de dólares, mientras que en el 2001 descenderán a 4 mil 500 millones de dólares, y un año después serán de 3 mil 400 millones de dólares.

``A pesar de las dificultades de los dos últimos años -a partir del alzamiento indígena en Chiapas hasta los rumores de golpe de Estado a finales de 1995- la salida de capitales y la crisis financiera no han impedido mantener una transferencia neta de fondos al país, a diferencia de lo sucedido durante la crisis de la deuda de 1982'', apunta Banamex.

El estudio del grupo financiero asegura que desde 1989 México dejó de hacer transferencias netas de recursos al exterior, como resultado de la renegociación de su deuda externa pública. La transferencia neta de recursos se mide como la diferencia entre el saldo de la cuenta corriente de la balanza de pagos y la balanza de servicios factoriales, las transferencias netas y la variación de las reservas internacionales.

En 1983 México hizo transferencias netas de recursos al exterior por un monto equivalente a 9 por ciento del producto interno bruto de ese año. ``A partir de 1990, la transferencia externa neta se revierte a favor del país, que se vuelve receptor neto de capitales, lo que permite complementar la insuficiencia de ahorro interno para el financiamiento de la inversión que requiere el cambio estructural'', apunta el estudio de Banamex-Accival.

Agrega que la percepción que existía en los mercados financieros de que México cayera en insolvencia se ha ido diluyendo desde finales de 1995. Por ello se han ampliado las posibilidades de refinanciamiento o renovación de la deuda, que es uno de los mecanismos comúnmente utilizados para evitar rápidas transferencias de recursos o incumplimientos de pagos.

En 1995 se observó un debilitamiento en los indicadores que miden la capacidad de pago. La deuda global representó ese año 270 por ciento de las exportaciones, cuando en 1994 era 220 por ciento.

``El aumento en los niveles de deuda implica mayores desembolsos a futuro. Por ello, aún cuando el riesgo de insolvencia se disipe, es importante asegurar la capacidad de pago del compromiso externo.

``La inversión productiva y la continuidad de la reforma estructural serán determinantes ante la necesidad de recursos financieros que se tiene para avanzar en el desarrollo del país'', sostiene el estudio elaborado por el grupo financiero Banamex-Accival