Marco Rascón
Preguntas al EPRA

A partir del 28 de junio hubo un cambio de profundas implicaciones en la geografía política y militar y en la situación interna del país. Esta modificación del escenario fue generada por la presencia formal de un grupo armado con insignias, nombre y proclama (Ejército Popular Revolucionario) en la costa grande de Guerrero, durante el acto del primer aniversario de la matanza de Aguas Blancas. Error o provocación?``Forma es fondo'', y más en los casos donde los equilibrios son sumamente frágiles, como es el caso de Guerrero, donde el PRI, el Congreso local y Figueroa estaban arrinconados tras la resolución de la Suprema Corte, y necesitaban urgentemente de una medida que complicara el juicio sobre su culpabilidad tanto en Guerrero, como a nivel nacional e internacional.Nadie duda ni podría extrañarse de que, frente a la impunidad y la violencia, los campesinos guerrerenses hubiesen optado por organizarse militarmente para la autodefensa. La lógica dictaría que, frente a la barbarie política de los diputados priístas que exoneraron a Figueroa, se justificaría una respuesta popular de ojo por ojo. Pero, esa fue la intención de los armados?Rubén Figueroa justificó las agresiones del gobierno contra los campesinos afirmando la existencia entre éstos de grupos armados. Pero la matanza no fue de campesinos armados, y eso lo reveló el video grabado por el propio gobierno guerrerense. La presencia del EPR, precisamente en el acto de aniversario de los sucesos de Aguas Blancas, no contribuye a justificar a Figueroa? No le abre una puerta al asesino para escapar del juicio de la opinión pública nacional e internacional? No da argumentos a los aparatos de Seguridad Nacional y al Ejército para una mayor militarización del país? No introduce la duda en relación al carácter de la OCSS y los campesinos asesinados?Yo preguntaría, con tal de no hacernos un juicio a priori, que si los miembros y dirección del EPR tenían mucho tiempo preparándose, por qué se presentaron ese día? Por qué en un acto de las propias víctimas, la OCSS, las FAC-MLN y el PRD? Si la estrategia es militar, por qué no irrumpir con su propia fuerza y bajo su propia responsabilidad?Hay antecedentes en Guerrero, relacionados con Figueroa y que no deberían pasarse por alto: convocantes a las armas y la lucha armada mezclados en discursos electorales, terminaron siendo parte del figueroísmo: Pedro Urióstegui en Teloloapan y Flores Bello en Tecpan, incendiaron al estado con frases amenazantes contra el gobierno y llamando a las armas. Ambos, tras algunas provocaciones, terminaron en el PRI protegidos por Figueroa. No es la primera vez que éste inventa y sustituye membretes de antiguas guerrillas para hacer trabajo de ultraizquierdismo y provocación. La irrupción del EPR parecería, si no es aclarada, una maniobra de gran envergadura y el anuncio de que junto con la militarización del país, se profundiza y desarrolla también la guerra sucia.

En el contexto nacional, la aparición del EPR tiene diversas implicaciones que no aclaran los cinco puntos del genérico Manifiesto de Aguas Blancas, aplicable para cualquier país, en cualquier tiempo y que ni siquiera menciona a Figueroa como un posible culpable. Por qué tanta imprecisión política en un momento y en un lugar tan preciso? Por qué una irrupción de disuasión militar, frente a invitados tan precisos como Cuauhtémoc Cárdenas y Samuel del Villar, quienes han mantenido en pie la lucha para castigar a los asesinos de campesinos en Aguas Blancas?En el ámbito nacional, la geografía militar ha cambiado ya, porque si el EPR nada tiene que ver con el EZLN, la aparición del primero cuestiona al segundo como un interlocutor nacional de la paz y lo restringe a Chiapas. No tenía claras el EPR estas implicaciones? No le importaron? La irrupción del EPR en Guerrero, confusa y sin explicaciones, abre una puerta de salvación a Figueroa y cierra muchas al EZLN y al proceso de diálogo y negociación en Chiapas.Por otra parte, el clima de ``guerra inminente'' ha generado un efecto en todo el movimiento social y democrático donde se lleva la parte más dura de la lucha contra el neoliberalismo: un freno para radicalizarse frente a las medidas gubernamentales y ponerse a la ofensiva política; cada vez son mayores las respuestas policiacas y militares al movimiento social. El gobierno ha utilizado sicológica y políticamente este clima como amenaza contra las movilizaciones sociales antineoliberales. La idea de un gobierno ``débil'' y en peligro ante la amenaza de insurrecciones y grupos delictivos ha servido para justificar el viraje a la derechización y la militarización del país.Por la gravedad e implicaciones de su acción del viernes, si el EPR realmente tiene como objetivo el avance de la lucha por la transformación del país, debería responder a estas y otras muchas preguntas que han surgido a partir de su presentación pública.