Frenar el bipartidismo de derecha, la meta
Elio Henríquez, corresponsal, y José Gil Olmos, enviado, San Cristóbal de las Casas, Chis., 2 de julio Las elecciones federales de 1997 y la transición a la democracia fueron hoy los puntos de mayor discusión y debate entre los asistentes al Foro Especial para la Reforma del Estado, convocado por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
La discusión tuvo dos ejes: la necesidad de unificar a las diversas fuerzas sociales y políticas para los comicios del próximo año y una reforma electoral que garantice elecciones limpias y confiables en México.
Zapatistas durante los trabajos de la mesa 4 del Foro
Especial para la Reforma del Estado, en San Cristóbal
de
las Casas. Foto: Duilio Rodríguez
En una ponencia enviada por Víctor Flores Olea, se habló de la necesidad de una ``unidad democrática nacional'' con la participación abierta y flexible de las organizaciones de la sociedad civil, partidos políticos, sindicatos, asociaciones empresariales, grupos profesionales e intelectuales y las comunidades indígenas.
La perredista Nuria Fernández sostuvo que 1997 será un año importante para la unidad si se logra avanzar en la construcción de un frente y de un plan de acción general a partir de esta fecha. Y advirtió que de aprobarse la reforma electoral tal como está ahora en el Congreso de la Unión ``no se garantizarían elecciones limpias en 1997''.
En contraste, Demetrio Sodi de la Tijera se mostró escéptico sobre la integración de un frente común de organizaciones para competir en las elecciones, y advirtió: ``Veo a un PRI herido de muerte pero con capacidad de ganar la mayoría del Congreso en 1997''.
Desde temprano, la mesa tres, Transición a la democracia en México, atrajo la atención pues desde anoche se supo que el líder tabasqueño Andrés Manuel López Obrador participaría en este segundo día del foro. El interés creció al ingresar el subcomandante Marcos en esta misma mesa en que participan los comandantes Tacho y Zebedeo.
El candidato a la presidencia del Partido de la Revolución Democrática pidió al gobierno federal que ``ataje el autoritarismo, cierre el paso a la provocación y abra los cauces de participación ciudadana y pacífica a los zapatistas y todos los mexicanos que anhelan y luchan por un cambio profundo en las estructuras de gobierno y en el modelo económico''.
Ante decenas de invitados, López Obrador destacó la importancia de la reunión convocada por los rebeldes porque asumen ``con responsabilidad la determinación de participar legal y pacíficamente en la transición a la democracia''.
Poco después, Nuria Fernández reiteró que no es posible pensar en un cambio pacífico de régimen sin la unidad de la oposición, por lo que se requiere buscar la forma de construir un gran acuerdo por la transición. ``La unidad es condición indispensable para lograr un gobierno de transición democrática'', precisó.
Aclaró que para lograr la transición es ``parte consustancial'' la reforma electoral que garantice comicios limpios, pues la que se pacta, ``a pesar de que ha avanzado, deja intacta la estructura del IFE y el padrón electoral'', y así ``el fraude en 1997 está totalmente posibilitado nuevamente''.
En esta mesa instalada en el conjunto cultural de El Carmen, en el centro de la ciudad, también se presentó la reiterada discusión de la posibilidad de que el EZLN o del Frente Zapatista participen en las elecciones con candidatos que hoy forman parte del PRD.
En el fondo se ventiló el temor perredista de que parte de sus simpatizantes, y aun de sus militantes que han estado cerca del movimiento zapatista, decidan cambiar de organización.
Sin embargo, fuera de la discusión de la mesa, el subcomandante Marcos pidió al PRD no ver al EZLN ``como un rival en los procesos electorales'', sino que aprenda a verlos ``como un posible aliado'' para alcanzar las vías políticas de democratizar el país.
El líder zapatista, a petición de algunos asistentes de la mesa para que definieran con mayor claridad las funciones del FZLN, señaló que ésta es una organización ``que estamos construyendo todos y que está definiendo su ruta, su política de alianzas, su relación con los partidos políticos y cómo participará en los procesos electorales''. Anunció que presentarán más adelante una ponencia para que la posición del EZLN no ``vicie'' la del FZLN.
Y ante la discusión acerca de llegar al poder para desde ahí efectuar los cambios democráticos necesarios, Paulina Fernández, especialista en investigaciones electorales, expuso que la democratización nacional debe darse ``de abajo hacia arriba'', porque no se puede pedir al gobierno que termine con los propios instrumentos que ha creado para permanecer. ``Cada reforma electoral ha sido para el fortalecimiento del mismo sistema'', dijo.
Representante de la Unión de Vecinos y Damnificados, Alejandro Varas señaló que ``no se puede pedir al lobo feroz que se quite las garras'' y cuestionó: ''La alternancia en el poder es la garantía de la democracia? Es como en Jalisco, donde el PAN gobierna prohibiendo las minifaldas? El camino es la participación social, de la ciudadanía'', acotó.
A la mesa número uno, Hacia una organización de nuevo tipo, en la que se han registrado más de 100 ponencias de los comités civiles de diálogo, artistas e intelectuales como Víctor Flores Olea, el ex presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes envió una ponencia que leyó el historiador Luis Villoro. Según Flores Olea, el actual Estado mexicano ``ha olvidado'' la Constitución política de 1917 que estimula la acción social y económica para un desarrollo en favor de la sociedad.
``La voluntad de construir un país soberano e independiente ha quedado sepultada por decisiones que nos han puesto a merced de las agencias financieras y del capital internacionales, así como del Departamento del Tesoro de nuestro vecino del norte'', sostuvo el también escritor.
Ante la imposibilidad de que un solo partido u organización sea capaz de conjuntar a las fuerzas del país, ``parece imprescindible la formulación de un programa mínimo de convergencias y una acción articulada en función de objetivos determinados'', explicó luego de agregar que dicha alianza y unidad no sólo debe plantearse para un propósito de coyuntura sino para la ``reconstrucción nacional''.
En medio de las discusiones de las ocho mesas del foro que reúnen a cerca de mil participantes, llegó un saludo del viejo zapatista morelense Estanislao Tapia Chávez, uno de los sobrevivientes del Ejército Libertador del Sur que comandó Emiliano Zapata: ``Me encuentro muy enfermo, a mis 96 años veo difícil levantarme; sólo espero la voluntad de Dios. Pero si logro aliviarme tendré mucho gusto de estar con ustedes'', dijo luego de pedir a los comandantes zapatistas no perder la esperanza y defender los ideales de ``mi general Zapata''.