La Jornada 3 de julio de 1996

Comenzó en Rusia la segunda vuelta electoral; niegan la muerte de Yeltsin

Afp, Ansa, Ap, Efe, Dpa y Reuter, Moscú, 2 de julio El general Alexander Lebed, quien hoy se definió como un ``semidemócrata'', reclamó hoy ``plenos poderes'' en materia de seguridad, mientras el Partido Comunista reiteró que los medios de comunicación han sido parciales en la campaña electoral y han favorecido a Boris Yeltsin.

Por otro lado, horas antes de que comenzara la segunda ronda de los comicios presidenciales el Kremlin desmintió la versión de la muerte de Yeltsin. En Washington, el Departamento de Estado señaló que está atento a los informes sobre el estado de salud del mandatario ruso, quien la semana pasada estuvo afónico, aunque señaló que ningún representante estadunidense ha tenido contacto con él ``desde hace algún tiempo''.

El Departamento de Estado calificó por otra parte como ``ofensivos'' recientes comentarios del general Lebed, quien indicó que las tres religiones oficiales en Rusia eran el cristianismo, el budismo y el islamismo.

Dado que la Federación Rusa cuenta con once usos horarios, la segunda vuelta electoral comenzó a las 19:00 GMT de este martes en el Lejano Oriente, al tiempo que en la independentista república autónoma de Chechenia, las autoridades pro rusas iniciaron también la consulta en medio de marcadas irregularidades.

La agencia Afp señaló que extranjeros pudieron sufragar en una mesa electoral de Grozny, capital chechena, con sólo mostrar su pasaporte francés o georgiano; las autoridades de esa casilla informaron a media tarde que ya habían acudido a votar la mitad de los 800 electores registrados.

Las encuestas anticipan una victoria para Yeltsin con 50 por ciento, contra 45 puntos porcentuales para el candidato comunista, Guennadi Ziuganov, aunque analistas recordaron que en Rusia los sondeos pueden tener, en ocasiones, un margen de error de hasta diez puntos.

La ley prohíbe la realización de actos proselitistas un día antes de las elecciones, por lo que una conferencia de prensa del secretario del Consejo de Seguridad, el general Lebed, centró la atención de la jornada.

Lebeb, quien fue nombrado en el cargo luego que en la primera vuelta, celebrada el pasado 16 de junio, se colocó el tercer lugar con 15 por ciento de los votos, delineó que lo, independientemente de quien gane mañana, dijo que serán sus responsablidades.

Lebed anunció que habrá mayores requerimentos para los extranjeros, incluidos aquellos que provengan de otras ex repúblicas soviéticas, castigos más severos contra la delincuencia y medidas contra la corrupción entre otras acciones.

Con una ironía que no pudo ser entendida por los corresponsales extranjeros, Lebed señaló que ``no me considero un demócrata ciento por ciento, yo soy un semidemócrata, y sostuvo que Rusia debe evitar convertirse en una república parlamentaria pues de lo contrario, resaltó, se sumirá en el caos.

``No me preparo para tomar el poder, pero para resolver los inmensos problemas de seguridad necesito plenos poderes'', indicó al explicar que solicitará en unos cuantos día al jefe de Estado firme los decretos correspondientes.

Los temas abordados por este general de 46 años fueron desde industria de defensa, energía, contaminación en las ciudades, corrupción y crimen, fuga de cerebros, y descenso de la natalidad. ``El país debe defenderse: hay demasiadas cosas que salen de Rusia que no deberían salir, y viceversa, demasiadas cosas que se traen y que no necesitamos''

Responsabilizó a los ``generales'' del complejo energético de haber ``saboteado la reforma agraria'', para ``continuar apropiándose de los recursos naturales'', aunque concedió que algunos de estos ``generalesÕ comprendieron que había que reivertir en la economía nacional y modernizar la industria.

Las posiciones nacionalistas de Lebed preocuparon a más de un analista. Su voluntad de reforzar el régimen de visados para los extranjeros y sus declaraciones sobre los ``métodos de modelado sico-semántico de las masas'' de los ``servicios especiales y publicitarios extranjeros'', hacen temer a algunos observadores la instauración de un régimen si no totalitario, al menos policial, destacó Afp.

Yeltsin, quien no ha sido visto en ningún acto público, permaneció la jornada trabajando en su casa, informó el Kremlin. Las versiones sobre el precario estado de salud del gobernante cobraron tal magnitud que un vocero presidencial desmintió, en declaraciones a Afp, que el presidente hubiera muerto. ``Puedo decir de forma oficial que Boris Yeltsin está vivo'', dijo el vocero, quien indicó que ``este tipo de rumores está ligado a juegos financieros o especulaciones bursátiles.

La gran mayoría de los cerca de 108 millones de rusos que fueron convocados a esta segunda ronda comicial desconoce que el presidente enfrenta problemas de salud. La televisión casi no ha dado reportes al respecto, mientras los comunistas han hecho énfasis en el deterioro físico de Yeltsin, quien el año pasado sufrió dos crisis cardiacas.

Para no violar la ley electoral, Ziuganov canceló una conferencia de prensa a último momento, y funcionarios del Partido Comunista acusaron a los medios de comunicación de haber favorecido a Yeltsin. Precisaron que el canal ORT, el más importante por abarcar todo el país, se negó a difundir un mensaje pregrabado de Ziuganov y pagado oportunamente; la televisora replicó que el pago no se hizo.

Los funcionarios comunistas dijeron que en su presentación ayer en la televisión Yeltsin lució como ``una momia pintada como si la hubieran sacado de un mausoleo'', y agregaron que ``hoy están sugiriendo que votemos por un cadáver viviente''.

En otros ausuntos, 32 muertos y 75 heridos fue el saldo del descarrilamiento de un tranvía en la localidad ucraniana de Dnieprodzerzinsk.