La Jornada 4 de julio de 1996

Insta el Presidente a lograr pronto un consenso definitivo

Rosa Elvira Vargas¤., El gobierno y la sociedad toda confían en que muy pronto se alcancen los acuerdos para realizar la reforma electoral, aseguró el presidente Ernesto Zedillo, quien no obstante resaltó que México cuenta ya con instituciones e instrumentos electorales avanzados, imparciales, objetivos, profesionales y eficientes, que han sido incluso reconocidos internacionalmente.

En la ceremonia donde se formalizó el ingreso de las autoridades electorales de México a la Unión Interamericana de Organismos Electorales (Uniore), el Ejecutivo expresó su confianza en que los consensos en la materia permitan realizar las reformas constitucionales que se requieran, para luego proceder al ajuste de la legislación secundaria.

Subrayó que la reforma electoral que se alcance ``debe traducirse en mejores reglas para la competencia electoral que reflejen lo que ya es práctica común de la ciudadanía''.

Zedillo Ponce de León señaló que el pueblo, con su elevada conducta cívica, reclama una reforma electoral definitiva y ello es además exigencia -en su madurez y fortaleza- de las instituciones, los partidos y la ciudadanía.

Reiteró que el llamar definitiva a la reforma que se propone, no significa negar las futuras adecuaciones que imponga la vida política, siempre perfectible, sino que responde a la convicción ``de que es hora de avanzar a una plena normalidad democrática''.

En el auditorio Jaime Torres Bodet del Museo de Antropología y ante los miembros de la Uniore, Ernesto Zedillo resaltó que la reforma electoral en la que se trabaja comprende, entre otros, aspectos como el financiamiento de los partidos políticos, los gastos de campaña, el acceso a los medios de comunicación y la autonomía de los órganos de la autoridad federal.

Luego enfatizó que la ciudadanía ha demostrado en los comicios federales y locales de 94 a la fecha, que son práctica común los procesos electorales altamente competidos, equitativos y transparentes, cuyos resultados corresponden a la voluntad popular y deben ser y han sido aceptados por los contendientes.

Destacó entonces que a partir de la manifestación ciudadana en las urnas, construir la democracia es tarea y obligación de todos los mexicanos, ``y creo que en el cumplimiento de esa obligación y de esa tarea todos, absolutamente todos, debemos responder a la vocación democrática y a la madurez de los mexicanos''.

Asimismo, Zedillo ratificó el compromiso de su gobierno de responder a las demandas de transformación para la equidad de oportunidades y el bienestar de todos, orientado por el consenso y regido siempre por la democracia.

En su intervención, expuso a detalle lo que se busca de la reforma del Estado y, dentro de ella, lo que corresponda a la determinación de renovar los poderes locales, estatales y federales, mediante elecciones justas y transparentes.

Tal decisión, indicó, se debe sobre todo a la convicción de los mexicanos de que la democracia es esencial para la convivencia y la participación ciudadanas, para la contienda pacífica y civil por el poder público, para la estabilidad política y el progreso de toda sociedad.

México, reiteró el Presidente, valora la democracia como la forma más alta de la política y como el medio más idóneo para el despliegue de la energía social. Sus ciudadanos, dijo, están unidos por la certeza de que en el mundo de hoy, la democracia es la base política insustituible e indispensable del crecimiento económico, del bienestar social, del fortalecimiento de la soberanía y de la preservación de la identidad nacional.