La Jornada 5 de julio de 1996

Secofi autorizó pago dudoso a Maseca en 88: fuente oficial

Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Nueva York, 5 de julio El presidente Ernesto Zedillo ha sido ``implicado'' en un pago ``cuestionable'' a la empresa Maseca durante su periodo como jefe de la Secretaría de Programación y Presupuesto en la administración de Carlos Salinas, reveló el diario The New York Times en su edición de este viernes. ``La revelación representa la primera vez que una investigación que se está ampliando en México, sobre corrupción y tráfico de influencias, ha tocado al señor Zedillo, de 44 años'', indica el Times en una nota de primera plana escrita por su corresponsal Anthony de Palma.

Según la nota, basada en documentos de la comisión multipartidista que investiga el caso Conasupo, pese a las recomendaciones contra otros funcionarios sobre un pago a Maseca de 7 millones de dólares, Zedillo se rehusó a bloquear el pago y permitió que otro miembro del gabinete, Jaime Serra Puche, lo aprobara. El diario neoyorquino señala que ``no hay ningún indicio'' de que el ahora Presidente se haya beneficiado personalmente con esta transacción.

Bajo el título de ``Investigación sobre soborno en México vincula a Zedillo con disputado pago'', la nota del Times cita extensamente al diputado Adolfo Aguilar Zínser como alguien que ha reunido la documentación sobre el caso y quien argumenta que estos documentos demuestran la existencia de ``un patrón del uso de influencia'' en el gobierno.

``Este informe no es una acusación'', declaró Aguilar Zínser al New York Times. ``Es un una cuenta de los eventos y hechos basados exclusivamente sobre la evidencia oficial, que indica serias impropiedades''. El periódico informó que el diputado registró los documentos y el informe de este caso ante el Congreso la noche del jueves.

El caso gira en torno a la relación entre Conasupo y Maseca, propiedad del millonario Roberto González Barrera. En 1988, Maseca se quejó que las demoras en los pagos gubernamentales de subsidios maiceros, a fines de 1987 y los primeros meses de 1988, habían causado daños económicos a la empresa.

Al principio, Conasupo acordó pagarle a Maseca con maíz gratuito y asumir una deuda de la empresa por 7 millones de dólares. Pero en octubre de 1988, después de más negociaciones, Conasupo y Maseca firmaron un finiquito por un valor, según el Times, de 34 mil millones de viejos pesos. Pero el cuento no termina aquí.

Raúl Salinas, quien entonces acababa de asumir funciones como jefe de la Oficina de Planeación en Conasupo, emitió un estudio señalando que su dependencia le debía aún más a Maseca. Después que Carlos Salinas de Gortari asumió la Presidencia, y ``a pesar del finiquito acordado sólo unas semanas atrás, funcionarios recién nombrados en Conasupo acordaron reconsiderar la solicitud de Maseca'', indica el diario.

Destaca que Roberto González Barrera fue uno de los principales promotores de Carlos Salinas, un importante contribuyente del PRI, y ``se ha mantenido al lado de la familia Salinas, incluso mientras los escándalos sobre corrupción deslucen el récord del ex presidente''.

En febrero de 1989, el secretario de Comercio Serra Puche, quien era presidente de la junta directiva de Conasupo, ordenó un nuevo estudio de la solicitud de Maseca. Pero cuando las conclusiones de ese estudio fueron presentadas a una reunión de la junta de Conasupo, el 16 de mayo de 1989, se rechazó la petición de Maseca.

Entonces Maseca demandó y le fue otorgada otra revisión de su petición. En septiembre, Serra Puche solicitó que la junta de Conasupo llegara a una decisión final sobre este asunto. ``La junta de Conasupo, sin embargo, dijo que dejaría la determinación final a la oficina del señor Zedillo'', agrega el diario.

González Barrera escribió una carta personal argumentando a favor de la solicitud, pero el ala legal de la Oficina del Controlador rechazó la solicitud de Maseca. Esta decisión fue enviada a los subordinados de Zedillo en la SPP el 27 de septiembre. ``Una semana después, el señor Zedillo respondió en una carta que él no determinaría el caso. Su carta (...) le regresó el contecioso asunto al señor Serra'', se indica.

De hecho, en una reunión del 23 de noviembre, la junta de Conasupo aceptó las instrucciones de Serra Puche para resolver la solicitud y dos semanas más tarde Maseca recibió la primera parte de su pago de 7 millones de dólares.

El Times resume el caso así: ``El (Zedillo) abrió la puerta para que otro funcionario del gabinete autorizara el pago, dicen los documentos. Y mientras que la agencia gubernamental obstinadamente había rehusado proveer el dinero, el señor Zedillo, en una carta de 1989, indicó que su dependencia buscaría la forma de hacer el pago si alguien más lo autorizaba''.

Aguilar Zínser lo resumió de esta manera al Times: ``Es no, no, no, no hasta que Zedillo abre el camino para proceder alrededor de la junta, y después, zas!, hacen el pago''. Sin embargo, Aguilar Zínser admite al periódico que no cuenta con ``ninguna evidencia'' que indique que Zedillo o Serra se hayan beneficiado de ello.

Al ser entrevistado por el Times, Serra rechazó que hubiera cualquier irregularidad. Y el vocero presidencal, Carlos Almada, declaró al diario que las acusaciones son ``totalmente infundadas y falsas''.

De acuerdo con el Times, la comisión legislativa también investiga otros negocios que beneficiaron a Maseca.