La Jornada 5 de julio de 1996

GRAN ARCOIRIS DE FUERZAS POLITICAS, PLANTEA MARCOS

Jaime Avilés, enviado, San Cristóbal de las Casas, Chis., 4 de julio La transición a la democracia en México tendrá que darse con la participación de ``un gran arcoiris de fuerzas políticas'', entre ellas el zapatismo y el cardenismo, ``y en concreto, con el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas'', dijo esta noche el subcomandante Marcos al término de una maratónica sesión de trabajo en el Foro Especial para la Reforma del Estado.

Por su parte, en una dramática intervención, en presencia de Carlos Monsiváis, Bernardo Bátiz, Adolfo Gilly, Ricardo Pascoe, Luis Javier Garrido, Sergio Aguayo, Fernando Baza, el propio Marcos y una nutrida concurrencia, Cárdenas dijo: ``Hoy se requiere, con urgencia extrema, la solidaridad nacional para proteger al pueblo de Guerrero de un nuevo baño de sangre''.


Cuauhtémoc Cárdenas, el subcomandante Marcos,
Bernardo Bátiz, López Gallo y Monsiváis aplauden en
reconocimiento a los indígenas al terminar la sesión
de ayer.
Foto: Duilio Rodríguez

Ante la doble disyuntiva de construir un ``frente amplio'' o un ``frente opositor'' que apunte a las elecciones de 1997 o se proponga ir más lejos, Marcos dijo que en México se acabó ``el tiempo de las certezas heredadas, porque nadie ya está seguro: ni el poder ni quienes lo padecemos'', y subrayó: ``Si los partidos no abren espacios para que los ciudadanos actúen en política, terminarán por aislarse igual que el régimen''.

De la uno a la tres

Concebido como un lugar de encuentro ``de la sociedad política y la sociedad civil'' para definir tanto la plataforma de despegue del Frente Zapatista de Liberación Nacional como las demandas que una franja de la sociedad mexicana llevará al diálogo de San Andrés a través del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, el foro, que terminará este sábado, ha experimentado un desplazamiento imprevisto.

Mientras los organizadores eligieron el Teatro de la Ciudad para los casi 200 ponentes inscritos en la mesa 1 (``Hacia una organización de nuevo tipo''), la atención acabó por centrarse tumultuariamente en la mesa 3 (``Transición a la democracia''), por donde una lista apabullante de personalidades y siglas ha girado en torno a la posibilidad de abrir un frente amplio en el corto plazo, a partir de varios, persistentes subtemas: los comicios de 1997, el cambio democrático mediante la vía electoral o la vía plebiscitaria, la crisis del régimen, el futuro del PAN y, sobre todo, el encuentro del cardenismo y del zapatismo, simbolizado por el acercamiento entre el PRD y el EZLN. Al respecto, la última exponente de la sesión matutina de la mesa 3, antes del receso del mediodía y del maratón de la tarde, la profesora Rhina Roux, dejó en el aire una dura crítica a quienes, desde el PRD, ``apuestan a que la función de ese partido es sostener y apoyar al régimen que se tambalea, sin advertir que el verdadero encuentro del cardenismo con el zapatismo sólo será posible desde el exterior'' del aparato del Estado.

Guerrero, inerme

Cuauhtémoc Cárdenas eligió para su ponencia el tema de la crisis del régimen y precisó que a partir del reciente episodio de Aguas Blancas el país está, ``una vez más, en un punto de quiebre, pues la represión generalizada se desata contra el pueblo de Guerrero, que se encuentra inerme en una larga noche de problemas sociales nunca atendidos''. Advirtió: ``La antidemocracia, la arbitrariedad, la corrupción, el hambre, la insalubridad, el desempleo y la mortandad infantil vinculan hoy a Guerrero con Chiapas, a Chiapas con Tabasco y con Guerrero y con el resto de la República''.

Luego de pronunciarse contra la militarización, que nada resolverá, dijo que el país ``debe recuperar la vigencia de la ley y, con base en ésta, iniciar la sustitución del actual régimen poltico por un sistema democrático''.

Adolfo Gilly, a su turno, abundó acerca de lo que a mediodía habIa desarrollado Rhina Roux y reiteró con vehemencia sus tesis sobre la resistencia popular, antes que Ricardo Pascoe subrayara que la resistencia ``también está en el lado de los poderosos y es contra el cambio''.

Al analizar la posibilidad de construir un frente opositor, Pascoe dijo que éste debe definir sus objetivos y sus plazos; por ello, convocó a una alianza ``no sólo de centro-izquierda, sino más amplia, que sea el punto de referencia de todas las fuerzas políticas del país para impulsar la transición democrática ya, ahora, porque el 97 nos plantea el problema de aceptar el régimen que tenemos o aceptar el cambio''.

Por su parte, Carlos Monsiváis lanzó una furibunda condena contra la devastación mental provocada por el neoliberalismo en tiempos de Salinas de Gortari, y matizó que si bien hoy día la oferta cultural que existe es más rica y diversificada que nunca, son muy pocos los que tienen acceso a ella debido a la injusticia y la catástrofe económica que imperan.

Luis Javier Garrido condicionó la transición democrática al desmantelamiento del régimen presidencialista y de partido de Estado y se inclinó por la idea de constituir ``un sistema parlamentario o semipresidencial'', sin pasar por alto que los intelectuales estadunidenses que formaron a Salinas de Gortari ahora le recomiendan a Zedillo que ``la transición democrática vaya más despacio''.

En nombre de Alianza Cívica, Sergio Aguayo recordó la gesta que para ese organismo supuso llevar a cabo la Consulta Nacional Democrática de agosto de 1995, ideada por los zapatistas, en la que participó más de un millón de personas para demandar, por mayoría, que el EZLN se transforme en fuerza política, un hecho que hoy, en este foro, puntualizó, ``empieza a convertirse en realidad''.

El PRD y los golpes

Ciento veinte minutos después de haber comenzado la sesión, lapso que equivale al de un partido de futbol con tiempos extras, y sin que la gente se hubiera movido de su sitio, sudando todos y compadeciendo a los zapatistas que sin duda se asfixiaban dentro de los pasamontañas, Marcos glosó como anfitrión las intervenciones de sus invitados y dedicó la mayor parte de sus 15 minutos a reflexionar sobre la crisis de la política, ``entendida desde el poder como el arte de lo posible, lo que también significa el arte de los cínicos''.

Después de nombrar a las múltiples organizaciones y personalidades que aceptaron la convocatoria del EZLN a este foro, aseguró que de aquí saldrá ``una fuerza política naciente: el Frente Zapatista'', al que definió precisamente como el espacio que los partidos no han abierto para los ciudadanos sin partido.

Al precisar que se acabó ``el tiempo de las certezas heredadas'', dijo que hoy ``la angustia ante la historia que se viene nos impide meditar con calma acerca de nuestras acciones''. Sin embargo, esa angustia ``es ya una alternativa, como lo demuestra la participación que ha habido en este foro'', en donde por otra parte, anotó, ``queda claro que la pluralidad'' es el nuevo signo de los tiempos, pues a esta reunión han acudido hombres y mujeres de izquierda, de derecha y de centro. Luego de condenar ``al PAN, que nos desprecia y nos excluye'', y al PRI ``que nos desprecia porque nos teme o nos teme porque nos desprecia'', dijo: ``Como quiera, el único interlocutor de la clase política que tenemos es el PRD'', un partido que desde su origen ``ha sacado la cabeza para recibir los golpes y tratar de contestarlos''.

Por ello, agregó, ``en el gran arcoiris, donde cada quien aportará el color que crea más conveniente'', fórmese un frente amplio o un frente opositor, que vaya o no a las elecciones, la alianza tendrá que contar con el cardenismo, y ``en concreto con el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas'', pero sin duda, ``con muchas otras fuerzas''.