Aun sin consenso, podrían cambiar leyes electorales cuestionadas: Núñez
David Aponte y Georgina Saldierna En caso de que los partidos representados en el Congreso de la Unión no llegaran a un acuerdo sobre las modificaciones constitucionales necesarias para la primera etapa de la reforma política, existe la posibilidad de cambiar las leyes electorales en los puntos que ``generan insatisfacción en los actores'', dijo ayer el subsecretario de Gobernación, Arturo Núñez.
Entrevistado en la sede del Instituto Federal Electoral (IFE), Núñez comentó a los periodistas que los actores mantienen firme su propósito de llegar a un consenso, porque hoy en día un solo partido no podría sacar adelante una reforma de carácter constitucional. Ninguno de los grupos parlamentarios alcanza las dos terceras partes de la votación en las cámaras.
``Evidentemente si no se superan las diferencias y se construyera el acuerdo, la posibilidad de reformar la Constitución no se daría, pero en este momento nadie ha arriado banderas en el cometido de construir el acuerdo. Pero evidentemente siempre es un riesgo si no hay acuerdo'', comentó.
Núñez mencionó que desde luego hay una ``fatalidad'' en cuanto a los tiempos. Las nuevas reglas del juego deberán estar listas para que los procesos tengan un desarrollo con armonía. ``No nos debiera volver a ocurrir lo que pasó en 1994. Recordarán cuando estando desarrollándose el proceso electoral, estaba reformándose simultáneamente la Constitución y la ley'', indicó.
Si no sale esta reforma en el corto plazo y se tienen las elecciones de 1997 con el actual marco, no significaría un paso atrás?
De ninguna manera. Creo que en todo caso existe la posibilidad de modificar la legislación ordinaria en aquellos temas que todavía generan insatisfacción en los actores. Es decir, no necesariamente todos los pendientes son de materia constitucional.
Por ahora, los partidos políticos podrían valorar que la negociación del todo o nada no es la mejor manera de resolver las diferencias, añadió.
Mientras, en el Senado el líder de la mayoría priísta, Fernando Ortiz Arana, aseguró que todas las fuerzas políticas del país están empeñadas en una profunda transformación política, económica y social.
En una reunión con parlamentarios japoneses, destacó que una de las vertientes más importantes de los cambios es el que tiene que ver con un mejor equilibrio de los poderes, a partir del robustecimiento del Legislativo y de la transformación del Judicial.
Por separado, el secretario general del Partido Acción Nacional, Juan Antonio García Villa, opinó que los comicios federales de 1997 serán los más ``controvertidos'', si los actores políticos no llevan adelante los cambios a la Carta Magna.
``Si queremos evitar esa posibilidad, debemos hacer el esfuerzo por mejorar el marco jurídico vigente en materia electoral empezando, desde luego, por la reforma constitucional'', expuso.
Entrevistado también en el IFE durante los trabajos de la III Conferencia de la Unión Interamericana de Organismos Electorales, García Villa manifestó que julio podría ser tomado como referencia para culminar la primera fase de la reforma política, de acuerdo con los tiempos de los próximos comicios federales.
Por ahora, añadió, los partidos han considerado que el Congreso de la Unión puede desahogar la reforma constitucional, antes del próximo periodo ordinario de sesiones de septiembre.
Por otra parte, el consejero ciudadano Santiago Creel Miranda manifestó que los partidos políticos deben actuar con voluntad política y entrarle de una vez al camino de la democracia. Todavía hay tiempo para sacar adelante la reforma, agregó.
Hasta ahora no lo han hecho?
Creo que el gobierno no ha dado muestras en materia de reforma política, pues por ejemplo el viaje del presidente Ernesto Zedillo a Tabasco confundió el ambiente político, interrumpió el diálogo. Creo que se deben pensar muy bien este tipo de cosas, se debe actuar con prudencia.
A su vez, en el foro Las asociaciones políticas y la reforma electoral, el consejero ciudadano José Woldenberg pidió a todos los partidos políticos que hagan honor a los compromisos que firmaron, para que se logre concretar el cambio electoral.
De acuerdo con el académico, la reforma electoral se cae de madura, porque si uno revisa los acuerdos de Bucareli y la iniciativa del PAN, se puede observar que hay muchos puntos de encuentro, y las diferencias no son tan relevantes como para hacer que el esfuerzo reformador no logre cristalizar.
De no llegar a ninguna reforma, consideró que se pueden seguir aplicando las leyes de 1994, con las cuales no hubo tantos conflictos poselectorales, como en años pasados. Sin embargo, esto no es lo óptimo, porque se ha avanzado en los acuerdos y existen las posibilidades de llegar a nuevos consensos.
En el mismo evento, organizado por la Asociación Política Feminista, el dirigente perredista Gilberto Rincón Gallardo consideró que si este mes no se llega a la reforma política, las elecciones del 97 están en peligro de registrar conflictos mayores a los que se han verificado hasta la fecha.
Consideró que hay tiempo para llegar a acuerdos y que su partido volverá a la mesa en cuanto los priístas den a conocer todas sus propuestas y se establezca la mesa de coyuntura.